BAJÓ LA PRODUCCIÓN POR EXCESO DE CALOR Y POCA AGUA

Locales | 27 Mar El comentario generalizado de quienes salen de una verdulería refiere al altísimo precio que tienen la mayoría de los productos vegetales y las frutas, tomando como referencia que una lechuga llegó a cobrarse 80 pesos y un kilo de limones 120 pesos.
“El problema fue la seca, la falta de lluvias sumada a un gran calor de entre 30 y 40 grados que afectó la producción”, dijo a EL TELEGRAFO Raúl, uno de los pocos productores de verdura que aún quedan en Paysandú. El hombre, ya veterano en este rubro, expresó: “ahora tengo poca cosa, acelga, algún perejil. Porque no da para plantar verdura con esos calores, se seca todo”. A pesar de contar con sistema de riego, “ni de esa forma se salvaba la producción este año”. Según su experiencia de años, “mucha gente viene a comprar a la chacra, pero la mayoría sale para los comercios del centro”.
Otro de los consultados dijo que además de los problemas climáticos, “en Paysandú hay poca gente que plante, hay algunos más en la zona de la calle 28, para adelante de CAMS y cerca de la escuela Nº 45, aunque es algo nomás, no mucho, más que nada boniato, cebolla y zanahoria”.
Es así que la inversión que hicieron los productores en semillas, fertilizante, horas de tractor y el permanente mantenimiento de la tierra y los sistemas de riego debe recuperarse dividiendo el costo entre la cantidad de producción que se cosecha. Pero “los números no dieron, porque salieron unas lechugas flaquitas, de cinco hojas, y con suerte se recuperó el costo, no más de eso”.
En cifras, la lechuga, el zapallito y la espinaca aumentaron más de un 50% en febrero con respecto a enero y ahora se estabiliza, mientras que la naranja subió más de un 10%.

PROBLEMA REGIONAL
Consultados algunos dueños de verdulerías, las respuestas no fueron muy diferentes, refiriéndose todos al “problema de la falta de agua y el intenso calor”, con esas u otras palabras. El hecho es que ni productores ni comerciantes --y mucho menos el consumidor-- se vieron beneficiados.
Uno de los consultados, un mayorista que compra en chacras o en el Mercado Modelo, dijo que “coincidió que vino la seca y el calor cuando la mayor parte de la verdura se va para el Este del país. Y la seca fue un problema regional, lo tuvimos acá y en Canelones”, recordando que “el tomate que viene es todo del sur, porque en Salto recién se empieza la cosecha grande en abril o mayo, y ahí sí que bajan los precios”.
Además, comentó otro, hay un tema del costo de flete: “yo traigo con un flete bien barato, que me cobra entre 40 y 50 pesos el cajón”, pero depende de qué mercadería sea, porque un cajón de bananas trae 20 kilos, uno de manzanas 18 kilos, pero uno de lechugas trae 12 unidades, por lo que el flete puede ser muy caro por unidad. “Ahora empezaron a salir algunas lechugas de acá que, sin ser grandes, tienen más hojas que el mes pasado”, y esas lechugas se venden a 28 pesos la unidad, mientras que la del sur, pese a que bajó un poco, cuesta $45.

LIMONES BOLIVIANOS
Lo mismo sucedió con los limones, que llegaron a costar más de 100 pesos el kilo. “Casi que no hubo limón del norte, casi todo vino del sur, y la producción fue chica comparada con otros años”. Tan es así que el comerciante comentó que “ante la falta de limones y para que no se disparara más el precio, el gobierno autorizó la importación --y acá estuve vendiendo-- de limones bolivianos”.
Las naranjas también aumentaron mucho de precio, vendiéndose hasta $75 el kilo, y “recién en abril va a haber más y barata, aunque ya empezó a entrar la satsuma local, que se vende a 19 pesos el kilo”.
Y no solo frutas y verduras tuvieron problemas, también los huevos de gallina. No es que el calor afecte al huevo directamente, sino que es causante de la muerte de muchas gallinas ponedoras y por lo tanto la cantidad merma y el productor tiene también que reponer las gallinas, ya que “con el calor muchas mueren de un ataque al corazón. Un cajón de huevos colorados de primera con 30 docenas me sale $1.600, a razón de $53,30 la docena”, confió el comerciante.
Uno de los mayoristas dijo que, además, los costos de su negocio son altos, no solamente por la presión fiscal sino por el mantenimiento de equipos de frío, los motores que hay que reparar, los vehículos para mantener y la pérdida que tienen por la mercadería que, al ser perecedera, tiene desperdicios si no rota
rápidamente y que “es difícil calcular las pérdidas que tenemos”.

FALTA PRODUCCIÓN
“Paysandú produce pocos rubros y poca cantidad”, dijo a EL TELEGRAFO uno de los mayoristas en verduras. “Acá se planta algo de lechuga, puerro, zanahoria, boniato y perejil, y para el mes que viene acelga y remolacha. Pero es poca cantidad”. Sobre si sabe a qué se debe esto, cuando en Salto la cantidad de productores es grande y su producción voluminosa, dijo que “no es un trabajo fácil, además se necesita plata para invertir y a veces la quieren recuperar demasiado rápido”. Otro dijo que: “acá no son tan profesionales como en Salto. Allá se limitan a producir mucho y bien, y dejan la venta para otros. Acá la mayoría salen ellos mismos a vender a los comercios o van a la feria, y no se dedican tanto a producir, sino que tienen que hacer todo el proceso”.