José Miguel Fernández

Deportes | 15 Feb Guichón luchó pero murió en la orilla. La selección Mayor de la “Roja” tuvo la gran posibilidad de clasificar a la segunda fase por la Serie A del Regional Litoral-Norte de la Copa Nacional de selecciones de OFI, pero el sábado perdió 2 a 1 ante Bella Unión como local y quedó afuera.
Guichón ganaba 1 a 0, pero como la selección de Artigas vencía a Salto tenía que ganar por una diferencia de más goles para pasar. Bella Unión aprovechó los espacios y con dos goles dio vuelta las acciones para quedarse con el partido y amargar la fiesta del local.
Si bien no se pudo cumplir el objetivo, nada se le puede reprochar a esta selección. Este plantel formado por 15 jugadores, la mayoría juveniles, puso el pecho y salió adelante en una serie que fue más que complicada, y que para muchos le iba a costar sumar algún punto. Pero los orientados por José Miguel Fernández se concentraron en trabajar y hacer oídos sordos a las críticas.
Esta selección consiguió resultados más que sorpresivos, como la victoria de local ante Salto --último campeón del Interior-- en base a trabajo y convencimiento a la idea planteada por su entrenador. Guichón se dio el lujo de complicarle la vida a tres selecciones capitales como Salto, Tacuarembó y Artigas, pero la suerte o la inexperiencia dejó con las ganas de seguir haciendo historia.
“Estamos destrozados, al igual que todo el equipo”, dijo amargado a EL TELEGRAFO el entrenador de la “Roja”. Fernández asumió la responsabilidad de la eliminación de sus dirigidos. “Quiero pedir perdón a la ciudad por no haber clasificado”, lamentó el entrenador.
Fernández dijo que la gente estaba entusiasmada con poder clasificar pero no se pudo. “Cuando íbamos ganando mandé todo el equipo arriba porque sabíamos que Artigas estaba ganado y necesitábamos más goles para pasar”, explicó Fernández, quien afirmó que ganando por la mínima no le servía y por eso tomó esa decisión.
Por otra parte, tuvo palabras de elogios con sus jugadores. “Cuando terminó el partido los jugadores estaban dolidos y destrozados. Pero no puedo reprocharles nada, a este plantel le debo todo”, manifestó. Al ser consultado por qué el partido se les hizo cuesta arriba, Fernández dijo que la ansiedad les jugó una mala pasada. “Entramos desesperados por ganar y hacer goles, y eso lo pagamos caro”.
En cuanto a su continuidad, la idea que le plantearon los dirigentes es que siga adelante al mando del seleccionado. “Vamos a seguir trabajando. Buscar la forma de financiarnos porque sin plata se nos complica”, dijo y agregó que la idea es que la selección trabaje durante todo el año dos veces al mes. “Hacer partidos con equipos fuertes, mejorar en lo físico y hacer un trabajo más ordenado”, adelantó.
El técnico destacó que durante esta copa se hicieron cosas buenas. “No pensábamos que íbamos a llegar donde llegamos”, dijo y destacó que el campeonato fue vidriera para los jugadores, de los cuales dos se irían a jugar a otras ligas del país.