Rurales | 03 Abr Los tradicionales entores estacionales de los meses de diciembre, enero y febrero ya están terminados y en el correr de abril y mayo se efectúan los tactos y ecografías, en donde aparecerán los primeros datos de preñeces. “Sospechamos que serán buenos, a la luz de la condición corporal del ganado y el estado de los campos”, manifestó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Danilo Bartaburu, jefe de la regional Litoral norte del Plan Agropecuario.
Para el profesional sanducero, “es una época crítica de crecimiento de pasturas y performance animal, por lo que es una época para tomar decisiones de manejo”. Expresó que tanto en Artigas, Salto como Paysandú, “en cuanto a disponibilidad de pasturas, la situación es muy correcta y buena”. Recordó que la primavera del año anterior “fue muy buena con lluvias abundantes –prácticamente hasta el 31 de diciembre–, por lo que se produjo mucho pasto durante esa época.
Precisamente en el departamento de Paysandú y de acuerdo a datos aportados por la Estación de Meteorología de Paysandú, entre agosto y setiembre el agua registrada fue 283 milímetros cuando el promedio es 164.
A esto debe sumarse como positivo que en diciembre llovió en Paysandú 172 milímetros, cuando el promedio del último mes del año es 115. Esto se contrarresta con los 22 milímetros de enero (100 mm es el promedio), pero vuelve a mejorar en febrero con 236 mm (135 es el promedio). En marzo llovió 75 y el promedio del mes es 147, pero entre la noche de este viernes y el sábado (hasta las 9 de la mañana), llovía 63 mm y continuaba, por lo que en menos de 24 horas el registro será similar a marzo.
A pesar de “una trancadita” de lluvias en enero y parte de febrero, que “en realidad son relativamente normales en el verano”, Bartaburu dijo que después se reinició con precipitaciones buenas que determinó que en parte de febrero y marzo la producción de pasto fuera muy buena”. Esto determina que la situación actual de pasturas “es muy correcta, tanto desde el punto de vista de cantidad como de calidad”, a pesar de que reconoció que en esta época las pasturas naturales “ya están en estado reproductivo y pierden calidad”.
A modo de consideraciones a tener en cuenta, mencionó la importancia de hacer “un monitoreo muy exhaustivo de las pasturas y la situación del ganado --lo que debe hacerse a nivel de cada predio-- y hacer una proyección de la carga animal, a la luz de que se nos viene el invierno encima y ya el crecimiento de las pasturas es bastante menor”.
Aclaró que de mayo para adelante “las pasturas crecen muy poco, por lo que las expectativas de crecimiento de pasto la debemos dejar de lado y hacer un balance al día de hoy. La cantidad de pasto es tanto, la carga animal también es tanto y ver cómo voy a pasar el invierno y en función de eso se debe tomar decisiones”, puntualizó. Citó que el productor que realice una proyección de este tipo “y vea que el panorama es complicado, tendrá que hacer algún ajuste de carga o prever alguna suplementación invernal”.
De todas formas, “estamos en el período más importante para tomar decisiones a nivel del rodeo de cría. Las decisiones que se tomen hoy, a pesar de que muchos no lo vean, afectan el entore que viene porque hoy tenemos que separar lo que está preñado de lo que está vacío. Y dentro de lo preñado, revisar y monitorear las condiciones corporales, y aquel ganado que esté con condición menor a 4, debería darle una preferencia en las pasturas para recuperar el estado antes del invierno, habiendo realizado el destete previamente”, subrayó.
Sintetizó los pasos en “destete, tacto y ecografía, y posterior toma de decisión de mejorar alguna punta de animales con condición corporal más pobre, porque en el invierno será muy difícil esa recuperación”. No descartó en importancia el manejo de las recría con la cercanía del invierno, “viendo qué potrero se le va a asignar, cómo se van a desenvolver las recrías y eventualmente si fuera necesario alguna suplementación”.

OTRO PAÍS
Quienes realmente no la han pasado muy bien hasta la actualidad son los productores del Este y algunas zonas del centro del país, a quienes desde hace prácticamente un año las lluvias se le han negado.
A pesar de reconocer que no es su zona de trabajo, manifestó que de acuerdo a lo conversado con técnicos de otras regionales “lo complicado está al sur del río Negro, especialmente en el Este y centro del país que vienen de una sequía extrema el año pasado y comenzó a llover medianamente normal hace relativamente muy poco”.
En viajes realizados al sur del país, al atravesar el centro “he visto campos verdes pero de muy poca disponibilidad de pasto, por lo que puede haber ganado con baja condición corporal”, enfatizó Bartaburu.

PROYECTOS
Danilo Bartaburu se refirió a los proyectos del Fondo de Transferencia de Tecnología, “ya que se están monitoreando algunos predios criadores en todo el país, siendo en Paysandú tres los establecimientos en el marco de este proyecto”.
Uno es estancia “El Ancla” de Marianella Merello en la zona de Guichón, el predio “Campo Nuevo” de Aurelio Tortorella en la cercanía de Piñera y “Santa Elena de Guarapirú” de la familia Victorica en Guarapirú. Explicó que “los mismos están siendo seguidos por un técnico de la institución, especialmente en la fase de cría”.
Indicó que sigue en marcha el proyecto de Mejora de la Sostenibilidad de la Ganadería Familiar de Uruguay – Uffip que monitorea establecimientos. En concreto, en Paysandú está inmerso el emprendimiento asociativo de Paso de los Carros en Ruta 26.

PROYECTO DE EXTENSIÓN
“Hemos presentado un proyecto de extensión a un llamado de proyectos que hizo INIA, siendo nuestra propuesta seleccionada para presentar el proyecto definitivo, el cual --si se aprueba-- estaremos trabajando a partir del segundo semestre en todas las regionales y por los próximos tres años en una propuesta de la asignación de forraje”, sostuvo.
Recordó que el Plan Agropecuario ha trabajado en los últimos 30 años “poniendo énfasis en el manejo de la carga animal, en la definición de la carga óptima para cada campo y cada potrero, y fundamentado en apoyar gran parte del manejo del pasto y el ganado en base al criterio de carga animal”. Entiende que “esto hoy está lo suficiente trabajado y atendido”, pero que es necesario dar un paso más de ajuste en la propuesta de manejo, por lo que se pretende trabajar en la asignación de forraje”. En concreto, “saber con qué plato de comida se va a encontrar cada animal en nuestro campo. Cuántos kilos de materia seca estará disponible para ese animal”, subrayó.