Opinion | 26 Mar Cuando todavía la industria lechera y los tamberos sufren las consecuencias de la deuda impaga de Venezuela con el sector por exportaciones acordadas en intercambio con Uruguay por petróleo, se supo en las últimas horas que existe otra deuda pendiente que también se reclama a la nación caribeña. Por ese motivo el gobierno uruguayo endurecerá su posición frente a Venezuela en busca de cobrar las deudas que la administración de Nicolás Maduro mantiene con productores y empresarios uruguayos. Es que, además de los U$S 100 millones adeudados al sector lácteo, el Poder Ejecutivo encabezado por Tabaré Vázquez también reclama otros U$S 30 millones impagos a otras industrias.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país espera tener la próxima semana una reunión con autoridades venezolanas en el marco del Grupo de Alto Nivel (GAN) que se formó el año pasado entre Vázquez y Maduro para el seguimiento del intercambio comercial, adelantó el canciller Rodolfo Nin Novoa.
De acuerdo con el jerarca, la intención del gobierno uruguayo es llevar la documentación de todas las deudas y además exigir su pago por entender que el Ejecutivo fue sorprendido “en su buena fe”. Debe tenerse presente que el GAN fue conformado en julio de 2015 cuando los mandatarios firmaron la cancelación de la deuda que Ancap mantenía con Petróleos de Venezuela y acordaron retomar la exportación de lácteos desde Uruguay a Venezuela, que estaba frenada y había generado una crisis en el sector.
Además de lo adeudado al sector lácteo --que forzó al gobierno a dar un préstamo a las compañías más grandes de ese rubro-- el Ministerio de Industria asegura que la secretaría de Estado documentó todas las deudas relativas a otros sectores empresariales y que se envió un informe a autoridades venezolanas, pero nunca hubo respuesta.
En el acuerdo de julio del año pasado quedó establecido que estaban pendientes esas deudas y se resolvió que en 30 días Uruguay recibiría respuestas, dijo la ministra Carolina Cosse. Al pasar el tiempo y ante la falta de respuesta, la ministra de Industria realizó una segunda reunión entre 60 empresarios que tienen pagos pendientes desde Venezuela y el embajador del país caribeño en Uruguay, Julio Chirino, pero tampoco hubo respuesta.
En más de una oportunidad el exmandatario José Mujica afirmó: “de un momento a otro Venezuela va a pagar” y dijo que no había motivo para inquietarse --–ya ha pasado casi un año-- y, mientras, las empresas uruguayas sufren las consecuencias. Se trata de una instancia más de compromisos incumplidos por Venezuela, por su grave crisis económica, acentuada por la caída de precios del petróleo, pero sobre todo por políticas populistas en las que se gastó a manos llenas sin procurar un esquema productivo sustentable. Y las prioridades han pasado por retener el poder y “vender” una imagen internacional que hoy se cae a pedazos.