Opinion | 07 Feb El ente petrolero estatal ha permanecido en los titulares y allí quedará en los próximos meses, en tanto las últimas renuncias del oficialismo en pleno desnudan una realidad interna complicada para la fuerza política que representa y confirma las notorias diferencias de enfoque en uno de los organismos monopólicos más relevantes en las ecuaciones económicas del país.
Con la renuncia de José Coya a la presidencia del directorio de Ancap, cae la supremacía de la Lista 711 que orienta el vicepresidente Raúl Sendic, cuya ausencia por vacaciones exactamente en el momento de la presentación de los resultados del informe de la comisión parlamentaria del Senado, oscurece aún más su imagen política. Es que se ha tratado de cuidarlo de cualquier manera, incluso sin otorgarle la importancia debida a los altos cruces y culpabilizaciones protagonizados por referentes incuestionables en la toma de decisiones durante las pasadas administraciones.
En tal sentido, las últimas declaraciones de la ministra de Industria, Carolina Cosse, solo sirvieron para profundizar esa brecha existente con la ciudadanía. “No estamos pidiéndole la renuncia a nadie, para nada, lo que estamos planteando es que después del informe de la investigadora --que estamos seguros va a arrojar como resultado la inexistencia de irregularidades--, pensamos que es una consecuencia natural este proceso de transición que estamos haciendo ahora”, dijo la secretaria de Estado.
Ante la inexistencia de la figura de “renuncia gradual”, caben algunos cuestionamientos emanados de las propias declaraciones de la ministra, que aguarda los resultados de un documento de dudosa honestidad intelectual, en tanto el astorismo ya advirtió que “así como está el informe de la Comisión Investigadora no se vota”, porque al sector que lidera el ministro de Economía, Danilo Astori, se le trasladan las responsabilidades por el déficit de U$S 800 millones acumulados. Aunque ciertamente, el astorismo ya ha cambiado de parecer demasiadas veces, apoyando y respaldando lo que hasta hacía minutos criticaba a los cuatro vientos; o el partido termina pasando por arriba la opinión del sector, lo que resulta en lo mismo.
Mientras tanto, el semanario Búsqueda informó el jueves que el presidente Vázquez había adoptado la decisión de iniciar un recambio de las autoridades del organismo y comunicó su decisión a Sendic, Astori y Cosse. Estos últimos respaldaron la resolución del mandatario, al tiempo que el vicepresidente la consideró “un profundo error”. Ese mismo día a la mañana en Radio Rural Coya señalaba: “No me planteo renunciar. Estoy a disposición del presidente de la República”; sin embargo, algunas horas después oficializaba su dimisión.
En este caso, también caben algunos cuestionamientos: ¿se siguen utilizando a los medios de comunicación --supuestamente “opositores”-- para realizar anuncios incómodos que salen desde la interna partidaria, antes que enfrentar con madurez política las transformaciones reclamadas por la ciudadanía? ¿Hasta cuándo se utilizará esta metodología sin que nadie dentro de la fuerza del gobierno les avise que ya se volvió demasiado explícito?