Paysandú, Sábado 16 de Abril de 2016
Rurales | 10 Abr Pasados los primeros 10 días de abril, claves en el comienzo de la actual cosecha de soja en el país, la gran mayoría de los productores y empresarios del sector no han logrado ingresar a las chacras para recolectar el grano.
Productores consultados por EL TELEGRAFO han remarcado que esta semana será “clave” en el desarrollo de la zafra, porque si las lluvias “se retiran” de la zona permitirá cosechar aquellas chacras que desde hace algunos días están prontas y por las condiciones climáticas ha sido imposible ingresar.
Aunque lo positivo es que las precipitaciones fueron generales en todo el país y fueron muy bien recibidas por zonas como el centro y Este, en donde se habían negado en los últimos meses, en esta zona la permanencia de inestabilidad y constante humedad no han sido positivas para el sector agropecuario en general.
Los mayores registros en Paysandú se verificaron al norte del departamento, en donde desde el viernes 1º al sábado 9 llovió por encima de los 200 milímetros. En la zona noreste se verificaron registros de 240 milímetros y más al noroeste 220. Mientras en el Este (Piñera y Merinos como zona de referencia) la sumatoria de las lluvias generaron entre 120 y 130 milímetros. En el resto del departamento osciló entre 160 y 180 milímetros.
En el caso concreto del sector agrícola, la expectativa es grande. “Si no entramos a las chacras en la semana la cosa se va a empezar a complicar”, comentó un productor que desde hace 10 días tiene la soja en condiciones de ser cosechada y comienza a preocuparse porque si persiste este tiempo el poroto “comenzará a caer”.
Otros productores consultados coincidieron en manifestar que la zafra “ya se está complicando”. Explicaron que “los pronósticos no son muy alentadores y habrá que entrar a cosechar ni bien el suelo lo permita y seguramente el grano saldrá con humedad y habrá que secarlos en las plantas de recibo”.
Esto genera otra de las preocupaciones de productores y técnicos. “Habrá que ver si contamos con la suficiente cantidad de camiones para la operativa, porque se los va a necesitar y mucho, teniendo en cuenta que habrá algunas horas de espera en las plantas que tendrán que secar la soja húmeda”, aseguró uno de ellos.
Seguramente, todo se verá con el paso de los días pero las empresas tendrán que montar una operativa eficiente para que los tiempos no jueguen en contra del normal funcionamiento y que se pueda llegar al final de la zafra sin contratiempos ni inconvenientes.
LECHERÍA
La lechería es otro de los rubros que el clima les juega una mala pasada. Un sector que además debe lidiar con los problemas de rentabilidad al recibir precios por debajo del margen de aceptabilidad de cualquier empresa.
Las lluvias complican las zonas donde hay animales con cierto nivel de concentración, como sucede con los tambos, y en donde caminan dos veces por día para acceder a las pasturas. “Las lluvias de este tipo y continuidad entorpecen y dificultan el manejo del ganado de forma tremenda”, indicó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo, Roberto Ceriani.
El presidente de la Asociación de Productores de Leche de Parada Esperanza (APLPE) agregó que esto también “tiene consecuencias sanitarias por el deterioro de patas y pezuñas de los animales, además de golpes de la ubre porque las vacas están pariendo y tienen sus ubres más sensibles que en otras épocas del año. El ingreso de patógenos es más común debido a que la vaca está constantemente rozando con el barro, produciéndose enfermedades que se transforman en mastitis”.
Ceriani explicó que en esta época “se están terminando las reservas de silos y enfardada, tareas que lógicamente no se pueden hacer por el tiempo, y biológicamente los cultivos empiezan a perder bastante calidad al no poderlos cortar y darle el destino conveniente”.
Respecto a los verdeos de esta época, dijo que “los que ya se sembraron y están como para comer no se puede hacer porque se deshacen con el pisoteo de los animales, los recién sembrados muchos peligran porque la abundancia de agua puede hacer perder la semilla y los que no se sembraron deben esperar porque en estas condiciones es imposible hacerlo”.
También genera problemas para la implantación de pasturas permanentes --es la época de hacer el trabajo--, “y los productores en algunos casos tenían las tierras preparadas con algunos barbechos químicos hechos perfectamente y las lluvias determinan que se tenga que distanciar las siembras y genere nuevos gastos porque habrá que echar nuevamente herbicidas por el nacimiento de malezas”.
Aclaró que, en general, todo esto modifica y “entorpece” el funcionamiento del tambo y se transforma en menos remisión de leche por día y menos ingreso al tambero. “En un momento en donde los productores estamos en la raya o perdiendo dinero esto es pérdida diaria”, recalcó.
OVINOS
Para el sector ovino este exceso de precipitaciones también es nocivo para el rubro, y es muy importante tener en cuenta cómo la oveja ha pasado los últimos meses de vida.
De todos modos, el impacto no es tan fuerte como podría haber sido gracias al buen verano que tuvo el lanar. “Se comportó mejor desde el punto de vista podal y gastrointestinal, aunque si bien en alguna ocasión apareció algún problema éste fue mucho más leve”, señaló a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo, Marcelo Grattarola.
Para el técnico en el departamento de Paysandú del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), “en esta época en donde está a pleno las encarneradas y servicios de otoño, habrá que hacer el test coproparasitario para observar el nivel de infestación que tiene la majada una vez que finalice el temporal”.
Aclaró que se advierte que hay contaminación de parásitos “por la humedad y lluvias” de estos días de abril, por lo que aquellos productores que conocen los específicos veterinarios que mejor funcionan en su majada deberán “brindárselos a los animales”.
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