Deportes | 12 Abr El técnico sanducero Carlos Cabillón condujo a la selección Sub 18 de Young nada menos que al título de la 23ª Copa Nacional de la Organización del Fútbol del Interior (OFI), sellando con una histórica vuelta olímpica el esfuerzo realizado por todos, pero fundamentalmente por parte de los futbolistas, quienes entendieron de cómo se debía trabajar, no escatimando horario y días de entrenamientos.
Según el exfutbolista, esa fue la clave de este premio que puso a los albirrojos en lo más alto del escenario futbolístico juvenil del Interior.
“Hubo una cantidad de factores que llevaron a que este equipo lograra consagrarse campeón nacional, para nosotros de manera muy justa y no milagrosamente como algunos señalan”, dijo Cabillón.
La tarea no fue fácil. “Nuestra labor se inició con los Sub 15 y de ahí comenzamos a observar jugadores, chicos que ya estaban jugando en Primera. En esto también se aprende, porque se dice que los técnicos de selección tienen dirigir la categoría en la que trabajan, y entiendo que no es así: tuve la oportunidad de salir campeón en Sub 15 con Paysandú y nunca dirigí Sub 15; y ahora nos toca ser campeones del Nacional Sub 18 con Young, y tampoco dirigí Sub 18 en Young”, reflexionó. Y apuntó: “Lo que tienen que tener los entrenadores son tiempos de observación para llevar a cabo la idea, y ver cómo se desplazan la mayoría de los jugadores porque, de lo contrario, solo dos veces en el año se pueden observar”.
La clave fue contar con el tiempo necesario para elegir a los futbolistas, dado que el período de entrenamientos no fue superior al del resto de los rivales. “El campeonato de Young culminó a principios de diciembre y por lo tanto había jugadores que cuando comenzamos a entrenar en forma definitiva el 16 de noviembre estaban jugando por sus respectivos clubes, y cumplían con la selección un par de días y luego estaban al servicio de las instituciones”, afirmó Cabillón.
Pero esto permitió que el grupo fuera tomando fuerza y se lograra una comunión importante. “Se fue haciendo fuerte, entrenando en doble horario. A tal punto que cuando perdimos ante Fray Bentos y Paysandú, por iniciativa propia el plantel decidió entrenar al día siguiente a las 7 de la mañana”, resumió.
El entrenador no dejó de valorar al cuerpo técnico confirmado para acompañarlo en este desafío. “El profesor Marcos Saldaña; el ayudante de campo José María Porro; Enzo Dungey como entrenador de arqueros; Fernando Cremella y Renzo Minetti en la recuperación de los jugadores; Juan Meléndres como equipier y Gonzalo Picasso como delegado, toda gente muy profesional que hizo un trabajo espectacular, porque durante bastante tiempo estuve alejado por una dolencia en la espalda que me limitaba para moverme más allá de que lógicamente tenía la tarea de la planificación de los trabajos”.
Tampoco se olvidó de la “comisión de padres que integramos y que siempre nos gusta integrar, porque trabajan con gran dedicación y apoyo que realmente son muy importantes”.
La fórmula del éxito tuvo, como está a la vista, varios ingredientes. “Entre todos logramos darle una idea a este equipo que a medida que fue pasando el campeonato se fue solidificando. Hicimos 10 goles entre semifinales y finales, y fue fundamental el hecho de que ganamos casi todos los partidos de locales durante el proceso (nueve triunfos y un empate)”.
Ganar en casa era, está claro, el objetivo primordial para seguir avanzando en el torneo. Y para hacerse fuerte en el “Juan Antonio Lavalleja” fue vital “el gran apoyo de la gente”, al punto que fue Young la plaza que “más entradas vendió en el Litoral”.
“Tomamos una camada de futbolistas que se fue haciendo fuerte con el trabajo de todos. Porque hubo apoyo de los dirigentes, clave en el proceso porque cuando hablamos de los viajes largos en los días previos, de la alimentación para los chicos tras cada partido, las vitaminas, los directivos lo entendieron. Y tuvimos el apoyo de un técnico de primera como Ramón Silvera (entrenador del combinado absoluto de Young), que tras una brillante campaña y haber quedado eliminado siguió apoyándonos”, relató.
Tras la obtención del título en Maldonado fue tiempo de volver a Young. Y se desató la locura, la caravana interminable que seguirá viviendo en las redes sociales, donde perdurará el agradecimiento y las lágrimas de emoción ante este hecho histórico.