Policiales | 16 Feb El accidente que tuvo lugar en las caudalosas aguas del río Queguay, a unos 25 kilómetros al norte de la ciudad de Paysandú, que costó la vida de los hermanos Eduardo María y Pablo Darío Thome Giossa, y del hijo de éste último, David Thome Colman, de 12 años, continúa conmoviendo a la sociedad sanducera; sentimiento que se acrecienta ante la incertidumbre respecto al paradero de la pequeña Cecilia Thome Milan (hija de Eduardo María), de 9, cuya búsqueda se reanudará hoy.

LAS PRIMERAS HORAS
Tal como informara EL TELEGRAFO, la Policía tomó conocimiento del hecho próximo a las 17 del domingo a través de un llamado telefónico realizado por un campamentista al 911. Desde el Centro Departamental de Comando Unificado se alertó sobre lo ocurrido a la Seccional Sexta, con asiento en Quebracho, por encontrarse dentro de su jurisdicción.
Extraoficialmente se supo que, de inmediato, efectivos se hicieron presentes en la zona junto al comisario Gabriel Pérez, al igual que el comisario inspector Alfredo Coelho, quien está está a cargo de la División Territorial II (que va de la Seccional 6ª a la 13ª). Ingresaron al lugar, a través de la portera ubicada en el kilómetro 393 de Ruta 3, predio perteneciente a la empresa citrícola Milagro S.A., para recorrer el difícil camino que lleva hacia la zona del campamento del Queguay, a unos 300 aguas abajo de la cascada, sobre el margen norte.
Allí se entrevistaron con un integrante de la familia Thome, que estaba de paseo en la zona, quien dijo que la embarcación que ocupaban dos de sus hermanos, un primo y tres menores de 12, 11 y 9 años, había zozobrado a unos metros aguas abajo de la cascada.
Asimismo, indicó que se encontraba dormitando en el campamento cuando escuchó los gritos en pedido de auxilio. Sin dudarlo se lanzó al agua y logró ayudar a su primo, Gonzalo Thome Fernández, de 25 años, a que llegara a salvo a la orilla, lanzándole una cuerda. Rápidamente volvió a ingresar al río donde tomó a sus dos sobrinas, Virginia (11) y Cecilia (9), pero lamentablemente la más pequeña se soltó de su mano, debido a la fuerza de arrastre de la corriente. Virginia habría logrado mantenerse a flote haciendo la “plancha” boca arriba, de acuerdo al relato de testigos.
Mientras la Policía brindaba atención a los sobrevivientes, se solicitó colaboración a la Seccional Quinta, así como a Prefectura, cuyos efectivos partieron desde el destacamento ubicado en la desembocadura del arroyo San Francisco. También se sumó Bomberos y la Bepra. En su trayecto río arriba, los efectivos de Prefectura lograron divisar algunas tablas de madera que se presume hayan pertenecido a la embarcación de fibra de vidrio, con motor de 5 caballos de fuerza, de la familia Thome Giossa.
Sobre las 19.30, en medio del clima de congoja de los familiares --a unos metros de la orilla--, se recuperó el cuerpo de Eduardo María y, media hora después, el de su hermano Pablo Darío. El hecho fue puesto en conocimiento del juez de Paz, quien ordenó que los cadáveres fueran trasladados a la morgue para el examen forense y posteriormente fuesen entregados a sus familiares. Mientras, se montó una guardia en la zona, ya que restaba localizar a los dos menores, y los trabajos se detuvieron una vez llegada la noche.

OPERATIVO DEL DÍA 2
A primera hora de la víspera comenzó el nuevo operativo de búsqueda. Las tareas estuvieron a cargo de Prefectura, en coordinación logística con la División Territorial II, que a bordo de un lanchón utilizó un grampín (o rezón) con el cual se puede realizar un rastrillaje a fondo. Pasadas las 13, a unos 20 metros de la orilla --próximo al lugar donde fueron encontrados los dos adultos-- fue posible ubicar el cuerpo sin vida de David Thome Colman.
Sobre las 18 horas, cuando se podía apreciar una importante nubosidad, y al momento en que familiares y amigos asistían al sepelio de los hermanos Thome Giossa y del pequeño David en el Cementerio Central, los rescatistas dieron por finalizada su labor. Asimismo, se confirmó a EL TELEGRAFO que la búsqueda de Cecilia se reanudará a primera hora de hoy.
NO FUE DESPACHADA
Horas después del accidente fue posible precisar que la embarcación, de acuerdo a lo vertido por allegados a la familia, no había sido despachada, es decir, se había omitido informar a Prefectura los detalles de dónde saldría y cuántas personas irían a bordo; algo que las fuentes consultadas concordaron en afirmar que es de vital importancia ya que se trata de un curso importante de agua. Además, se confirmó que ninguno de los seis ocupantes de la chalana llevaban chaleco salvavidas, otro de los requerimientos.
Si bien el río está crecido --basta observar la caída de agua de la cascada para notarlo-- se indicó que el agua corría con más fuerza que lo habitual.