Paysandú, Miércoles 06 de Abril de 2016
Rurales | 03 Abr Los productores de Cuchilla del Fuego y una amplia zona no ocultan su preocupación por el mal estado de la caminería y la falta de arreglos solicitados en el conocido “puente de tablas” en Paso Molles, que impide el normal tránsito. Y cada vez que en esa región se verifican intensas lluvias, afectan seriamente la estructura del puente ubicado al Este de Guichón, sobre el río Queguay Grande y que pocos años atrás alcanzó los 100 años de construcción, manteniendo aún su estructura de hierro y piso de madera.
“Además de ser transitado por todos los que viven en una amplia zona, representa un gran peligro cuando los productores necesitan pasar ganado de un lado a otro”, explicó a EL TELEGRAFO un productor de la zona. “Se debe tener mucho cuidado porque al no tener barandas (como lo muestra las fotografías) y pasar muchas haciendas juntas, se corre peligro de que caigan al río”, dijo.
En realidad este es uno de los dos puentes más importantes en la región con el de Andrés Pérez, hecho a nuevo hace pocos años pero a la misma altura, por lo que cada vez que las lluvias son intensas el agua lo supera fácilmente, y el Paso Molles. Según los productores, durante la dictadura “el puente se arregló pero se dejaron las barandas fijas, por lo que la fuerza del Queguay, con cada crecimiento, fue deteriorando la estructura”.
El productor agregó que “se aprecia claramente que fue hecho por los ingleses porque la estructura de la base es de hierro y seguramente fue realizado para que por ahí también pasara el tren”, dijo el lugareño. “Es lo mejor que tiene pero hay que solucionar la parte de arriba”, añadió.
Otro de los problemas que afecta a la zona es el estado de la caminería: “No solo está en pésimo estado, sino que cuando se suceden las precipitaciones, hay quienes igual embarcan ganado y se rompe todo. Reconozco que es bravo cuando un frigorífico te dice que mañana levanta el ganado y ese día llueve y mucho y si no lo hace, pasará seguramente 20 días o más sin venir a embarcar, pero los vecinos deberíamos organizarnos para cuidar el camino”, acotó.
SITUACIÓN
El puente sobre Paso Molles tenía desde su construcción, en 1914, una superficie de rodadura de gruesas tablas abulonadas a su estructura de hierro, sobre la cual hace unos 35 años se colocó una gruesa capa de grava bituminosa.
Durante mucho tiempo en los extremos del puente se pusieron carteles indicando que el paso por el puente quedaba limitado a vehículos de no más de 10.000 kilos de carga. Eso imposibilitaba el paso de camiones con ganado o lana porque normalmente exceden ese peso. Quienes pasan excediendo la limitación, lo hacen a riesgo propio y en detrimento del puente, que paulatinamente sufre las consecuencias.
El productor considera que debe evitarse llegar al colapso del puente, como sucedió no hace mucho en el arroyo Guayabos sobre la Ruta 90. Ya que además de costar vidas, incomunicaría una gran región pues ese puente está aproximadamente a diez kilómetros al Este del paso Andrés Pérez y a unos 25 kilómetros al oeste del Paso del Sauce.
Recordó que este puente “durante años tuvo funcionarios municipales que tenían la misión de volcar las barandas ante la posibilidad de crecientes del río Queguay. Luego fueron dados de baja del presupuesto departamental y las barandas comenzaron a romperse con la fuerza del agua”.
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