Policiales | 29 Feb Cuatro hombres resultaron procesados tras comprobarse su responsabilidad en la comercialización de estupefacientes, en el marco de la operación “Curupí”, que también desbarató cuatro expendios de droga.
Las acciones fueron llevadas a cabo tras una paciente investigación llevada a cabo por la Brigada Departamental Antidrogas que puso en jaque el negocio, enmarcado en el mercado negro, que registraba un movimiento mensual del entorno de los 250.000 pesos entre las bocas ubicadas en los barrios Curupí, Río Uruguay y de las inmediaciones de Enrique Chaplin y Almagro.

LOS PASOS DE LA INVESTIGACIÓN
Contando con varios elementos a su favor, personal de la Brigada Departamental Antidrogas comenzó a trabajar hace poco más de un año, con vigilancias que permitieron ir identificando a los compradores, a la vez que recababan pruebas y declaraciones. En tal sentido, uno de los ahora procesados había sido identificado por su actividad delictiva en ocasión de realizarse la operación “Coyote”, ya que estaba señalado como colaborador de “El Conejo” González (principal proveedor) y su hijo.
De acuerdo con datos confidenciales obtenidos por EL TELE--GRAFO, los compradores mencionaron que adquirían el “papel” (envoltorio de nylon) de cocaína a 100 pesos y la “palanca” de marihuana” a 50 pesos. Luego consumían la droga utilizando la modalidad de “nevado”, nombre con que se conoce al cigarrillo (“porro”) armado con cocaína y una base de marihuana.
Con autorización de la Justicia, los efectivos de la Brigada implementaron una vigilancia en las cercanías de playa Park, lugar donde se presumía se encontraría C.A.M., de 37 años, conocido por utilizar como parte de su apodo el nombre de su madre, quien habría concurrido a vender droga a los ocasionales asistentes a la costanera, ya que utilizaba la modalidad de delivery, concretando entregas en puntos de gran concurrencia.
Cuando pretendía retirarse del lugar, a bordo de una motocicleta Yamaha TZ, fue detenido por la Policía, ocupándosele 3.000 pesos y algunos dólares. Asimismo, fue aprehendido Ramón Yamandú Guevara Sotelo, de 56 años, apodado “El Mono” --un reducidor que había sido procesado por receptación en 2009--, quien llevaba consigo la suma de 600 pesos y alrededor de 20 “papeles” de cocaína fraccionada.

ALLANAMIENTOS Y
MÁS DETENCIONES
Los efectivos de la Brigada, con colaboración de personal de la Unidad de Patrullaje y Respuesta (UPR), hicieron un allanamiento en una finca del barrio Curupí, desde donde fue conducido Luis Eduardo Leiva de los Santos, alias “El Boniato”, de 34 años, poseedor de antecedentes penales por desacato tras haber apedreado varios móviles policiales durante un procedimiento hace unos años. Este fue señalado como el vendedor más pequeño en cuanto a cantidad, pues a él se remitían los compradores cuando los demás no se encontraban.
En ese momento quedó pendiente la detención de otro hombre, de 21 años, que no fue localizado. Éste, sindicado como el que comandaba dos bocas de venta, una en barrio Chaplin y otra en Curupí (ésta funcionaba de 12 a 22 horas), finalmente se presentó en el Juzgado acompañado por un abogado. Además, fueron aprehendidas tres mujeres vinculadas a los sujetos. Al intervenir la Justicia, se resolvió el procesamiento con prisión de C.A.M. por un delito continuado de distribución y negociación de estupefacientes y el procesamiento con prisión de Ramón Yamandú Guevara Sotelo, Luis Eduardo Leiva de los Santos y Y.S.A.H., por un delito continuado de suministro o venta de estupefacientes. Finalmente, tras ser trasladados a la Dirección de Investigaciones de la Zona 1 para elaborar sus prontuarios, fueron trasladados a la Unidad Nº 16 del Instituto Nacional de Rehabilitación (excárcel departamental).