Opinion | 19 Mar “Si en una familia, uno de sus miembros se equivoca, los demás deben cuestionarlo y solucionar el problema. No es solución protegerlo”, reflexionó el dirigente sindical Richard Read, en diálogo con El Espectador, al referirse a la necesidad de autocrítica y asumir responsabilidades políticas en la izquierda.
En este caso concreto el dirigente aludió a la licenciatura del expresidente de Ancap y actual vicepresidente de la República, Raúl Sendic, un tema que hubiera sido muy menor si por ejemplo el involucrado hubiera asumido desde el vamos que no tiene ese título, porque además no hace a sus funciones, y seguramente a esta altura todo estaría olvidado y sería una anécdota más.
Read hizo referencia a la situación política que atraviesa el país y, principalmente, en la izquierda: "Nadie está vacunado contra la corrupción", agregó, manifestando que en Uruguay puede suceder lo que está pasando en Brasil y Argentina, y en el caso de la vecina nación norteña consideró que "se está tornando muy triste para la izquierda latinoamericana", para agregar que se debe revisar qué sucede con la izquierda.
Comparó la situación de Brasil con lo que pasó en Argentina durante el kirchnerismo, fuerza política que él no considera de izquierda: "no sé qué es", dijo. "Es triste ver como cinco malandros argentinos cuentan miles de dólares cuando hay gente que pasa hambre", subrayó, haciendo referencia a los videos que salieron a la luz sobre lavado de dinero en Argentina, y que involucra al gobierno de Cristina Fernández, según coinciden prácticamente todos los analistas.
Sobre la situación política del país dijo que tiene que haber autocrítica, porque "si no se hace esto, el cambio llevará años", y para eso se necesita pasar por "la ducha de la humildad".
A su vez, agregó que "echarle la culpa a la derecha y los medios de comunicación es una excusa barata".
Pues de eso se trata, de dejar de lado los dogmas y la negación infantil, y asumir que no solo no hay vacuna contra la corrupción en ninguna ideología --lo que está pasando en la región lo demuestra-- sino que en el plano interno, el pretender culpar de todo lo que pasa a una presunta conspiración de la derecha y los medios es una respuesta desde una visión totalitaria a la realidad que se niega.
Incluso lo ha señalado en su última edición el semanario de izquierda “Voces”, cuando considera que la resolución del plenario del Frente Amplio que dio a conocer el cuestionado comunicado al respecto indica que este es un órgano similar al “Soviet Supremo”, en lugar de reflejar un pensamiento democrático, tolerante y autocrítico, porque no siempre todo lo que hace uno está bien y merece rechazo todo lo que hacen los otros.