Opinion | 07 Abr Tal como se esperaba, debido su impacto regional, llegó a Uruguay el virus del zika, que ya afecta a personas de 28 países y territorios de América Latina y el Caribe. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se estima que a fines de este año se hayan registrado unos 4 millones de casos en la región. Un uruguayo que viajó a Brasil y reside en Montevideo, es el primer afectado por este virus, según lo informado en las últimas horas por el Ministerio de Salud Pública.
El ministro Jorge Basso dijo que no hay que alarmarse pero llamó a ser cuidadoso y mantener las medidas de prevención, no bajar la guardia pese al descenso de temperatura y tomar precauciones si se viaja a zonas donde el virus es endémico. Sugirió que embarazadas no se trasladen a estos países por las consecuencias que la enfermedad puede tener en el bebé, como la microcefalia. Las autoridades del MSP estimaban que casos importados de virus del zika podían presentarse ya que durante Semana de Turismo son muchos los uruguayos que se desplazan a zonas donde estos virus son endémicos.
Para la OPS, si bien la vigilancia del virus del zika se está intensificando en las Américas, aún es difícil definir cuál será la carga de la enfermedad en la región en el futuro. Según este organismo internacional, la manera más eficaz de controlar los mosquitos portadores del zika y de otras enfermedades es integrar los métodos de control de vectores clásicos con la participación comprometida a nivel individual y comunitario en la eliminación de los sitios donde los mosquitos puedan reproducirse.
En definitiva, ante el nuevo virus que puede afectarnos hay que responder fundamentalmente con más de lo mismo, puesto que la eliminación de los criaderos del Aedes Aegypti, mosquito trasmisor de esta enfermedad y el chikungunya, es lo que se viene recomendando desde hace años para prevención del dengue. Este mosquito tiene amplia dispersión en el territorio nacional y cada uruguayo tiene una tarea por hacer respecto a él: eliminar cualquier objeto que pueda acumular agua.
El primer caso de zika en el país representa un llamado a los ciudadanos a no bajar la guardia. Por otra parte, la llegada de esta enfermedad a la región pone en primer plano la urgencia de actuar conjuntamente para dar respuesta a una epidemia internacional que ya nos afecta. Pero además, resulta imperiosa la necesidad de continuar formando personal de salud a nivel primario en la identificación y notificación de casos de zika, además de fortalecer las capacidades de laboratorio en el país.