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Paysandú, Martes 08 de Marzo de 2016

CON JEFATURA DE POLICÍA

La Guardia Republicana retornó para colaborar en materia de seguridad con Jefatura de Policía

Policiales | 01 Mar Un grupo de más de 30 efectivos y operarios pertenecientes a la Guardia Republicana arribó en plan “recambio” a la ciudad, para reforzar las acciones que realiza la Jefatura de Policía de Paysandú en materia de seguridad, respondiendo de esta manera a los diversos planteos que tanto el Comando, como así también los ciudadanos y comerciantes, elevaron al ministro del Interior, Eduardo Bonomi, en ocasión de la audiencia celebrada previa al Consejo de Ministros.
De acuerdo a información recogida por EL TELEGRAFO, la presencia de la Republicana –que se estima será por unos días– permitirá además estar a la orden en caso de que la Intendencia solicite colaboración para volver a formar parte de la fiscalización del tránsito, como ocurrió días pasados.
En tanto, extraoficialmente, se supo que los trabajos con la Policía buscarán cesar la intensa ola de arrebatos que azota a la ciudad, así como proceder a la identificación de personas en actitud sospechosa, entre ellos los cuidadores de automóviles y motos no habilitados por la Intendencia, y colaborar en acciones que Jefatura emprenda en procura de salvaguardar a la ciudadanía.

BALANCE DE LOS PRIMEROS DÍAS
En tal sentido, el jefe de la División III (Zona Interior) de la Guardia Republicana, comandante mayor Luis Pereyra, expresó a EL TELEGRAFO que el trabajo conjunto fue muy bueno: “Creo que lo más importante es el mensaje a los ciudadanos de que hay que andar bien y hacer las cosas correctas y la buena química que hubo en la forma de trabajar con Tránsito y Jefatura. En estos días de trabajo se incautaron 122 motos, se aplicaron 488 contravenciones, dieron positivas ocho espirometrías, se procedió a la detención de más o menos 40 personas de las cuales resultaron procesadas sin prisión seis de ellas”.
“A nosotros no nos interesa el sometimiento a la Justicia o el procesamiento porque ya cuando llegamos ante un juez penal es porque toda la otra parte fue agotada. Lo más importante es que ojalá no encontremos más motos en infracción, no haya que poner más contravenciones y que por ejemplo el ciudadano pare y nos diga: 'mire se me quemó la luz y voy a cambiarla' y todo sea para evitar males mayores. Es decir, que vuelva el río a su cauce, como decimos comúnmente, que en definitiva es el espíritu de todo esto”, sostuvo.

FUERZA RECIA PARA SITUACIONES CRÍTICAS
Respecto a la metodología de trabajo que lleva adelante la Republicana, Pereyra expresó: “Nuestro accionar siempre va a traer gente a favor, gente que simplemente lo acepta y gente que no lo acepta. La forma de actuar de la Guardia es una forma recia, nosotros venimos acostumbrados a situaciones críticas. Si se nos llama es porque hay determinada incidencia a nivel social que está afectando. La forma de actuar es una sola, no sale de lo correcto. De repente nos encontramos con aquel que quiere parlamentar y formar una tribuna en la calle y a nosotros la experiencia nos dice que eso es contraproducente porque se producen arengas, acumulación de personas. Por allí de una cosa simple como es la observación, la multa o la retención de un vehículo por parte del municipio por infracción aduanera, puede terminar en un incidente público que no tiene por qué serlo, pero el factor humano es lo que se dispara. Nosotros cortamos el cable de entrada, no dejamos que se una el detonador con la carga explosiva”.
“Cada vez que actuamos en Paysandú hubo gran cantidad de público, por ejemplo en plaza Artigas. Se leen desmanes donde no hay y todo va con la intención que uno le ponga. Entiendo a aquel que defienda a su conciudadano, al niño, al menor, pero debe entender también que un representante del Estado no está actuando porque se levantó loquito y le dio ganas de ir a sacar motos o porque el director de la Guardia amaneció con los pies mojados y dijo: 'vámonos a Paysandú a sacar motos'. Hay todo un proceso de observación e información y un requerimiento, entonces se atiende eso”, explicó.
Asimismo, llamó la atención del jefe que personas que estuvieron observando el accionar en los procedimientos tomaran fotografías o filmaran. “Estábamos extrañados porque todo el mundo filmaba, entonces nos acercamos a preguntar si habían pedido autorización para hacer imágenes de un procedimiento policial ante Jefatura o el ministerio, porque todo está en después qué muestro. Por eso, contamos también con registros policiales para no quedar omisos en ese sentido, además que estuvimos acompañados por la prensa durante los días de trabajo”, dijo.
Respecto a los incidentes, Pereyra narró uno que le tocó vivir: “Tuve un incidente con un señor, que me tocó lo que me dijo, y si tengo la oportunidad de volver a hablar con él se lo voy a decir. Él iba en un camioncito y los chiquilines estaban todos en la calle que parecían hormigas y yo estaba desesperado porque tenía miedo que alguien en moto disparara o un vehículo nuestro incluso (los lesionara), entonces les pedí que salieran de ahí. Cuando él pasó, se subieron como un enjambre al camioncito, lo paré y le dije que no. Me contestó que iba a una canchita cercana y le respondí: 'a mí no me importa'. Y el hombre me dijo: 'no puede decirme que no le importa'. Y le dije: 'tiene razón porque tiene que importarme, pero no podemos legalizar lo que está mal', porque no tenía el vehículo habilitado para cargar niños, así sea por un metro y menos estando nosotros operando en el lugar. El otro señor que iba con él estaba de acuerdo, pero él adoptó una posición firme, la que reconozco porque el hombre está haciendo un trabajo (social) serio, recuperando gente, dándoles identidad. Ojalá todos esos niños fueran guardias el día de mañana, para mi gusto, o fueran jugadores de fútbol, para el suyo”.

GOLPEÓ A UN GUARDIA
Consultado respecto al incidente en que un civil se desacató, intentó tomar el arma larga de un efectivo de la Guardia Republicana y finalmente, cuando éste procedió a aprehenderlo, le propinó un golpe de puño en el rostro, Pereyra indicó: “Se puso en conocimiento del magistrado y se dispuso que permaneciera en Paysandú. Se fijó audiencia para hoy (por ayer) a las 9. Fueron, declararon y se resolvió el procesamiento sin prisión del agresor”. Incluso este hecho causó la demora del cambio de personal, “estuve demorado (en la llegada a Paysandú) porque el vehículo con que el que haría el cambio era de ese efectivo”. “Pudimos hacerlo en la zona de Mendoza, en Florida, ya que casualmente tenía que pasar por nuestro destacamento de allí”, agregó.
Ratificó por su parte que se trató de un intento por tomar el arma “porque una de las cosas que tiene el equipamiento nuestro es que las fundas vienen con un seguro especial, que si está puesto tiene que romper la funda –de la misma marca del arma– para sacarla. Es imposible sacarla, salvo que estemos hablando de alguien que conoce de armas o de un enfrentamiento policial o militar”.
“A veces puede pasar, por el factor humano de venir de un tiempo en que solo tengo derecho y garantía a que me vengan a imponer algo o decirme que ahora las cosas son de tal manera y no de la otra, que la mente humana frágil reacciona así”, comentó.


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