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Paysandú, Sábado 06 de Febrero de 2016

Situación de los productores lecheros remitentes a PILI es “muy complicada” y se endeudan “todos los meses”

Rurales | 01 Feb La situación para el productor lechero remitente a la industria local PILI “es hoy muy complicada”, explicaron a EL TELEGRAFO los productores, porque en 2015 hubo “problemas en los que se tuvo que cerrar el ganado en invierno para mantener la producción pensando que en la primavera se cobraría la misma plata”, pero tuvieron “una baja” que llevará a que, de ahora en más, debido a los altos costos y un valor de $ 5,80 por el litro de leche, producir signifique endeudarse todos los meses.
La situación continuó complicándose y terminó con el Fondo de Financiamiento a la Actividad Lechera (FFAL 2) en diciembre. “El año 2016 lo arrancamos con mayores costos fijos, disminuyendo la producción y con valor de la leche a 18 centavos, cuando estábamos en el entorno de 22 a 23 centavos”, precisó el licenciado en producción y gestión agrícola ganadera Andrés Ariano.
Y es que la baja en el litro de leche repercute por dos lados: “Primero porque te bajan en pesos el litro de leche y, por otro lado, porque el dólar se ha disparado y ya está en $ 31. Precisamente los insumos los compramos en dólares, las rentas están en dólares y cobramos en pesos, por lo que se viene un año muy complicado y de gran incertidumbre”, dijo el productor y también gerente de la Asociación de Productores de Leche de Paysandú (APLP). Además, acotó que los mercados a los que llega actualmente la industria “no pagan a los costos” que producen.
Reconoció que a pesar de que presagiaba una baja en el precio por parte de la industria local teniendo en cuenta lo castigada que venía siendo PILI por el negocio con Venezuela (por el atraso en los pagos y el stock que tiene en cámaras), lo que impactó a los productores “es la magnitud de la baja”, del 14,2%, pasando de $ 7 a $ 5,80.
Ariano se mostró extrañado cómo Conaprole “desde hace un año o más, sigue pagando 2 pesos por encima de las demás industrias”. Aclaró que es una percepción personal, pero “esto lleva a que los demás productores estén mirando de reojo la posibilidad de cambiarse de industria”. “No es mi caso porque si tengo que dejar de ordeñar, no me voy a cambiar de industria. Es PILI o cerramos el tambo”, dijo.
Además, “por lo que tengo entendido Conaprole no bajaría el precio hasta marzo, y si cobran más dinero del negocio con Venezuela no se tocaría hasta setiembre, lo que son datos llamativos”. “Lo que nos preocupa es que siempre se corta por lo más fino y es habitual que el productor pague los platos, y ahora también son las industrias queseras. Conaprole anda en el entorno de 23 centavos de dólar, y el productor seguramente con el FFAL la puede orejear un poco más, estirar la cosa hasta setiembre y ver qué pasa”, mientras que para los remitentes a PILI es imposible, sostuvo el productor.

FFAL = ENDEUDAMIENTO
El productor Juan Paradiso indicó a EL TELEGRAFO que el FFAL “se recibió muy bien para tapar algunos agujeros que venían quedando por los problemas financieros de 2015, además de pagar comida y reserva para el próximo año”. Pero fue claro: “Hoy ya lo gastamos porque veníamos con un endeudamiento, no muy grande pero endeudamiento al fin, y esta plata que viene en febrero será una ayuda para los productores, pero también es un dinero que ya lo tenemos invertido”.
Paradiso planteó días atrás en una reunión con la industria que el FFAL “es una ayuda pero se está convirtiendo en un nuevo endeudamiento para el productor. Con este precio nos vamos a ver perjudicados para cuando se comience a afrontar, porque llegado el momento debemos pagarlo”.
Pero hay otro factor que debe tenerse en cuenta: “Hoy también nos estamos viendo complicados con el clima, y vamos a usar esa plata para aportarle ración o fardos a los animales, cuando podríamos utilizar el dinero en otra inversión más necesaria”. “Lo que hoy tenemos plantado no rinde lo mismo que si vinieran mejores precipitaciones”, agregó.
“Con $ 7 el litro de leche cubríamos los costos”, apuntó el productor. “A veces quedaba algo y en otras teníamos que cubrir esa pérdida. Por lo menos podíamos decir que no me voy a endeudar, pero hoy a $ 5,80 el productor se comenzará a endeudar todos los meses”. Ariano acotó que con el litro de la leche a $ 7 “el FFAL es una buena herramienta productiva. Más allá de que podía servir para tapar algún agujero, servía también para poder pagar la siembra de primavera, sorgo, maíz o hacer alguna reserva”.

SEGUIR PRODUCIENDO
Ante la difícil situación que viven los productores, surge la pregunta: ¿es viable para un tambero continuar produciendo? “En nuestro caso, que somos un establecimiento familiar, no es fácil”, respondió Paradiso. “Llega un momento en que te sentás a pensar en qué se puede reconvertir el tambo, pero en mi caso, que tengo 30 años metido en el tambo y con pocas hectáreas para reconvertirnos –incluso el emprendimiento viene de la época de mi abuelo–, es muy difícil”, dijo el productor sanducero.
Entiende que las propuestas para solucionar la situación “deberían venir de otro lado, como ser el gobierno, con medidas para que el productor lechero continúe trabajando en el campo”. Además, “es muy difícil romper la cadena de muchos años de producción en ese lugar. Porque además del valor negocio, que es lo más importante, está lo sentimental detrás de la chacra”, dijo.
Ariano manifestó que “pesa la genética, la inversión realizada y la infraestructura y que de un día para otro tener que desprenderte de ella”. Pero significó que “a estos valores y en seis o siete meses más, si no viene la ayuda del gobierno a través de un subsidio u otro FFAL, no creo que queden muchos productores. Los más grandes y que tienen más espalda permanecerán en el sector y los otros se tendrán que ir”.
“El productor chico termina retirándose del sector y endeudado. Un empleado cuando se va cobra su retiro, su liquidación y se va. El productor queda sin nada y todavía endeudado en el banco y sin alternativas de volver a la producción”, agregó.
El gerente de la APLP sostuvo que “para pasar este momento el productor se debe ir descapitalizando, ir vendiendo las vacas de descarte o las que están bajando su producción y terminando su ciclo, para tratar de hacer algún peso y llegar a fin de mes”. “Ahora se viene dentro de un mes y medio el proyectar la siembra de verdeos de invierno, hacer las pasturas que salen caras. Porque creo que como están las cosas, a esta altura nadie se pondrá a hacer verdeos. Por lo que, si no viene ayuda de algún lado, la situación es muy complicada”.
A esto se suma también el panorama que se originaría ante una posible venta del ganado de ordeñe. “Como está la situación, difícilmente hoy te paguen la genética que se logró a través de años de selección, entendiendo que una vaca o vaquillonas en producción que debería valer entre 1.200 y 1.400 dólares, seguramente hoy no la pagarían más de 700 u 800 dólares”. Incluso citó que “tampoco se vislumbra un negocio del sector que en las circunstancias actuales sea interesante y que nos cambiemos para mejorar”.

PODER DE COMPRA
En las últimas horas se conoció que, según los indicadores que elabora el Instituto Nacional de la Leche (Inale), el poder de compra de la producción lechera cayó 27% en 2015. Este nuevo sistema confeccionado por Inale integra todos los costos de la canasta de un productor tipo y se compara con el precio de la leche, lo que permite analizar cómo se mueven los costos a nivel de la producción por la variación de los precios contra lo que son las variaciones de la leche.
Por ejemplo, es posible observar que en diciembre de 2014 el poder de compra de la leche tenía un índice de 88, mientras que un año después se ubicó en 67, lo que indica que el valor cayó 27%. Esa situación se explica por dos motivos: por un lado, los costos en pesos han subido y, por otro, el precio de la leche en pesos ha bajado, explicó el informe de Inale realizado por Jorge Artagaveytía.
Por otra parte, para el índice del precio de la leche que se necesita para hacer el índice global se recurrió a una gráfica más extensa de tiempo, con datos desde diciembre de 2013. Se observa que marzo-abril de 2014 fue el período en que el precio de la leche se ubicó más alto, llegando a un índice de 130, mientras que hoy ha bajado a 94. Quiere decir que durante 2015 ha caído 17%.
Luego el tercer indicador refiere al costo de la leche, que se elabora en pesos y que muestra que durante 2015 aumentó 9%, un porcentaje que es parecido a la evolución del IPC en el último año. Sobre el particular, Ariano estableció que “en el bolsillo del productor se siente, porque se nota en la venta de insumos, en los tratamientos”. Citó que hay productores “que han dejado de hacer tratamientos en vacas enfermas por disminuir los gastos y prefieren secarlas, esperando la próxima parición o comercializarlas”.
Además, el productor “debe pagar en fecha la luz, los aportes y todos los cargos fijos porque sino te lo cortan, entonces tiene que ir recortando por el lado que pude hacerlo, que es en los insumos. Además, no solo reducís la producción, sino que perdés la calidad”, dijo.
“Empezás a tener problemas bacterianos, menos sólidos porque el litro de leche te lo pagan por la grasa y proteína que obtenés. Al disminuir la dosificación de insumos y raciones, baja la calidad y yo creo que tomando esta medida no se si llegó a $ 5,50 el litro de leche”, argumentó Ariano.


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