Paysandú, Miércoles 20 de Abril de 2016
Rurales | 13 Abr Las constantes precipitaciones, que en lo que va de abril ya superan los 350 milímetros en varias zonas del departamento de Paysandú, “representan condiciones altamente favorables para los hongos de germinar y afectar a los cultivos de soja”, señaló a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Carlos A. Pérez Rodríguez, al tiempo que alertó a los productores que deseen guardar semilla para la próxima zafra, para que analicen muy bien la calidad.
Es que la situación que se vive hasta el momento no tiene antecedentes desde el año 2000 a la fecha, con una zafra que acumula agua durante tantos días seguidos --Estación de Meteorología de Paysandú informó de 243 milímetros en lo que va de abril pero al norte del departamento superan los 350 mm-- y además con pronósticos para nada alentadores, con lluvias que continuarán en los próximos días.
El docente e investigador de Fitopatología de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, con doctorado en la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, en Patologías de las Plantas, subrayó que la situación actual “es complicada”. Entiende que en lo sanitario “ya hay cultivos que están en madurez y momento de cosecha, y desde el punto de vista sanitario esta situación afecta la calidad y podría afectar el rendimiento en donde se constate podredumbre y caídas de plantas que quedan por debajo de la plataforma de la máquina”.
Sostuvo que donde puede estar golpeando mucho, “pero no lo vamos a saber hasta que no avance un poco la trilla, es en la calidad del grano que se va a cosechar, y a su vez la calidad de la semilla que se va a producir para quien guarde el grano para semilla el año que viene”.
En tal sentido alertó que, en estas condiciones, “quien desee guardar semilla tiene que elegir muy bien la chacra y la situación en la que está, porque las condiciones son muy favorables para tener semilla de calidad limitada, tanto fisiológicamente como desde el punto de vista sanitario. Luego de un año con cosecha complicada, la calidad de la semilla se torna fundamental, dado que condiciona el éxito de la implantación en la zafra siguiente”.
Para eso es fundamental “recorrer bien el cultivo que se quiere guardar como semilla y asegurarse que sea de buena calidad, verificando con información de laboratorio, para disminuir riesgos en implantación y sanidad de la zafra siguiente”, manifestó Pérez.
El profesional sanducero indicó que las actuales condiciones de humedad de varios días “con agua libre” en la superficie de las plantas son condiciones ideales para que los hongos afecten los tejidos vegetales. Durante abril ya superan los 350 milímetros en prácticamente toda la región y acotó que “durante los primeros 10 días de abril no ha pasado ningún día sin lluvias en la zona de Paysandú”.
“Esto representa posibilidades para los hongos de germinar y afectar a los cultivos. Afecta el rendimiento en cuanto a descomposición de raíces y tallos y consecuentemente caída de plantas, lo cual aún no tengo datos de que esté ocurriendo, pero sin dudas afectará en la calidad del grano que se coseche, principalmente en aquellos cultivos que estaban prontos para ser cosechados a fines de marzo”, subrayó.
Consultado sobre la situación de los cultivos que comenzaron a ser cosechados en los últimos días de marzo y que las lluvias que se iniciaron en la noche del viernes 1º de abril impidieron continuar hasta estos días, dijo que “debe haber un abanico de situaciones muy distintas, pero podría llegar a pasar que no afecte demasiado si es que todavía estaba en estado de secado y no estaba pronto”.
Explicó que en el caso de los cultivos de soja que estaban secos y prontos para levantar y se humedece, “puede llegar a ocurrir podredumbre de vainas y hasta incluso algún grano germinado, como ya lo hemos apreciado en algunos cultivos esta semana, pero esperemos que esto sea anecdótico y no se generalice”.
Aclaró que se puede dar un abanico de situaciones, que “no le pase mucho a otras con vainas entreabiertas y le ingrese humedad, germinando el grano o directamente se pudre por la actividad de microorganismos”, asegurando que es temprano aún para determinar qué puede haber sucedido en estos primeros 11 días de abril.
Carlos Pérez manifiesta que las situaciones también son diferentes en las propias chacras. “Aquellas que tienen bajos tendrán más problemas de drenaje, tendrán un impacto distinto a las chacras con buen drenaje en una ladera y que no tengan acumulación de agua. Es difícil estimar lo que puede pasar y seguramente habrá un abanico de situaciones”.
ENFERMEDADES
Las condiciones actuales mencionadas favorecen a las enfermedades de la soja. “Los cultivos que están en el momento de cosecha se verían afectados principalmente en la calidad”, precisó el experto.
Sin embargo, aclaró que hay cultivos que “están en llenado de granos y esos sí pueden llegar a tener inconvenientes de enfermedades. Esto es pensando en cultivos algo más atrasados, como las sojas ubicadas más al sur del país”.
Destacó que “la base del funcionamiento de las enfermedades causadas por distintos hongos es el agua libre para que pueda germinar la espora e infectar. En estas condiciones, en donde no hay rayos solares que puedan matar algo de esporas y de continuo hay agua libre en la superficie de la hoja, en el tallo y la raíz, son condiciones de alto riesgo. El impacto que pueda tener eso dependerá de cada chacra en particular, del estado del cultivo y la presión de inoculo de cada una de las enfermedades”.
En aquellos cultivos más atrasados “y que estén en R5, se podría estar expuesto a la roya, que es una de las enfermedades más temidas y que este año ha tenido –probablemente por la seca del mes de enero-- poco desarrollo”.
Aclaró que esto puede suceder más al sur del país. En el litoral-norte los cultivos están más avanzados “y se dispone de información nacional que si se detectan las primeras pústulas después de R6, la roya no estaría afectando el rendimiento”. Apuntó que en esta zona “no habría mucha interferencia del rendimiento, más allá que uno sale y ve que está la roya”.
Se refirió al “amarillamiento”, que podría ser en determinado cultivos “una senescencia natural o una subida del nivel de enfermedad por el tizón de la hoja, causado por Cercospora kikuchii, un hongo que después que arrancaron las lluvias comenzó a aumentar su incidencia y severidad”.
También mencionó “algo de mancha marrón causado por Septoria glycines, que en algunos cultivos llegó a niveles de infección superiores a años anteriores. Por su parte, en algunos casos el amarillamiento pudo estar favorecido por niveles de infección elevados de roya que, conociendo las necesidades del hongo por el clima y la resistencia de los cultivares, se esperaba que fuera más explosivo su desarrollo, y sin embargo no parece haber ocurrido dicha explosión”.
Expresó Pérez que “recién se generalizaron y hay muchos cultivos con roya, pero tarde en el ciclo y posiblemente con poca incidencia en el rendimiento”.
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