Locales | 09 Abr Más de 250 personas, que provenían de "todas partes de Israel" se reunieron en la explanada frente a la embajada de Uruguay en ese país, en Hertzlia Pituaj, en la zona metropolitana de Tel Aviv, al mediodía de Israel (6 de Uruguay).
Muchos uruguayos, algunos sanduceros, pero también argentinos, paraguayos y de otras nacionalidades, convocados por el repudio a la violencia, a la discriminación y a la locura homicida de la que fue víctima, hace un mes, David Fremd.
Rita Fremd, hermana de David, estuvo presente. Recibió el cartel con que se identificó el acto, con una foto de David y la frase de Mario Benedetti: "cuando creíamos tener todas las respuestas, nos cambiaron todas las preguntas". En dos semanas viajará a Paysandú y lo entregará a la Sociedad Israelita para que sea colocado en su salón principal.
Organizado por el grupo de Facebook "Uruguayos en Israel", el acto contó con la presencia del embajador Alejandro Rosa, del cónsul Giancarlo Ghibaudi, el rabino Yehuda Ribco y los sanduceros Jorge Hochman y Anita Wollman, entre otros.
Mauricio Slivinsky, integrante del grupo de Uruguayos en Israel dijo que "si no nos cuidamos entre nosotros, nadie lo hará. Los uruguayos en Israel con los judíos de Uruguay, todos juntos somos uno. Nuestra solidaridad está con ustedes, con Montevideo, con Paysandú".
Rita Fremd y su prima Sandra Fremd de Soriano leyeron una publicación del rabino Yehuda Ribco, poco después del asesinato de David Fremd. "Un tipo bueno, divertido pero serio, responsable, que cumplía con su palabra. Atento al bienestar de su familia, sin descuidar la generosidad hacia el prójimo. El que estaba preocupado y ocupado por la unidad de su pequeña comunidad, el remanente de la otrora centenaria comunidad judía sanducera (de Paysandú, Uruguay) y que ponía de su tiempo, esfuerzo, energía, salud y vaya a saber cuánto más para que la llama del judaísmo siguiera encendida y alumbrando en aquel apartado rincón de este pequeño y olvidado país", leyeron.
El embajador Rosa leyó la carta enviada el 6 de abril pasado por el presidente Tabaré Vázquez y un mensaje del ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa.
Otros uruguayos hicieron uso de la palabra, entre ellos Fabián Wajner, académico de la Universidad de Jerusalén.
Ana Abend, una de las organizadoras, contactada telefónicamente por EL TELEGRAFO, al terminar el acto, dijo que fue "un acto respetuoso antes que emotivo; la mitad de los presentes no conoció a David. Pero, claro, para los uruguayos y especialmente para los sanduceros, estuvo pleno en emoción".
Al final, cantaron dos canciones. Una, presentada como la preferida de David Fremd, la otra, un famoso poema de Friedrich Schiller incorporado a la Novena Sinfonía de Beethoven. Todos los presentes se unieron para cantar "Mirad qué estupendo" (Ine ma tov u'ma naim) -"mirad qué estupendo / gustad qué alegría / el amor entre los hermanos", según la traducción rítmica de Kiko Argüello-, en hebreo. Y posteriormente, "Himno de la alegría" (Oda a la alegría), que apropiadamente para la ocasión culmina: "Ven, canta, sueña cantando / vive soñando el nuevo Sol /en que los hombres / volverán a ser hermanos".
Después de la desconcentración, Rita Fremd agradeció con cálidas palabras. "Gracias por este acto tan sobrio, pero a la vez tan emotivo. Que además de rendir homenaje a mi hermano y a mi familia, reunió a mucha gente de Paysandú", escribió a Ana Abend.