Opinion | 04 Feb En las últimas horas el presidente Tabaré Vázquez convocó a mandatarios que lo precedieron en el gobierno para suministrarles información y considerar un eventual apoyo político en caso de que en nuestro país se encuentre petróleo, lo que plantea una problemática que puede analizarse desde varios ángulos. Para empezar, la oportunidad, porque quiérase a no, esta es una posibilidad que se maneja desde hace varios años, y se genera esta instancia de consulta cuando ha estallado el tema de la situación crítica de Ancap, con sus pérdidas de casi mil millones de dólares y su recapitalización.
Por lo pronto, la convocatoria del presidente parece tener la intención de un símbolo y un mensaje, a la vez de un paso que implicaría dejar de lado una visión excluyente de las cosas desde la perspectiva del gobierno, para ampliar la ronda de opiniones y recibir aportes del resto del esquema político en un tema que necesariamente debe formar parte de una política de Estado.
Ahora, hay numerosos aspectos a tener en cuenta. Tantos, que necesariamente deben dejarse de lado también muchos, y no precisamente por ser más o menos importantes, sino porque tal vez no sean pertinentes en este momento. Pero por lo pronto ya de entrada es preciso hacer hincapié en que el tener petróleo no asegura la riqueza. Basta ver la situación en la cual se encuentra Venezuela, y hasta lo mal que estaba cuando el petróleo trepó a valores históricos de más de 130 dólares el barril. Eso demuestra claramente que por más que se nade en oro negro --Venezuela tiene las mayores reservas de crudo a nivel mundial--, haciendo las cosas lo suficientemente mal, se puede estar mucho peor que muchos países que no cuentan con ese recurso.
Y para empezar, en nuestro país, si seguimos contando con Ancap como refinadora --y el margen de impuestos que se aplica--, los combustibles de seguro seguirán siendo los más caros de la región.
Es que los costos de Ancap son tan elevados, que según los técnicos, el precio del petróleo pesa solo un 14 por ciento en el valor final de los combustibles.
Pero no puede obviarse que generaciones de uruguayos hemos crecido con la fantasía de que algún día en algún lugar del territorio nacional se encontrara la suficiente cantidad de petróleo como para explotarlo, tener para el consumo interno y exportar, generando importantes ingresos de divisas y potenciar nuestra calidad de vida.
En los últimos años han surgido versiones y anuncios sobre la posibilidad de que se pueda explotar petróleo en nuestra plataforma continental, a través de inversión de compañías multinacionales y en joint venture con el Estado uruguayo. Pero no hay nada seguro, solo posibilidades, que deben manejarse por encima de coyunturas, porque en una como la actual, con el petróleo en treinta dólares, por ejemplo, sería impensable que sea rentable sacar siquiera un litro de crudo desde los 6.000 metros profundidad, a la cual se encontraría el petróleo “nacional”, sobre el lecho marino.
Vázquez igualmente lo creyó oportuno y dijo antes de recibir a los expresidentes que “si hay petróleo y gas y se puede manejar adecuadamente, estos recursos naturales cambiarán definitivamente la historia del país”. No solo José Mujica, Julio María Sanguinetti, Jorge Batlle y Luis Alberto Lacalle estuvieron presentes en la residencia de Suárez y Reyes. También lo hicieron los directivos de la empresa francesa Total, que en los próximos meses realizará uno de los agujeros más profundos del mundo en la plataforma marítima uruguaya para saber si hay gas o petróleo, cuál es la cantidad presente de esos elementos y si es posible extraerlos con cierta facilidad.
Vázquez les dijo a los expresidentes que es necesario trabajar juntos para diseñar una política petrolera de Estado y les agradeció por poder contar con su “experiencia, conocimiento y capacidad”. Les prometió que volverá a convocarlos en las próximas semanas para seguir hablando sobre el tema y anunció que próximamente invitará a las actuales autoridades partidarias de la oposición para conversar acerca de la misma inquietud. El presidente contó que recibieron información directa de la empresa Total acerca de los caminos que se recorrerán para saber si es posible extraer petróleo y si los yacimientos “son de la calidad adecuada y si pueden ser explotados y comercializados”.
Ni tanto ni tan poco. Porque además de los costos de extracción, debe tenerse presente que Uruguay como “dueño” del petróleo recibirá solo una pequeña parte de los beneficios, por cuanto nuestro país depende 100% de empresas multinacionales que no van a invertir si el negocio no les cierra muy bien. Y como en el mundo son muy pocas las empresas que tienen la capacidad de extraer petróleo en condiciones tan extremas, la realidad es que una vez más, quienes mandan en las negociaciones son los extranjeros, que se llevarán la parte del león. Por más de izquierda que sea el gobierno.
Por lo tanto, no da para soñar por anticipado. Mejor no hacerse tantas ilusiones e ir paso a paso, tratando de hacer las cosas lo mejor posible.