Locales | 09 Abr Ante los problemas de saneamiento que afectan a vecinos de Constancia y el peligro que implica para el tránsito el deterioro del puente de tablas sobre el Queguay Grande, el diputado nacionalista Nicolás Olivera formuló sendos planteos en la Cámara de Representantes.
El legislador subrayó la situación de los vecinos de la localidad de Constancia respecto del sistema saneamiento de las 32 viviendas entregadas en noviembre de 2015, en el marco del Plan 900, y precisó que en una de las visitas a dicha localidad, tomó conocimiento de la situación que se vive en ese centro poblado que dista a unos 20 kilómetros de la ciudad de Paysandú y en donde viven alrededor de 400 habitantes.
En Constancia existen dos planes de Mevir, “dentro de los cuales el recientemente inaugurado cuenta con 32 viviendas que presentan problemas con el sistema de saneamiento, al contar cada casa con un pozo sellado de 3.000 litros, pero sin conexión a pileta de decantación”, explicó.
A casi cinco meses de su inauguración, las viviendas tienen problemas de mantenimiento que afectan la salubridad del complejo habitacional, “por lo que solicitamos se adopten los mecanismos que den solución a este inconveniente, tomando bajo su cargo --tanto OSE como Mevir– el mantenimiento periódico (vaciamiento) de los pozos ciegos”, reclamó Olivera.
PUENTE DE TABLAS
La situación del puente Paso de los Molles sobre el río Queguay Grande (tramo Piñera–Queguay Chico), también conocido como el puente de tablas, que tiene a la fecha una antigüedad de más de 102 años, tampoco quedó afuera de los planteos de Olivera.
“El planteo que se formula tiene profusos antecedentes a nivel departamental, desde la Junta Departamental se promovieron diferentes instancias para poner en conocimiento de las autoridades nacionales y departamentales el grave deterioro que presenta dicha obra”, afirmó Olivera. “El puente se encuentra en un avanzado estado de deterioro que impide el normal tránsito de vehículos pesados, encontrándose actualmente limitado a 10.000 kg”, explicó.
Recordó que el puente sobre el Paso de los Molles tiene una estructura de hierro y una superficie de rodadura constituida por gruesas tablas abulonadas, sobre las que se colocó una capa de grava bituminosa, que en los hechos ha acelerado el deterioro de la madera al impedir la evaporación de la humedad al que la madera se ve sometida. “Esta situación supone un riesgo vial, pero además una clara limitación a la salida de la producción agropecuaria, que ve coartada las vías de extracción al contar con tres pasos habilitados desde oeste a este, de los cuales dos (Andrés Pérez y Los Molles) no se encuentran en condiciones de recibir tránsito pesado”, explicó.
Por eso “las medidas para reacondicionar el puente son necesarias, para que sea funcional a las necesidades actuales de los productores de la zona y de las diferentes localidades”, sostuvo Olivera.