Policiales | 26 Mar Comerciantes de la zona de 19 de Abril y Florida fueron recibidos por el flamante jefe de Policía de Paysandú, comisario general (R ) Luis Mendoza. En la ocasión, los responsables de firmas de la zona céntrica señalada expresaron las dificultades con las que se encuentran diariamente, producto de los hechos delictivos que se cometen en perjuicio de clientes y personas que aciertan pasar por allí.
Vidrieras dañadas, robos de cuantioso valor, marcación de casas para luego ingresar, insultos, droga, alcohol y hasta amenazas de muerte son algunos de los graves problemas que vecinos y comerciantes de la calle Florida, desde Montecaseros hasta 33 Orientales y sus alrededores sufren día a día, y que --en febrero pasado-- dieran cuenta a EL TELEGRAFO, calificando la zona como “tierra de nadie”.
“El día que salió la nota publicada en el diario, en la mañana mandaron policías a que identificaran a todos aquellos sospechosos que se encontraban en las cuadras y a los que no estaban habilitados para estar cuidando motos, los invitaron a retirarse. Eso fue por tres o cuatro días, después volvimos a lo mismo”, detalló uno de los vecinos, lo que posteriormente motivó a una reunión con los diputados por el departamento, Cecilia Bottino y Nicolás Olivera, y una nueva reunión con el jefe de Policía saliente, Alberto González Ríos.
Como la situación se ha mantenido, los comerciantes fueron recibidos por el jefe Mendoza, quien concurrirá personalmente a la zona para conocer de primera mano lo que está pasando. “Fuimos muy bien recibidos y se nota que el jefe tiene ganas de hacer las cosas bien. Incluso nos enseñó la sala donde se recibe la señal de las cámaras de videovigilancia y nos prometió que colocará una en la esquina de 19 de Abril y Florida para poder tener más controlados los desmanes porque realmente es lamentable”, señaló a EL TELEGRAFO uno de los asistentes al encuentro.
“La encargada del hotel de la cuadra también aprovechó para contarle al jefe cómo los hechos delictivos juegan en contra del servicio que ellos brindan. Porque la realidad es que cuentan con un garaje que, cuando se ven superados, no permite estacionar todos los autos y muchas veces quedan afuera”.
“Pero al otro día, o a veces al rato, se encuentran con los vidrios rotos para robarles lo que puedan manotear de adentro. Esto es un desastre”, agregó.
“Lo positivo del encuentro fue que se lo ve con muchas ganas al jefe y al subjefe, que también estuvo con nosotros. Esperemos que el resto de los policías los apoye porque el trabajo que quieren hacer es bueno. Fuimos muy bien recibidos y obtuvimos una respuesta”, señaló.