Locales | 22 Feb En el local de la Oficina Territorial del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), la ministra Marina Arismendi, acompañada por el director del Sistema Nacional Integrado de Cuidados, Julio Bango, y el director de Políticas Sociales, Mauricio Guarinoni, recibió inquietudes de organizaciones que atienden a la infancia, adultos mayores y discapacitados, además de cooperativas sociales y pedidos de concreción de nuevos Centros de Atención a la Infancia y Familia (CAIF), para atender a niños de 0 a 4 años.
“El Mides tiene una gran ventaja, porque nació como último ministerio y lo hizo descentralizando. Desde la época en que Carlos Damico y Ricardo Fleitas trabajaban solos y con el apoyo de voluntarios hasta lograr hoy una Mesa Interinstitucional, con tantas actividades desplegadas en el territorio, demostrando el avance en esta década”, dijo Arismendi a EL TELEGRAFO.
Durante la recorrida por diversos barrios con el presidente Vázquez, “fuimos a los lugares más difíciles, para conocer los problemas de sus habitantes y vimos a un presidente radiante porque nos dice que así hay que gobernar, directamente con las personas”. Consultada acerca de la realidad de las zonas de alta vulnerabilidad socioeconómica que quedó tras la última creciente del río Uruguay en Paysandú, la ministra reconoció: “nosotros, como Mides, la llamamos 'la pobreza que nos queda' o 'la vulneración de derechos', que es uno de los tres ejes estratégicos del ministerio. En la estadística local, un 0,5% de indigencia y un 4% de población por debajo de la línea de pobreza no son nada porque estamos entre los países de renta media alta, según los organismos internacionales; pero en la vida real son personas que tienen a su cargo niños, adultos mayores o discapacitados a quienes hay que dar una solución”, finalizó.