Rurales | 17 Feb El productor sanducero Sebastián Girard lleva adelante sus emprendimientos de huerta en el departamento de Paysandú utilizando un sencillo pero eficiente sistema de riego que le permite regar varias hectáreas de zanahorias –ésta en contra estación–, zapallos, boniato y cebollas. Las chacras en cuestión se ubican en el ejido de Paysandú y el sistema utilizado es novedoso en el departamento, pero no en otras zonas del país, como por ejemplo en Salto, donde otros productores lo aplican.
Habitualmente en el verano nuestro país no tiene producción de zanahoria debido a las altas temperaturas, por lo que el productor y empresario sanducero decidió plantar pero con riego, procurando lograr una buena producción. En realidad el riego “se hace para bajar la temperatura de la planta”, explicó a EL TELEGRAFO, indicando que se hace de continuo durante todo el día.
En las chacras de Girard se hace riego por aspersión automatizado. “La cañería madre es la que se mueve. Y los aspersores también cuando se termina el riego por aspersión y se pasa a cinta”, dijo. El riego solo se para a la noche y prosigue durante las horas de sol, “regándose aproximadamente unos 20 milímetros por día, teniendo en cuenta que en una hectárea de zanahorias es necesario abundante agua para mantener la humedad”.
Para el productor, “hacer horticultura sin agua no es viable. Si no regás, seguramente no podrás cosechar nada”. Y explicó que el gasto de electricidad “es importante, pero la rentabilidad es buena al ser un cultivo que no se encuentra en esta época del año. Haciendo bien el riego, no hay forma de fracasar”.
Por cada hectárea de cultivos, posee 100 aspersores “y por cada línea son 100 metros de caños y son nueve líneas, por lo que hay casi 1.000 metros de caño” en cada hectárea plantada. El agua que tira cada aspersor llega a 10 metros de diámetro, y cada uno son 350 litros por hora. Está automatizado con temporizadores que entre 10 o 15 minutos se regula y cambia automáticamente a otro sector de la chacra.

RENDIMIENTOS
Los números de rendimiento para el productor son más que claros. En la chacra de zanahoria, si no hubiera implementado el sistema de riego obtendría con lluvias normales entre 15.000 y 18.000 kilos –el factor sol es sumamente importante para el fracaso del cultivo, y con riego obtendrá entre 40.000 y 45.000 kilos en la cosecha de abril. Sostuvo que “en el mes de abril es cuando hay más faltante de zanahoria en el país” y su venta en contra estación tiene un mercado más demandado. El riego también lo aplica en las otras variedades de huerta.
En cuanto a boniato, Girard planta alrededor de siete hectáreas, obteniendo entre 15.000 y 18.000 kilos por hectárea. En estos momentos está en plena cosecha. “Incluso planté boniato más tardío, el que no hubiera nacido sin riego porque se sembró en enero y justo en ese mes no se registraron precipitaciones en toda la zona”, dijo.
También hay sembradas alrededor de tres hectáreas de zapallo, a ser cosechado entre abril y mayo, estimando que se obtendrán entre 15.000 y 18.000 kilos. Respecto a la cebolla, en marzo se comenzará la siembra de unas cinco hectáreas.
Además de abastecer en toda la ciudad, el empresario también comercializa su producción en otros departamentos e incluso en el Mercado Modelo, en la capital del país.