VECINOS DENUNCIAN ABUSOS DE FUNCIONES Y MALOS TRATOS

Locales | 11 Feb En la mañana de ayer la Intendencia Departamental de Paysandú procedió a demoler 15 viviendas precarias en el barrio La Chapita (Park Way y Ledesma), en el marco de un convenio de realojo, que comenzó en 2008. Firmado con el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, preveía levantar hasta 123 soluciones habitacionales, por autoconstrucción para familias de bajos recursos que residieran en cotas inundables inferiores a la cota 8.
No obstante, fueron denunciados "abusos de funciones y atropellos" porque --se dijo-- en algunas de esas viviendas residían desde "hace años" otras personas que no habían sido beneficiadas por las nuevas viviendas y por consiguiente "ahora se quedaron sin nada, en la calle", comentó a EL TELEGRAFO Bernardo Correa Martínez.
Federico Pollini, de la Unidad de Vivienda de la Intendencia, al ser consultado, dijo que "las familias ya habían sido autorizadas a ingresar a sus nuevas viviendas en Jardines del Hipódromo, aun cuando no han sido oficialmente habilitadas, precisamente por la situación de emergencia ante la inundación". Una vez que las aguas descendieron "cumpliendo el compromiso asumido las familias beneficiadas procedieron a desarmar sus viejas viviendas hasta donde pudieron. Cuando ya no les era posible, porque se trataba de estructuras de material por ejemplo, la Intendencia se comprometió a terminar la demolición. Eso se hizo, con total normalidad", agregó.
Pero Bernardo Correa, referente de La Chapita (no pudo ser ubicado el presidente de la comisión, Carlos Barreto), explicó que "aquí el error principal fue no entender la realidad. El último censo fue en 2011, cuando algunos integrantes de las familias eran adolescentes. En estos años formaron familia y --como se hace generalmente-- agregaron una pieza a la vivienda, o en el fondo. Pero siendo otra familia. Así que cuando los padres o los hermanos, o los familiares que fueran, fueron realojados, eso no les correspondió a ellos".
En consecuencia, "quedaron en el lugar, porque no tienen dónde más ir. Eso se le informó a la Intendencia varias veces. Hay informes firmados por vecinos, donde se reclama que se tomen en cuenta las nuevas realidades de las familias. Pero no se escuchó nada y sin mediar nada se vino a demoler las casas, dejando en la calle a vecinos".
No obstante, Pollini ofreció otra visión del procedimiento y aseguró que "los vecinos estaban muy conformes, porque claro está era lo convenido. Incluso le comenté a uno, a raíz de la lluvia de lunes: '¡Qué diferente es ver llover por la ventana, en una buena casa!' Y el vecino me contestó: '¡La verdad que sí, qué felicidad!' Esa fue la tónica, porque lo que se hizo ayer fue terminar una situación de realojo, demoliendo obviamente las viejas viviendas para que no puedan volver a ser habitadas".
Con el apoyo de una pala retroexcavadora de la Dirección de Vialidad se demolieron paredes y trozos de techos. "Esa zona no podrá ser habitada nuevamente, porque con una creciente de 6,50 o 7 metros, por el arroyo Sacra, es inundable", dijo Pollini, quien subrayó que "si hubiera ocupaciones, la Policía Territorial es la que deberá tomar acción, de acuerdo a lo establecido y legislado".
En tanto, "se diseñan diferentes soluciones territoriales para esa y otras zonas inundables, que pasan por área de estacionamiento para camiones con carga al puerto de Paysandú, áreas parquizadas y otras ideas", indicó Pollini.