Paysandú, Miércoles 20 de Abril de 2016

Las aplicaciones del gas carbónico que hoy no se aprovecha en ALUR

Locales | 19 Abr El dióxido de carbono, CO2 o anhídrido carbónico, es conocido popularmente como “gas carbónico” y su uso más general es el darle efervescencia a las bebidas, que por eso también se les llama “gaseosas”. Sin embargo, también tiene usos en la medicina, en la industria, la biología, la botánica y muchos otros campos. Es lo que también se conoce como “hielo seco” cuando está a muy bajas temperaturas.
Es un gas incoloro e inodoro, no inflamable y un poco ácido a la humedad. Se encuentra en una proporción de 325 ppm en la atmósfera. Se obtiene por fermentación, combustión o descomposición química o térmica de calizas. Es un elemento importante (junto al agua y la luz) para la fotosíntesis de las plantas y el CO2 de la atmósfera es uno de los gases que provoca el llamado efecto invernadero en el planeta.
El dióxido de carbono se usa para fabricar carbonato de sodio (útil para lavar) e hidrogenocarbonato de sodio (bicarbonato de sodio).
VARIAS UTILIDADES
El gas carbónico, que ahora se “deja salir” de la chimenea de ALUR en Paysandú, se emplea en muchos campos de la industria, en el caso de la alimentaria para darle efervescencia a las bebidas, disuelto bajo una presión de 2 a 5 atmósferas, pero también como conservante. También puede emplearse como ácido inocuo y poco contaminante para cuajar lácteos de un modo más rápido y barato sin que añada ningún sabor. Esta misma propiedad lo hace de gran utilidad para la neutralización de residuos alcalinos.
No arde ni sufre combustión, por lo que se emplea en extintores de fuego. El extintor de CO2 es un cilindro de acero lleno de dióxido de carbono líquido que, cuando se libera, se expande repentinamente y produce una bajada de temperatura tan enorme que se solidifica en una especie de nieve en polvo. Esta nieve se volatiliza al contacto con la sustancia en combustión, produciendo una capa de gas que enfría y mitiga la llama.
El dióxido de carbono sólido, conocido como hielo seco, se usa mucho como refrigerante. Su capacidad para enfriar es casi el doble que la del hielo del agua; sus ventajas son que no pasa a líquido, sino que se convierte en un gas, produciendo una atmósfera inerte que reduce el crecimiento de las bacterias. También se utiliza como líquido refrigerante en máquinas frigoríficas.
PARA LA MEDICINA
En medicina, su uso puede ser en criocirugía, para mezclarlo con oxígeno o aire, ya que la presencia de dióxido de carbono en la sangre estimula la respiración. Por esa razón, se le añade dióxido de carbono al oxígeno o aire ordinario en la respiración artificial y a los gases utilizados en la anestesia. También se usa para impulsar el diafragma en la cirugía laparoscópica. En la agricultura se utiliza como estimulante del crecimiento de las plantaciones en invernaderos de aire controlado. A pesar de que las plantas no tienen la capacidad de absorberlo por las raíces, la presencia del gas carbónico contribuye a bajar el pH del suelo, evitando así el depósito de cal y haciendo más disponibles algunos nutrientes.
También es utilizado en espectáculos y el cine, para crear apariencia de hervor en agua o niebla artificial en efectos especiales.


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