OPINIÓN

Locales | 20 Mar Palabras del edil
Roberto Gossi
El pasado martes en medio de sentimientos de asombro, incredulidad y tristeza nos enteramos de la muerte en un acto de in sania incomprensible de nuestro viejo amigo David Fremd. Compartimos años de estudio como compañeros de secundaria en el Liceo 1 de Paysandú, lo que forjó un aprecio recíproco y amistad que posibilitó valorar la bonhomía de su carácter y sus valores humanos así como su temprano compromiso con la tradición familiar de esforzado trabajo y servicio a su comunidad.
Desde muy joven se destacó por su espíritu emprendedor y su compromiso con la comunidad espiritual de sus ancestros.
Esas características que ya destacaban en su juventud las desarrolló en el correr de su vida llegando a ser un referente no solo de la comunidad judía de Paysandú sino del comercio local donde se granjeó el respeto y la amistad de los que lo conocieron.
Más allá de lamentar esta injusta y absurda pérdida debemos reflexionar como sociedad y expresar de todas las formas pacíficas posibles nuestro absoluto repudio a las causas de odio por las que cayó brutalmente asesinado. Un sentimiento por completo ajeno a nuestra idiosincrasia nacional de tolerancia y respeto logró ser canalizado por alguien que cegado por el odio cometió el aberrante hecho criminal. Sin perjuicio de las investigaciones judiciales correspondientes a efectos de determinar circunstancias y responsabilidades penales, la sociedad toda en su conjunto debe asumir el compromiso firme de sancionar moralmente todo acto de violencia por razones de género, raza, religión o cualquier otro motivo de discriminación.
Para ello, debemos ajustar el enfoque de nuestra mirada, con la conciencia clara que no solo la circunstancial víctima del odio es el afectado, sino que es la sociedad toda la que sufre el brutal desgarro de la intolerancia. No callar ante el odio y la violencia significa estar alertas siempre y en todo lugar para denunciarlo y así prevenir sus consecuencias devastadoras.
Alertas tempranas nos evitarán lamentar tragedias futuras. Un hecho aparentemente aislado puede ser el comienzo de un espiral violenta si no estamos atentos para desactivar rápidamente los entornos de indiferencia en los cuales se cultiva y prospera el odio y la violencia.
Que este lamentable hecho nos ayude a reflexionar como sociedad, sabiendo que callar es consentir y no actuar es una forma solapada de complicidad. Solo de esta forma lograremos que el sacrificio de un inocente no sea en vano y que el valor supremo de la vida se imponga ante lo irracional.
Me gustaría que estas palabras sean enviadas al Comité Central Israelita, a la B’Nai B’Rith, a la Sociedad Israelita de Paysandú y a la Familia de David Fremd.
Palabras del edil Roberto Gossi en la sesión ordinaria de la Junta Departamental de Montevideo, del 10 de marzo