Paysandú, Jueves 10 de Marzo de 2016
Locales | 07 Mar Un automóvil Ford A, muy bien presentado, reluciente en su chapa y pintura, como si se tratara de un coche recién salido de la planta de montaje, producto de una restauración general donde solamente resta culminar algo en tapicería, y con el motor “cantando” su melodía a nuevo, se presentó ante la cámara de nuestro fotógrafo, quien obviamente no dudó en tomar imágenes.
Este automóvil es propiedad de Youssef Aghnatios, quien lo tiene en su poder desde hace unos siete años, según manifestó. El auto fue restaurado totalmente, su motor original de cuatro cilindros quedó a nuevo, en tanto algo similar ocurrió con la carrocería. Este Ford A pertenece a la versión de dos puertas, techo duro, el “cuadradito”, como solían denominar a este tipo de modelo.
Repasando brevemente la historia del Ford A, que fue fabricado entre 1927 y 1931, fue un automóvil producido por el fabricante estadounidense Ford. Como ya es conocido, el Ford A fue el segundo gran éxito de la marca tras su producción del Ford T. Producido por primera vez el 20 de octubre de 1927, no salió a la venta hasta el 2 de diciembre de dicho año. Reemplazó al famoso modelo T, que había estado 18 años en producción. El Ford A estuvo a la venta durante su período de fabricación, en cuatro colores estándar, pero ninguno de ellos correspondió al negro.
De estos autos llegaron a producirse y comercializarse 4.320.446 unidades. Para los analistas en materia económica, el Ford A fue el vehículo que le permitió a Ford Motor Company sobrevivir a la gran depresión de principios de los años 30. El responsable del diseño fue Edsel Ford, hijo de Henry Ford, quien se caracterizó por ser abierto a las innovaciones y a las ideas modernas. Edsel también desarrolló la comercialización del modelo A con ideas y métodos que supieron arribar a muy buenas soluciones.
Volviendo al Ford A de Youssef Aghnatios, comentó que se trabajó tanto en la parte mecánica como en la carrocería y se pintó a nuevo en verde con los guardabarros negros, como es tradicional en el modelo y las llantas de alambre de amarillo. El motor funciona muy bien, el encendido –tradicional en estos autos– es de seis voltios. Queda por terminar el tema del tapizado. En suma, un auto muy bien presentado, con dos cristales por lateral, uno en la puerta y otro posterior fijo, la rueda auxiliar en la popa, y el tradicional frontal común al modelo, así como los estribos y guardabarros.
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