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Paysandú, Sábado 19 de Marzo de 2016

La falta crónica de materiales obliga a suspender obras en cooperativa sindical; unidades prefabricadas sin terminar

Locales | 19 Mar Al ya dilatado proceso para la construcción de viviendas prefabricadas –que ha excedido largamente el plazo previsto inicialmente— la cooperativa de vivienda sindical Coovisin IV ubicada en Ciudad de Young y Exodo, en el noreste de la ciudad, se ha agregado hace unos diez días la suspensión de actividades debido a la falta de materiales para continuar con el armado de las viviendas, que suministra una empresa privada que proporciona los elementos a las siete cooperativas de este tipo que levantan viviendas en Paysandú, pero que suman decenas en todo el Uruguay.
Los 42 beneficiarios de este complejo --que comenzó a levantarse en 2013-- han debido ir paliando su problema habitacional de diversas formas, pero la mayoría, ante la demora, ha debido renovar sus contratos de alquiler, con los consiguientes problemas en su presupuesto, cuando además pensaban volcar este dinero a la mejora de su vivienda propia, destacaron a EL TELEGRAFO integrantes del grupo, que se encuentra movilizado en procura de respuestas a sus planteos de contar con materiales.
Yadir Rodríguez, presidente de la citada cooperativa, explicó que “la obra empezó en febrero de 2013, por el sistema de viviendas prefabricadas Nox, que es el material que se utiliza, suministrado por una sola empresa, a la que el ministerio le adjudicó la licitación. En sí la empresa tiene varios nombres, porque tras el nombre original también es Umissa, que es un nombre de fantasía, y hoy en día figura como Calomil. Es la única empresa adjudicataria para nuestra reglamentación, que es la 2011, y abastece por lo tanto de materiales a todas las cooperativas de esa reglamentación. Pero hoy en día en Paysandú es la mayoría de las cooperativas sindicales, por cuanto este es el primer departamento en que se comenzó a construir por este plan, al punto que somos siete cooperativas locales trabajando con este material”.
A la vez, hay otras cooperativas del plan que se están levantando en base al reglamento 2008, “que es otro tipo de material, y además hay más empresas detrás de la adjudicación”.
En el caso de las cooperativas por la modalidad 2011, el período de construcción establecido es de 18 meses, tras la construcción de las plateas de hormigón, por lo que “estamos ya bastante excedidos del plazo. En febrero de 2013 comenzamos con las plateas, con la obra, pero las viviendas en sí las comenzamos a armar a fines de ese año, tratándose de unidades de dos, tres y cuatro dormitorios”, señaló.
Se trabaja por sistema de ayuda mutua. “Nosotros construimos las plateas, y en el caso de las viviendas, representantes de las empresas vinieron a enseñarnos a armar las primeras tres casas, y luego quedamos solos para seguir con la obra. Incluso mejoramos algunas cosas en las viviendas, por cuanto ellos decían que no era viable por ejemplo el pegado de paneles y el uso de materiales para el anclaje de los paneles se suministraba con visible ahorro para la empresa. Pero nosotros lo mejoramos por nuestra cuenta con otros elementos y lo hicimos más seguro, para que no fuera tan precario, porque le ponían lo elemental, y con el paso del tiempo se vería afectado”.

EL PROBLEMA ES CON LA EMPRESA
“En el pegamento, sobre todo, que es la base para que quede bien anclada la vivienda, se empezó a poner más y se mejoraron otras cosas”, explicó Rodríguez, al destacar que si bien no ha habido problemas con las viviendas, “nuestros problemas son con la empresa, con el abastecimiento de materiales. El suministro que hace la empresa es muy escaso y el año pasado mandaba de a un camión para tres cooperativas, lo que por supuesto es muy poco, porque nos tendría que durar como mínimo quince días o un mes y nos duraba tres o cuatro días, porque la gente tiene el afán de poder terminar la casa”, subrayó.
“Cuando viene material, nos alegramos y salimos a colocarlo, y no solo para terminar las casas, sino también para la certificación ante la Agencia Nacional de Vivienda (ANV), porque nos van enviando las partidas en base al avance de obra. Por ejemplo el año pasado nos llegaron cuatro techos para colocar en las primeras viviendas, y lo hicimos en un solo fin de semana”, acotó.
“El ritmo de trabajo lo tenemos. El problema es el suministro de materiales, porque si se nos hubiera enviado como se nos prometió, ya tendríamos harto terminado el complejo”, destacó, al tiempo de recordar que “el último camión que recibimos fue el año pasado, y ahora estamos parados desde hace una semana legalmente ante el BPS, pero realmente tras la licencia de la industria de la construcción, en la primera quincena de enero, hemos trabajado muy poquito, colocando apenas algunas placas de yeso y pintura, para poder extender la tarea. Pero ya está, hasta acá llegamos”.

A MEDIO TERMINAR
Actualmente han sido terminadas unas ocho viviendas de las 42, en tanto la mayoría está a medio terminar, a otras les faltan las aberturas, otras no están techadas o no tienen yeso, están sin piso, entre otras faltantes. “Hemos ido a hablar a todos lados, con la ministra de Vivienda incluso durante el Consejo de Ministros en Paysandú, con el Pit Cnt, que tiene una comisión de vivienda sindical. El Pit Cnt se reúne con la empresa, pero no hay novedades en los hechos. Dice que va a tratar de reunirse con la ministra, pero las cosas se van de reunión en reunión”, lamentó el presidente de la cooperativa.
“Los materiales no aparecen, y hace diez días que Alvaro Guigou, el representante en Paysandú de la vivienda sindical me llamó y dijo que ya se habían puesto de acuerdo, que la empresa nos iba a mandar material.
Pero hasta ahora la empresa no está al tanto de esa novedad. Incluso hablé con el directivo de la empresa Gastón Tealdi, quien prometió que iba a enviar materiales. Pero seguimos en la promesa, como siempre”, acotó.
A su vez, de las 42 familias adjudicatarias, “la mayoría está alquilando, renovando contratos, porque ya ha transcurrido largamente el período de 18 meses, y las cosas no dan más. Es un gasto adicional que se tiene hoy en día y que tendría que tenerse acá adentro de nuestras viviendas, y a la vez en la cooperativa hay que pagar la cuota social, hay beneficios que tenemos que realizar y hay que estar al día”, consideró.
Además, la cooperativa tuvo mayores gastos a los previstos porque hubo que hacer más movimiento de tierra que lo que estaba establecido en el proyecto, lo que marca un error de cálculo, al punto que en algunos sectores debieron incorporarse tres metros de relleno para la platea, lo que llevó un gran trabajo de compactación de tosca, explicó Yadir Rodríguez.


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