Policiales | 01 Abr Casi 80 reclusos del centro sanducero del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) provocaron un desorden que hizo que se viera vulnerada la seguridad del recinto carcelario, por lo que debieron intervenir efectivos de la Guardia Republicana y de los Grupos de Apoyo de la Jefatura. Dado que aparentemente se trataba de un motín, minutos antes de las 16 se solicitó apoyo a los grupos de Patrullaje y Respuesta y a las seccionales de la ciudad.
Según información no oficial recabada por el equipo de EL TELEGRAFO que se trasladó al lugar, desde el establecimiento se alertó que varios reclusos se encontraban promoviendo desorden a causa del aparente robo de un par de calzado deportivo.
De acuerdo con el procedimiento de rigor, se solicitó la colaboración de la Unidad de Patrullaje y Respuesta de la Zona 1 para reforzar el área perimetral. Poco después comenzaron a escucharse vidrios rompiéndose, y se documentaron también pedreas hacia el personal apostado en los muros Sur y Oeste, por lo que los efectivos que acudieron en apoyo respondieron disparando algunas balas de goma hacia los desacatados.
Paralelamente, se reforzó el operativo con personal de todas las dependencias policiales y en el lugar se hicieron presentes el jefe de Policía, comisario mayor (R) Luis Mendoza, junto con el subjefe de Policía, comisario mayor Orestes Leles Da Silva, así como el subdirector del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) oficial principal Álvaro Ruiz, quienes solicitaron la presencia de la Guardia Republicana, así como también los grupos de Apoyo de Jefatura (ex GEO). Después de unos minutos, el orden y el silencio volvieron a reinar en el recinto carcelario.
Al respecto, el jefe de Policía explicó que “comenzó por un problema de internos y empezaron a pelearse entre ellos. Cuando la Policía interviene, se ponen a agredir a los efectivos de la cárcel” indicó.
“A posterior se pidió apoyo a la Policía local y a la Guardia Republicana, también a los grupos de Jefatura y se habló con ellos. Los internos que no participaron, que no tuvieron problemas, volvieron a sus módulos y quedó un grupo reducido que siguió con los destrozos y los desórdenes, y se procedió a reducirlos”.
Precisó que “eran un total de 78 internos en una población de 296 los que promovieron incidentes, rompieron una cañería de agua, vidrios y algunos otros bienes materiales del establecimiento. No hay lesionados”. Aseguró también “yo mismo con el subjefe controlamos el operativo y se redujo a ese grupo de 78. Yo hasta hace 15 días era director del INR, así que conozco el procedimiento. Ahora el orden está restablecido y la jefatura está apoyando, pero es el INR el que va a realizar la investigación. Los problemas en los módulos fueron del cinco al ocho, por un problema de hurto. La situación es normal y se está haciendo requisa como corresponde”. Añadió que “puede que se produzcan traslados, pero eso lo va a decidir el director de operativos del INR. De acuerdo con mi experiencia, como director del INR dispuse traslados. Se identifica quiénes son las personas que promovieron desórdenes y se toma una medida. Pero eso no lo decidimos nosotros, sino el director general de operativos del INR, quien se va a hacer cargo de la situación”, puntualizó.