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Paysandú, Sábado 12 de Marzo de 2016

Procesaron con prisión al homicida de David Fremd; será evaluado por facultativos en Hospital Vilardebó

Policiales | 10 Mar Pasadas las 21, el juez penal de Segundo Turno, Fabricio Cidade, dictaminó el procesamiento con prisión e internación provisoria en el Hospital Vilardebó de Carlos Omar Peralta López, de 35 años, autor del homicidio del empresario David Fremd Wulf, motivado por el fanatismo hacia la religión islámica que profesa.
Fuentes confiables vinculadas con la investigación precisaron a EL TELEGRAFO que el sujeto, quien se hacía llamar “Abdullah Omar” en su perfil de la red social Facebook, admitió haber sido “un instrumento de Alá” a la hora de asesinar de varias puñaladas al sanducero. El hecho, que aún conmociona a los habitantes de Paysandú, la comunidad israelita e incluso ha sido reflejado por los medios a nivel internacional, tuvo lugar próximo a las 15 del martes en la vereda del comercio familiar “La Popular”, ubicado en avenida España y Guayabos. Hasta allí llegó el iracundo sujeto, poseedor de antecedentes penales por receptación (2008), quien hizo la guardia hasta que logró divisar a uno de los hermanos Fremd, de quien públicamente se conocía pertenecía a la comunidad judía.

EL PEDIDO DE LA FISCALÍA
Del pedido de procesamiento de la Fiscalía surge --coincidiendo con lo informado por EL TELEGRAFO-- que el matador se presentó “munido de una cuchilla en busca del propietario de dicho comercio”.
“Esa tarde D.F.W. (David Fremd Wulf) y su hijo G.F. llegaron a su comercio como era habitual hacerlo y al bajarse de su vehículo, D.F.W. fue interceptado por P. (Peralta López) quien le asestó varias puñaladas. Alertado de lo que ocurría, G.F. se acercó a auxiliar a su padre, logrando sacarle de encima al indagado, quien continuaba agrediéndolo cuando la víctima se encontraba caída en la vereda. Ante ello, Peralta, con la finalidad de no ser detenido en su cometido, esto es, matar a D.F, hirió con el cuchillo a G.F, ocasionándole las lesiones constatadas por la médico forense”.
“En el lugar se encontraban transeúntes y empleados del comercio, quienes intervinieron intentando detener el accionar de P., logrando mediante su participación que el indagado huyera. P. fue aprehendido por transeúntes que al ver lo ocurrido lo persiguieron y detuvieron hasta que la policía arribara al lugar. D.F falleció esa misma tarde a consecuencia de '...muerte violenta, por herida de arma blanca, en shock hipovolémico refractario, por la pérdida sanguínea ocasionada en las lesiones hetero infringidas, de pulmón izquierdo, bazo y riñón izquierdo” según protocolo de autopsia que surge de autos. Indagado sobre los hechos, C.P manifestó que desde hace años profesa la religión islámica y que se siente perseguido por los judíos por practicar el Islam. En su declaración, el indagado se limitó a manifestar que ese día durante la oración de la mañana se encomendó a Alá (Dios para los islamitas) para que lo guiara en su camino, negándose a hablar sobre los hechos relacionados con la muerte del Sr. D.F.W.”, indica el texto presentado ante el juez Cidade.

DETALLES DE LA INDAGATORIA
El asesino --quien profesaba la religión islámica desde hace unos 10 años y ejercía como maestro “volante” en diversas escuelas del departamento-- mantuvo una actitud calma durante el extenso proceso indagatorio.
Funtes a las que tuvo acceso EL TELEGRAFO indicaron que mantuvo dos tipos de relato. “Al momento de hablar sobre su vida y sus frustraciones lo hacía como una persona normal pero, cuando se le preguntaba sobre lo ocurrido, quedaba como apagado y se nublaba. Miraba para abajo y por momentos emitía algunos rezos en árabe, incluso quedaba como dormido y había que moverlo para que reaccionara”, relató. “Lloró en un momento pero no fue un llanto de arrepentimiento sino más bien como de saturación, que duró dos segundos”, agregó.
En tanto, las únicas palabras que emitió sobre el asesinato que cometió fueron: “Yo venía pidiendo paciencia y ayer (por el martes) me levanté, le pedí a Alá que me guíe y no me acuerdo nada más hasta que me agarró la Policía”. “Venía conteniéndose --expresó la fuente-- pero indicó que Alá lo liberó y decidió salir a la 'caza' de un judío. Por lo que se vio, pienso que es un lobo solitario envenenado contra los judíos”.
Asimismo, declaró que “desde hace algunos años odia a la colectividad judía porque dice que ésta tiene la culpa de todos los males de su vida”, señalando que además tanto el ministro de Educación, Ricardo Ehrlich, y la responsable de Primaria --cuando tuvo un problema laboral que derivó en que se encadenara en el centro sanducero-- son descendientes de judíos, entre otras personas ligadas a su vida.
“Habló en árabe cuando entró y cuando salió”, comentó. Esto fue claramente captado por los medios de prensa que estaban cubriendo su ingreso a la sede penal, donde el asesino expresó (traducido al español): “No hay más Dios que Alá, es único y no tiene socio”.
Respecto a su vínculo con la religión islámica, Peralta López precisó que “aprendió el idioma por Internet y que conoció el islamismo a través de videos y portales web”. “También dijo que en Paysandú no tenía contacto con nadie que profesara igual credo pero que había algunas veces a Montevideo a rezar con otros hermanos en la fe”, expresó el testigo.
“En todo momento dijo que era solo y que, si bien mantenía contactos con gente del Islam a través de Internet, no actuó por encargo ni aleccionado por una organización”, sostuvo. Nunca reconoció el homicidio.

PERICIA Y PROCESAMIENTO
Pasado el mediodía, el magistrado solicitó una pericia forense siquiátrica al imputado, la cual tuvo que ser realizada en Salto debido a que el facultativo local se encuentra de licencia reglamentaria, además de poseer vínculo familiar con la víctima.
El homicida fue trasladado con custodia policial hacia el vecino departamento, donde el Dr. Ángel Menoni efectuó la pericia y certificó que era “imputable”. Asimismo, solicitó los recaudos necesarios, ya que prevalecía sobre el detenido una alta peligrosidad para cometer actos contra terceros o hacia su persona. En Salto, la Policía sanducera solicitó apoyo a sus pares para la contención del área.
De regreso en Paysandú, el juez dictaminó el procesamiento con prisión de Carlos Omar Peralta López “por la comisión de un delito de homicidio especialmente agravado en concurrencia formal, con un delito de comisión de actos de odio, desprecio y violencia hacia determinadas personas en régimen de reiteración real, con un delito de lesiones personales agravadas (las infringidas al hijo del empresario) en calidad de autor imputable”.
Bajo medidas de seguridad, el criminal fue traslado hacia la Dirección de Investigaciones desde donde, una vez efectuado el prontuario, se lo trasladó a la unidad local del Instituto Nacional de Rehabilitación (excárcel departamental). Desde allí, se coordinará su traslado al Hospital Vilardebó, en la capital del país, donde será evaluado mientras permanece recluido en forma provisoria. Luego de la internación transitoria, será recluido en una cárcel del INR.


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