Locales | 02 Abr Un total de 270.000 dólares de pérdida arrojó la 51ª Semana de la Cerveza de Paysandú según un balance primario dado a conocer en las últimas horas por el intendente Guillermo Caraballo. El jefe político del departamento atribuyó el déficit a "decisiones políticas".
Casi una cuarta parte del presupuesto total de la Semana de la Cerveza deberá ser pago en forma directa por la Intendencia Departamental de Paysandú, tal cual lo indican los números en rojo. El costo total de la principal fiesta sanducera fue de 1.100.000 dólares, pero solamente se recaudaron 830.000 dólares. Porcentualmente, el déficit fue del 24,6%, en números redondos, una cuarta parte de la inversión.
Se vendieron 63.000 entradas al predio ferial, recaudándose 6.300.000 pesos o 195.000 dólares. Para los espectáculos en el anfiteatro, se vendieron 23.000 entradas a entre 200 y 300 pesos, por lo que puede estimarse en unos 3.000.000 de pesos los ingresos o casi 100.000 dólares.
En el Anfiteatro del Río Uruguay, el espectáculo de mayor convocatoria fue el de Marama, con 6.000 entradas vendidas, que recaudó 1.800.000 pesos, o alrededor de 56.000 dólares. Otro número usualmente "fuerte", No Te Va Gustar, solamente vendió 4.000 entradas, 1.500.000 pesos, unos 30.000 dólares.

SERIE DE OBJETIVOS
El intendente Guillermo Caraballo aseguró que la reciente edición de la Semana de la Cerveza "tuvo varios aspectos positivos y otros que no son tanto".
"Los aspectos positivos tienen que ver con que se cumplieron una serie de objetivos planteados", dijo y aseguró que el primero de ellos fue "la transparencia. No hubo ningún problema con la transparencia de gestión. Hubo algún intento de sembrar un manto de duda, pero quiero dejar claro que no hubo ningún problema con la transparencia".
Como ejemplo citó que "se utilizó un sistema para la venta de entradas que garantizó tener una serie de informaciones que no se tenían antes. Una empresa privada cobraba las entradas, descontaba los impuestos que tenía que pagar obligatoriamente y después depositaba en el comité el resto del dinero. Así se pudo comprobar la cantidad de entradas vendidas en el predio y en el anfiteatro. Todas esas informaciones serán de acceso público porque el objeto de la transparencia es ese, no hay nada que esconder ni cola de paja", afirmó. En segundo lugar, el intendente hizo hincapié en "el intento de recuperar la fiesta que estaba en caída libre, no había dos opciones, estaba en caída libre. Entonces, había que aumentar la calidad y tratar de ampliar el acceso".
"Ahora, si se escuchan las opiniones de la gente, está contenta. Gustó la fiesta, el predio más amplio, cómo se resolvió el cercado con la integración del río y los precios de productos más accesibles. Y hubo buenos espectáculos", subrayó y restó peso a la escasa difusión pocos días antes de los atractivos, indicando que "la corta pero intensa difusión que se hizo en Uruguay y Argentina fue una siembra. Soy de los que sostienen que la fiesta de la Semana de la Cerveza es una oferta más en el entorno y tiene que tornarse cada vez más atractiva".
Recordó además: "en enero pasamos un episodio traumático, que fue el de las inundaciones. En febrero teníamos la información que podía repetirse. Entonces tuvimos que resolver el dilema de dónde hacíamos la fiesta, porque no teníamos certeza en cuanto a una posible creciente del río".
Visto todo eso, no dudó en indicar que "en el sentido de la recuperación de la fiesta, creo que es un objetivo logrado".

DIVERSIFICAR Y DEMOCRATIZAR
"El tercer asunto fue la diversificación y la descentralización de la fiesta. Me refiero específicamente a actividades fuera del anfiteatro, para públicos distintos. Creo que el caso del Florencio Sánchez es el ejemplo más notorio, que tuvo con Alejandro Dolina un par de actuaciones a teatro completo", explicó más adelante.
Y el cuarto objetivo "fue la democratización del acceso. Porque había una demanda generalizada de un sector de la población que estaba diciendo que la fiesta tenía que recuperar un valor popular en serio. Esto quiere decir que muchas familias cuando llegaba la Semana de la Cerveza, sacaban las cuentas y no sabían si ir o no ir, porque tenían que contar los pesos". "Entonces decidimos democratizar el acceso a una fiesta de calidad, no para unos pocos, sino para la sociedad entera de Paysandú", aseguró Caraballo. Para lograr eso, "hubo decisiones vinculadas con la parte pública y una negociación con los proveedores privados para que mantuvieran algunos precios accesibles para la población en general. De modo que los objetivos planteados fueron cumplidos".

DECISIONES TRAJERON CONSECUENCIAS ECONÓMICAS
"La fiesta es deficitaria para la Intendencia; es deficitaria porque se tomaron decisiones que traían aparejadas consecuencias económicas", sostuvo el intendente antes de explicar que "la definición de dos días de acceso gratuito traía consigo hacer frente a esa decisión. Se vendieron 63.000 entradas al predio. En rigor, en seis días, porque el domingo 20 llovió y no se cuenta. Por lo tanto, el promedio de entradas fue de 10.000 por día. En dos días entonces, se perdió de cobrar 20.000 entradas (dos millones de pesos; 62.000 dólares). Es un promedio, porque el último domingo creo que medio Paysandú pasó por el predio".
"La decisión de no cobrar dos días ningún tipo de ingreso rondó los 70.000 dólares", aseguró el intendente, aunque eso implicaría valuar el dólar solamente en algo más de 28 pesos.
Sostuvo además que "el año pasado se cobró 150 pesos de acceso al predio. Si se agregara el Índice de Precios al Consumo, más la variación del dólar, tendría que haber costado seis dólares (unos 200 pesos), pero la cobramos tres dólares, es decir 100 pesos. Esa decisión, que permitió el ingreso de miles y miles de sanduceros para que pudieran disfrutar del predio, costó alrededor de 200.000 dólares".
Los números, en esta cuenta se ajustan más al valor actual del dólar, pues 63.000 entradas al predio a 200 pesos hubieran recaudado 12.600.000, unos 390.000 dólares, alrededor de los 200.000 dólares que explicó Caraballo.

UNA CIFRA IMPORTANTE
Con firmeza, Guillermo Caraballo dijo que "la Intendencia tiene que afrontar el déficit de esa suma. Es una cifra importante, si alguien lo pregunta, sí, es cierto, se podrían haber hecho otras cosas con ese dinero. Pero si como intendente me dan a optar entre una fiesta que venía en caída libre y una fiesta que alimenta el orgullo de los sanduceros, que permitió que miles de personas disfrutaran de la fiesta y que esta fuera elogiada por asistentes, organizadores, proveedores, medios de comunicación y artistas, en esta oportunidad me quedo con la segunda opción", aseveró. Y reiteró: "no hay nada que ocultar ni estamos con cola de paja. Ahora le estamos pidiendo a los técnicos sus informes, por escrito, para difundirlos a la población y a la Junta Departamental. Pero tiene que quedar claro que acá la situación (de déficit) fue debido a una serie de definiciones políticas que generaron una fiesta con saldos positivos de acuerdo con los objetivos planteados, aunque la Intendencia tiene que afrontar un déficit importante".
"Tomamos decisiones tomando en cuenta la fecha del mes, porque la familia tenía que comprar la túnica y los lápices para los gurises y después ver si iba a la Semana. Bajamos los costos de acceso. Esperábamos más gente, pero no fue así. La grilla (de espectáculos) era atractiva y los egresos fueron los previstos, los que cualquier buen padre de familia hubiera determinado", explicó.
Y a renglón seguido concedió que "no fue la gente que esperábamos, pese a que tomamos decisiones políticas que alimentaron esa intención". Ante esto, sostuvo que "la cuestión de los ingresos es una variable que uno no termina manejando por completo". Y se preguntó: "¿Por qué la gente --a pesar de que se bajó a la mitad el ingreso, se habló con los proveedores para que redujeran los precios, con la cerveza a 100 pesos y los juegos a 50 pesos-- no fue en la cantidad esperada?"
Desde su punto de vista, el fin de mes es clave. "Si hubiéramos puesto la entrada a 200 pesos, no iba ni Peteco", expresó parafraseando la frase popular "no lo cree ni Peteco".
"Tenía un problema que era no solo tener que afrontar un posible déficit sino afrontar también el fracaso de la fiesta. Me decidí por lo primero porque creo en la Semana de la Cerveza y creo en su futuro", concluyó.