Opinion | 04 Mar En dos semanas comenzará la 51ª Semana de la Cerveza de Paysandú, la primera de la Administración Caraballo. Si se mira con mentalidad de turista, quienes planifican viajar durante la Semana de Turismo, muy probablemente están considerando Paysandú como una buena opción dado el indudable prestigio de la Semana. Que como tantas cosas de Paysandú tiene mucho más fama entre los “de afuera” que entre los sanduceros, devotos del pensamiento hipercrítico, definido como “espejismo crítico”.
Tiene gran impacto regional, tras cincuenta años sin faltar ni uno. La Semana de la Cerveza ha pasado por varias etapas, desde aquella inicial impulsada por empleados --especialmente José Gavary y los directores de Norteña-- hasta la actual, donde se instrumentó una gestión público-privada, en la medida que la programación artística queda en manos de una productora privada. Tuvo también una etapa de sesión a privados y una muy dura, que puso en riesgo su supervivencia, cuando fue cerrada la cervecería y se terminó el patrocinio y apoyo de la misma a la principal fiesta popular sanducera.
No obstante, un emprendimiento turístico --que de eso se trata en definitiva la Semana-- no puede difundir sus atractivos menos de dos semanas antes de su comienzo. Y sin dudas eso ocurrirá este año porque ni siquiera ha sido anunciado por parte del comité organizador cuándo se presentarán los atractivos programados para este año.
Además, no es lo más importante difundir los atractivos en Paysandú, porque se necesita de turistas que vengan a esta ciudad y dejen en plaza los 50 dólares por persona y por día estimados por el Ministerio de Turismo. Este año la productora que tendrá a su cargo la programación artística organizará un lanzamiento en Buenos Aires. Excelente, pero ¿cuándo?
Se necesita tiempo para que las personas y los prestadores de servicios turísticos se organicen. Ya, queda claro, ese tiempo terminó. Es cierto, Paysandú fue golpeado por una inundación muy importante, que desplazó a más de 6.000 personas de sus hogares. Eso hizo que todos los recursos humanos de la intendencia se concentraran en la emergencia, relegando otros asuntos, entre ellos la organización de la Semana de la Cerveza.
No obstante, queda claro que la mejor solución era encarar con otro equipo de trabajo la organización de la fiesta popular. El criterio que el comité organizador esté integrado fundamentalmente por directores de la intendencia es relativamente nuevo. Hubo un tiempo en que personas de buena voluntad y buenas ideas lo integraron, junto al Centro Comercial e Industrial de Paysandú. Y fueron los años que impulsaron y desarrollaron la fiesta. Fueron los años de los grandes resultados.
Lamentablemente, este año la difusión de la Semana se hará prácticamente sobre la fecha. Pero todo debe servir de experiencia. Quizás para el año que viene, se pueda incorporar al comité organizador a personas no dependientes de un cargo municipal que obviamente les exige otras funciones.