OPINIÓN

Locales | 14 Feb ENTRE EL IRPF Y EL IASS
En materia de explayar su apetito recaudatorio, los gobiernos del Frente Amplio catapultaron la idea de que “los sueldos son rentas”. Según la dupla Vázquez - Astori desde su primer gobierno, lo que una persona cobra a fin de mes por su trabajo, no es el sueldo, es una renta.
Hace muchos años cuando anduve por la Universidad hice un curso de Economía Política y creo recordar que el sueldo en dinero era lo que pagaban por el trabajo mensual. En aquellos años, cuando yo daba riqueza con mi trabajo, me lo remuneraban con dinero que era la representación de esa riqueza. Si daba mucha riqueza recibía mucho dinero. Si solventados mis gastos, me sobraba dinero --y lo guardaba-- eso era ahorro. La suma de los ahorros formaba un capital personal. Si lo invertía en alguna forma, lo ponía a rentar. Sobre las ganancias que eso generara y según su monto, me cobraban impuestos. Generalmente llamado a las “ganancias elevadas” o “a la renta”.
Recuerdo que estando becado en Suiza me enteré que la base de su sólida economía era que allí la inmensa mayoría de las personas ahorraban. Cada ahorro personal era un infinitésimo y la suma de esos infinitésimos, como demuestra la Matemática, tendía a un infinito que era: el ahorro nacional. Plata propia. Plata de los suizos. Cuando Suiza necesitaba dinero en vez de pedir plata prestada afuera, apelaba a ese ahorro nacional formado por los millones de ahorristas que eran parte de los ocho millones de habitantes de la Suiza de aquel entonces. Y les pagaban por el servicio. De ese modo, no generaban deuda externa.
Con el andar del tiempo concluí que los depósitos bancarios que Suiza recibe de todos los que dudan de la moral de sus gobiernos y bancos, es el resultado de esa solides económica propia, lo cual termina de consolidarlos como una potencia económica en el mundo, no obstante no tener materias primas ni otra riqueza que su constante trabajo desarrollado dentro de la autoexigencia y siempre en niveles de máxima excelencia.
Volvamos al Uruguay, nuestra “tasita de plata” hoy convertida --Mujica mediante-- en “el cenicero del porro”. Ese verso del IRPF que convertía el sueldo en renta, aplicado a la masa trabajadora (obreros, empleados y patronos) dio tanto dinero que aquel apetito recaudatorio, se convirtió en gula recaudatoria y se le aplicó también a los jubilados y pensionistas. A poco de eso hubo reclamos ante la justicia que dio la razón a los que se presentaban a protestar. ¡Era un atropello brutal, demasiado grueso, querer hacer creer que la jubilación era sueldo! Los jubilados o pensionistas cobran mensualmente una parte de lo que ya aportaron durante toda su vida de trabajo. Recogen dinero del montón de dinero que pagaron por adelantado mediante sus descuentos de aportes jubilatorios (montepío).
En consecuencia: les sacaron el IRPF. Pero el Frente Amplio no iba a dejar escapar su jugosa presa. Máxime que era una masa más fácil de vencer y arrollar debido a tres condiciones: 1) la avanzada edad de sus integrantes; 2) los jubilados y pensionistas no pueden hacer huelga; 3) votan muy mal cuando eligen su representante en el Directorio del BPS. Hace años que eligen gente que terminan siendo herramientas del gobierno: ejemplo el Sr. Sixto Amaro.
Por todo eso el Frente Amplio le quitó a los pasivos el IRPF y los cargó con el IASS. Para que después de aportar toda la vida… sigan aportando para “asistir” de nuevo con descuentos leoninos, muchos de los cuales superan hasta el montepío que pagaban cuando trabajaban.
De las entidades que dan seguridad social, la mayor es el BPS. Pero --¡siempre hay un pero!-- además existen otras Cajas de jubilaciones y pensiones. Yo recuerdo la Caja de Jubilaciones y Pensiones de los Profesionales Universitarios, la Caja Notarial y la Caja Bancaria. A todos los beneficiarios de esas Cajas, que pasan los topes, les cobran IASS. O sea que el total de la recaudación del IASS proviene de los aportes de los beneficiarios del BPS y también sale de esas otras tres Cajas. No obstante todo lo que se recauda por el IASS entra en una sola caja: la caja registradora del BPS.
Para mí, el IASS está mal. Pero además, supuesto que fuera cierto y válido el criterio del Frente Amplio de asistencia a la seguridad social, lo que se recauda por IASS en cada Caja, debería ingresar directamente en cada una de ellas, porque necesidad de asistencia tienen todas, no solo el BPS. Pero soportamos un trato totalmente injusto por discriminatorio, donde todos seamos de la Caja que seamos, asistimos al BPS, pero nadie nos asiste a nosotros que aportamos toda la vida a nuestra Caja y ahora tenemos que soportar --para colmo del desparpajo-- que desde el gobierno nos digan que esas Cajas se van a fundir si no reformamos sus leyes de creación.
Hay una cuestión de fondo muy clara. Ninguna estaría en situación de inestabilidad financiera si todo o parte del dinero despojado por el BPS a través del IASS, lo hubieran volcado en las cuentas propias de cada una de esas Cajas. ¿O la Caja Bancaria por ejemplo, estaría con doble o triple tributación si hubiera recibido ese dinero? Y qué decir de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de los Profesionales Universitarios cuyos afiliados están obligados a aportar para el Fondo de Solidaridad de donde se financian las becas estudiantiles y no les disgusta. Pero lo que los irrita mucho es que en el Presupuesto aprobado recientemente por el gobierno, le quitaron su representante en el Directorio que administra ese Fondo. O sea: la orden del gobierno es: universitarios, ustedes sigan poniendo la plata, que nosotros los echamos de la administración de esa plata de ustedes. Pero ese tema dará para otro encuentro con ustedes.
Ingeniero agrimensor Ramón Appratto Lorenzo