Rurales | 05 Abr El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, anunció este lunes en el Consejo de Ministros en San Antonio, departamento de Salto, que “el Poder Ejecutivo presentó un proyecto de reforma de la ley de riego con el objetivo de fomentar el desarrollo agropecuario”, estableciendo que las modificaciones propuestas estimularían las inversiones privadas con ese fin, la asociación con las inversiones y la reducción de impuestos para concretar las obras. En su intervención en el Consejo de Ministros abierto, el secretario de Estado indicó que “esta acción significará un antes y un después en el desarrollo de la agricultura del país. Uruguay tiene una economía cada vez más diversificada y una inserción internacional más amplia, con la producción de alimentos y fibras como su base más importante”, y agregó que el aumento de la producción debe ser en forma de intensificación sostenible.
Aguerre señaló que el manejo inteligente del agua es un elemento para adaptarse al cambio climático. Y explicó que a lo largo de la historia se han realizado diversos estudios sobre riego en Uruguay y que la región donde se ubica el departamento de Salto se caracteriza por tener topográficamente la posibilidad de embalses para realizar el desarrollo del riego de forma multipredial.
Añadió que existe un documento que resume la estrategia de riego 2015-2030, que incluye cuatro niveles: estos son el desarrollo del suministro de agua y riego en muchos predios en conjunto para pequeños y medianos productores hortícolas y frutícolas, las represas individuales, los represamientos multiprediales y la necesidad de obras estratégicas para embalses de agua para prevenir sequías importantes.
En los últimos 10 años, Uruguay pasó de tener 400.000 hectáreas de agricultura a 1,6 millones de hectáreas. Su agricultura se transformó de invierno a verano y se observa cómo en seis años se pasó de tener 52 sistemas mecanizados de riego en la zona del litoral oeste y centro sur del país a tener 420. Ese impulso de crecimiento de la superficie regada se basa en el aprovechamiento de los embalses y represas, pero también se desarrolló bajo una lógica del represamiento individual. “Quien tiene suficiente superficie tiene la posibilidad topográfica de realizar un embalse y almacenar el agua para desde allí regar”, aclaró el ministro.
Para el ministro, “el desarrollo del país pasa por tener estabilidad productiva y para ello es necesario contar con agua, que no puede estar condicionada al tamaño de la empresa o el productor, de allí la importancia de promover embalses asociativos”.
Esta ley propone modificaciones que estimularán las inversiones privadas que se realizan en riego, el asociativismo en las inversiones y privilegiar desde el punto de vista de los impuestos que esas obras se realicen.
Finalmente Aguerre puntualizó que actualmente “sobra el agua” en Uruguay, pues llueven 1.300 litros de agua por metro cuadrado al año, de los cuales 500 litros fluyen por las cañadas y los arroyos y terminan en el océano Atlántico, donde se mezclan con agua salada.
“El agua destinada a riego es 90% utilizada, pero es menos de 5% del agua que escurre, por lo tanto somos ricos en el recurso; es necesario generar los elementos que nos permitan transformar eso en valor, trabajo, producción y exportaciones”, agregó. Advirtió, empero, que el agua, tan valorada, será escasa en el futuro y debe ser considerada como un recurso natural renovable que debe ser cuidado en términos de calidad.
“Esta ley que se propone es creada con el objetivo de transformar al Uruguay en un país que espera la lluvia a un país que la recibe, la almacena, la administra, la conduce, la comercializa y transforma en innovaciones productivas que brindan la competitividad que permite cultivar cada vez más y con más eficiencia”, finalizó el ministro.