Locales | 13 Mar DECLARACIÓN CONJUNTA
Esta semana ha ocurrido un hecho trágico sin precedentes en la historia moderna de nuestro país, con el asesinato del ciudadano uruguayo David Fremd, integrante de la colectividad judía de Paysandú, víctima de la incitación al odio, el extremismo y el fanatismo religioso.
Las organizaciones firmantes queremos transmitirle a la familia Fremd, a la colectividad judía, a la sociedad sanducera, y a todos quienes de una forma u otra se han sentido golpeados por este crimen infame, nuestra solidaridad fraternal y nuestro compromiso de lucha para impedir que estos hechos se repitan y estigmaticen nuestra sociedad.
Sería necesario retrotraerse a la mitad del siglo XIX para encontrarnos frente a hechos de violencia y agresividad incitadas por personajes políticos y religiosos que causaron derramamiento de sangre entre hermanos uruguayos.
Fue bajo el firme avance de una sociedad secular democrática, asentada en los pilares del republicanismo y la laicidad, con la separación absoluta entre el Estado y las religiones y la garantía constitucional de la libertad de cultos, que la convivencia social y entre los distintos colectivos religiosos transcurrió de forma tolerante, pacífica y respetuosa de la diversidad de opciones espirituales y de creencias tanto como de no creencias. Nuestro país, de esa forma, se transformó en una de las democracias más estables de nuestro continente y tal vez del mundo. Este trágico atentado enrarece el clima de tolerancia y respeto que es la norma general en la que se ha desarrollado la sociedad uruguaya. No deseamos que nuestra sociedad se fragmente y se vuelva un campo de conflictos entre “antis” de lo que sea: anti-judíos, anti-islámicos, anti-católicos, anti-ateos, etcétera, generando los funestos antecedentes por los que han pasado o están pasando otros pueblos que son rehenes o sufren la opresión de la intolerancia y el fanatismo de los dogmas religiosos, que inevitablemente llevan a la violencia y la muerte, de la que generalmente son víctimas no los incitadores fanáticos sino la gente sencilla y humilde víctimas del dogma.
Por ello, es que nuevamente alertamos y reclamamos de parte del Estado, así como de todas las confesiones, ideologías y espiritualidades que conviven en nuestra sociedad, sobre la urgente necesidad de seguir respetando y fortaleciendo al Estado laico y a la laicidad en la vida ciudadana y en los espacios públicos, como única garantía de imparcialidad y respeto por las concepciones espirituales individuales. Solo así fomentaremos una sociedad integrada y sin conflictos. El Estado uruguayo debe ser un agente activo en tanto que verdadero garante de la laicidad y el respeto de todos --en particular las minorías-- de la convivencia ciudadana en el espacio público, de manera que nadie se sienta menoscabado en nuestra sociedad.
Por ello, denunciamos los interesados empujes religiosos de quienes por considerarse mayoritarios, por antigüedad o dominantes socialmente, intentan obtener ventajas políticas, educativas y de presencia simbólica en los espacios públicos, pues ello configura una clara desventaja para las manifestaciones minoritarias, y en nada contribuye al fortalecimiento del espíritu fraterno que los uruguayos aspiramos. Asimismo, manifestamos nuestro más firme rechazo a toda afirmación de apoyo y/o justificación de las organizaciones terroristas o fundamentalistas, a toda expresión racista o supremacista, y a toda actitud discriminatoria que se aparte del Estado de Derecho.
Declaramos que para los uruguayos como sociedad, nada debe estar por encima de la ley, y nuestra Constitución (artículo 5º) es bien clara: “el Estado no sostiene religión alguna”.
Finalmente, apelamos a la reflexión serena y equilibrada de la sociedad, destacando las sinceras expresiones de convivencia pacífica de integrantes de todas las concepciones religiosas de nuestro país, que pueden ser las bases de un reencuentro fecundo con los valores de tolerancia y respeto mutuo.
Asociación Internacional del Libre Pensamiento, Asociación Uruguaya de Libre-Pensadores, Apostasía Colectiva, Asociación Civil Trazos, Asociación Civil 20 de Setiembre y Club Teresita Garibaldi de Paysandú