Locales | 28 Mar La sede del Banco de la República recibirá varias modificaciones edilicias que comenzarán en julio y comprenderán prácticamente la reforma total de la parte del local al cual se ingresa por calle Montevideo, según pudo saber EL TELEGRAFO por fuentes cercanas a la institución. Se trata de una reforma que estaba en la agenda desde 2014, pero que se vio demorada por la restricción del gasto.
Si bien las fuentes consultadas no detallaron las particularidades de la reforma, en términos generales se indicó que se eliminará la puerta giratoria de ingreso, colocando en su lugar una de apertura automática. En el salón que va de este a oeste, se instalarán no menos de ocho sistemas de cajeros automáticos y buzoneras para depósitos, además de los que ya están, que trabajarán durante las 24 horas.

ALGUNAS MODIFICACIONES
La estructura general de la sala no sufrirá muchas modificaciones, ya que se trabajaría con sistemas constructivos de fácil instalación, generando una serie de “boxes” donde se colocarán más cajeros automáticos expendedores de dinero en efectivo, así como al menos dos buzoneras para depósitos más del tipo “inteligente”, que reciben depósitos en billetes, contándolos y depositando el importe inmediatamente en la cuenta del cliente, como también podrá retirarse efectivo de las mismas máquinas.
En la parte de la construcción “nueva” (ya que no se tocará la vieja estructura del edificio con entrada por 18 de Julio) se hará también una nueva línea de escritorios para la atención al público, aunque, según se indicó, la idea del directorio del banco es la de continuar reduciendo el personal y aumentar paulatinamente los servicios electrónicos, tanto por equipos como los cajeros y las buzoneras como por la gestión por Internet.

GESTIÓN ELECTRÓNICA
De esta manera, trascendió que no habrá nuevas contrataciones de personal, aun cuando este año son más de un centenar los funcionarios que se jubilan en todo el país, de los cuales en Paysandú serían alrededor de una decena. Se indicó que al aumentar sensiblemente los servicios a los que puede acceder el cliente por la vía de Internet, más el aumento de los cajeros automáticos y buzoneras que habrá en la sede central y también en el futuro nuevo local de la Microbanca, ya no será necesario contar con tanto personal, por lo que paulatinamente se irá reduciendo a medida que se jubilen los funcionarios.
Esto, por otra parte, fue catalogado de “preocupante” por otra fuente, ya que la relación entre activos y pasivos no es la mejor para asegurar las pasividades que paga esta caja paraestatal, aunque también se indicó que las jubilaciones “son el 50% de lo que eran hace unos años” y “un jubilado bancario ya no tiene el poder adquisitivo que tenía”.
Es así que, por ejemplo, se insistirá desde la sede bancaria en el uso de los sistemas electrónicos que actualmente permiten que desde el hogar o la empresa, contando con una computadora y acceso a Internet, se puedan hacer casi todas las operaciones bancarias y gestionar productos y servicios desde cualquier lugar por el sistema “e-Brou” para todo tipo de clientes y “e-Ejecutivo” para empresas. Según se indicó, el sistema electrónico permite hacer consultas de saldos, transferencias, pagos de cuentas, solicitud de préstamos y, en caso de tener línea aprobada, el sistema es inmediato utilizando la web.

TAMBIÉN EN LA TERMINAL
Ante el supuesto crecimiento de usuarios que se estima habrá en la nueva terminal de ómnibus, será trasladado el servicio de la Microbanca Río de los Pájaros para instalarse en un local más amplio que el actual, en el edificio que se construye en bulevar Artigas y 25 de Mayo. Allí también se instalarán modernos equipos para la gestión de dinero en cajeros y buzoneras, los que --como en el caso de calle Montevideo-- prácticamente no tendrán dependencia de humanos, excepto para vaciar o cargar las máquinas de efectivo.
En cuanto a los sistemas de retiro de dinero en billetes, que en algunos servicios de Montevideo se está probando solo con papeles de $500 y $2.000, la fuente indicó que en Paysandú, como en el resto del Interior, se sigue trabajando con al menos tres tipos de billetes, de $100, de $500 y de $2.000, por lo que podrán seguir retirándose cantidades “quebradas” y no redondeadas a esas dos cifras, aunque se insistirá en el uso del sistema de transferencias y la tarjeta de débito o crédito en lugar del dinero en efectivo para hacer compras.