Paysandú, Miércoles 17 de Febrero de 2016
Opinion | 15 Feb Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Uruguay mantiene la menor tasa de mortalidad por cáncer infantil en menores de 14 años, ante la accesibilidad a los tratamientos, traslados a Montevideo y apoyo comunitario que obtienen las familias y sus niños.
Sin embargo, para sostener estas tasas que enorgullecen a la comunidad científica, requiere de mayores inversiones ante la aparición de nuevos medicamentos, tratamientos, tecnología y diagnóstico. Los casos que se registran hoy a nivel nacional se reparten de manera uniforme en los 19 departamentos, y los datos surgen de un registro nacional que cuenta el país desde hace al menos 15 años.
Anualmente, se diagnostican aproximadamente 250 niños y adolescentes con cáncer y unos 80 fallecen, durante el mismo período. A nivel global, en los países desarrollados se cura cerca del 80%, pero en países sin recursos los índices descienden al 10 o 20%. Paralelamente, Uruguay mantiene la tasa de mortalidad femenina infantil ubicada en 1,1 por 100.000 y es la más baja del mundo, incluso en comparación con países más desarrollados.
Por eso, el secreto está en la accesibilidad y no solo a la administración de quimioterapia, radiación o cirugía. Con la conformación de unidades especializadas y la colaboración con las fundaciones e instituciones nacionales, se lleva adelante un abordaje terapéutico multidisciplinario.
En la actualidad, en el mundo solo el 20% de los casos no tiene cura, no obstante las patologías oncológicas representan la primera causa de muerte relativa a una enfermedad entre los niños que residen en países desarrollados.
Es así que con la mira puesta en mejorar los controles que –en general-- los padres tienen sobre sus hijos más pequeños y su conversión en aliados clave de la detección temprana, se acordó en Luxemburgo en el año 2001, que cada 15 de febrero se realicen acciones de prevención para una enfermedad con alta incidencia en la población infantil.
En este caso, los pediatras insisten en un mejoramiento de los controles clínicos de los niños durante los dos primeros años y en la etapa prenatal. Allí se determinará a tiempo más del 50% de los tumores malignos, en edades donde solamente los padres o los médicos se dan cuenta de lo que ocurre.
En cuanto a Uruguay, el desafío se plantea en un aumento de la cura de los adolescentes mayores, donde los resultados aún se encuentran por debajo de lo posible y la instrumentación de un proyecto de similares características al tratamiento oncológico infantil que tantas satisfacciones científicas y comunitarias otorga año tras año.
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
Feb / 2016
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com