Opinion | 14 Feb Dos empresas se presentaron al llamado del Comité Ejecutivo de la 51ª Semana de la Cerveza de Paysandú para hacerse cargo “de la organización, realización y explotación de los espectáculos artísticos y culturales a desarrollarse en el Anfiteatro del Río Uruguay o escenario alternativo entre los días sábado 19 y domingo 27 de marzo”. Según detallaba el llamado, las productoras debían contar con una grilla de artistas locales, nacionales e internacionales al momento de presentar su propuesta. En momentos en que la programación se viene diseñando, creemos oportuno referirnos a la participación de los artistas locales en la gran fiesta de los sanduceros.
Según ha comprobado EL TELEGRAFO, en varias oportunidades artistas de Montevideo y de otras ciudades de la región que han visitado Paysandú en los últimos años han manifestado su sorpresa, y hasta su asombro, ante la efervescencia cultural que encontraron en Paysandú. Para los sanduceros tal vez no sea tan evidente, pero en la ciudad, sobre todo en determinadas épocas del año, abundan las propuestas culturales: presentaciones de libros, muestras plásticas, espectáculos de danzas, obras teatrales, funciones de cine --que en los últimos tiempos han comenzado a incluir producciones locales-- y mucha, mucha música. Jazz, rock, folclore, tropical, tango, canción de autor, y muchos otros géneros y subgéneros son abordados por nuestros músicos.
Entre los factores que dieron origen a esta vibrante escena artística que caracteriza a nuestra comunidad, podemos mencionar la tradición creativa que nos legaron varios referentes culturales históricos, el esfuerzo y responsabilidad de muchos docentes formadores de nuevos artistas, el trabajo empecinado --a veces quijotesco-- de diversas compañías y colectivos, el apoyo incondicional de espacios siempre dispuesto a abrir sus puertas... Y también la apertura de la gran mayoría de periodistas y comunicadores y los medios a los que pertenecen, siempre dispuestos a apoyar el arte local. Todo esto lleva a pensar que los artistas, cada vez más, han ido legitimando su espacio en nuestra sociedad. Hoy, respecto a otras épocas, hay mucha más gente que sabe que detrás de la música y las artes visuales y escénicas, hay oficios y profesiones que vale la pena valorar y apoyar. Quien siga de cerca lo que pasa verá además la constante preocupación de los artistas por mejorar sus creaciones y su sonido (en el caso de los músicos), y, más allá de lo artístico, su aporte incondicional cuando se trata de estar presente en alguna actividad benéfica o de interés social.
Hay que decir, sin embargo, que no todo lo que brilla es oro, que nuestros artistas --salvo muy contadas excepciones--, deben recurrir a otros trabajos para subsistir. Que muchas veces es evidente que quienes se han formado como artistas no cuentan con plataformas de expresión donde ejercer sus conocimientos y habilidades. Que a menudo son subestimados. Que producir un espectáculo artístico de la calidad que desearían, suele demandar recursos que están fuera de su alcance. Que a menudo terminan soñando con otros horizontes, donde no resulte tan arduo vivir una vocación.
Tras conversar con varios músicos sanduceros, podemos afirmar que el vínculo de los artistas locales con la Semana de la Cerveza ha sido en muchos casos conflictivo. A través de los años se han vivido situaciones que han ido desde prescindir totalmente de los valores locales al armar una programación, hasta su contratación por mero compromiso. Hay muchas anécdotas al respecto. Una vez se contrató a un grupo de covers en inglés y se lo incluyó en una peña de folclore tradicional. Otra vez, un grupo fue a tocar a un escenario para encontrarse que se había programado otro número a la misma hora. En otra oportunidad, a la cobrar el cachet se supo que el contrato estaba desaparecido. Otro caso --que desató una verdadera guerra de opiniones en las redes sociales, cuando un cantautor decidió renunciar a su actuación-- fue el de artistas que eran contratados y destinados a un escenario perdido en un rincón del predio ferial, sin luces, con pésimas condiciones de sonido y situado en un contexto de alta contaminación sonora. Con los años, los artistas locales prácticamente se los ha excluido del escenario “Jorge Gavary”.
Para la presente edición de la Semana, se sabe que varios artistas y grupos han sido convocados por las empresas que respondieron al llamado público, pero no se ha dicho adonde pueden dirigirse aquellos que deseen presentar sus propuestas artísticas y sus presupuestos. No pretendemos aquí pasar factura a nadie, ni revivir viejas polémicas, sino más bien mirar hacia el futuro.
Si bien es una realidad inapelable que haya un mayor destaque para los grandes artistas que llegan desde otros lugares, precedidos por la fama y el éxito, es hora también de mirar hacia las manifestaciones culturales lugareñas, y que haya una muestra de sensibilidad desde quienes tienen en sus manos la posibilidad de tomar decisiones al respecto, y desde el público en general. Nuestros artistas contribuyen en gran medida a proyectar la imagen de Paysandú desde lo cultural. Una programación variada y de calidad merece tenerlos como protagonistas.