Locales | 15 Abr El último plenario de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), reunido en Paysandú bajo la organización del sindicato de trabajadores de PILI (Osepi), resolvió su apoyo al proyecto de autogestión de los operarios de la empresa Ecolat, perteneciente al grupo peruano Gloria que se retiró del mercado uruguayo el año pasado y a la presentación de convenios más cortos en los Consejos de Salarios para continuar su negociación, en el marco de los vaivenes que atraviesan los precios internacionales.
El presidente de Osepi, Marcel Petrib, señaló que proponen “un convenio puente por un año y negociar los cambios de la industria láctea que se encuentra en una coyuntura compleja”. No obstante, reconoció que la empresa local no ha perdido mercados, sino que “elabora quesos para mercados brasileños e interno”.
Explicó que los productores padecen mayores dificultades, en tanto “llevan a las plantas por debajo de $ 6 el litro”, al tiempo que una vez finalizada la zafra el pasado 15 de febrero, “la empresa planteó al sindicato un contrato a término para 20 operarios en el marco de una negociación que se extiende por tres meses, hasta conformar una nueva mesa bipartita”.

DEPENDENCIA DE MERCADOS INTERNACIONALES
El dirigente de la FTIL, Carlos Cachón, precisó a EL TELEGRAFO que “la industria láctea depende de las estrategias trazadas por la dependencia de algunos mercados internacionales que a su vez generó una caída en los precios. Eso no significa que los trabajadores debemos pagar siempre todas las crisis del sector, porque en ese sentido, la federación ya atravesó por la década de los 90' con los efectos Tequila, Samba, entre otros, y ahora se nota en la negociación colectiva”.
Sin embargo, el gobierno ha tomado precauciones a través del Instituto Nacional de la Leche (Inale) en apoyo a los pequeños productores, “mientras los grandes productores se movilizan pero pueden visibilizar los cambios en los mercados”. Cachón insistió “en la Ley de Inversiones porque tenemos en la calle a más de 10.300 trabajadores, con dos empresas cerradas que son Ecolat y Schreiber, como resultado de permitir el ingreso a capitales extranjeros que no estuvieron a la altura de los trabajadores uruguayos y ahora esa realidad se presenta en los Consejos de Salarios”.
Los trabajadores representados por la FTIL presentaron “un convenio corto para visualizar la tendencia a futuro y que los costos sociales no lo paguen los trabajadores. Incluso estamos atentos a los productores porque la entrada de Lactalis, una de las principales multinacionales de la alimentación láctea, tomó la región litoral y a su vez le bajó los precios a los productores. Eso rompe con la tradición del sistema cooperativo lácteo nacional, como son los casos de Conaprole, Calcar, Claldy o industrias locales como PILI, que a pesar de las diferencias en el relacionamiento son empresarios nacionales que conocemos y con quienes podemos abocarnos a trabajar desde las coincidencias en una industria sustentable”, dijo Cachón.
Según el dirigente, “la discusión se deberá centralizar en el empleo, pero no un empleo chatarra que se basa en la utilización de los precios internacionales mientras les favorece y luego, se van. Además, tiene su relación con las políticas instrumentadas desde los gobiernos departamentales con favores fiscales autónomos en cada departamento. Por eso deberá resolverse con una política nacional que viabilice el instrumento, incluso a través de algunas leyes como el Fondo de Insolvencia Patronal, que permitirá una seguridad para el trabajador ante estos avatares”.

EN BÚSQUEDA DE ALTERNATIVAS
El directivo a nivel nacional, Heber Figuerola, adelantó que se buscan alternativas laborales y en ese sentido, “los trabajadores de Ecolat elaboran una iniciativa de autogestión cooperativa con Inacoop a través del Fondes, e inclusive se hará un lanzamiento en mayo próximo en una asamblea general. La idea es llevar adelante una estrategia de recolección de firmas y otras instancias como paros generales”. La restante alternativa se basa en el cumplimiento del último mes de una prórroga del seguro de paro y aunque ya no existen posibilidades de una extensión, se harán las gestiones pertinentes.
Figuerola opinó que los convenios firmados con Venezuela “son saludables, más allá de las dificultades de implementación de los pagos, pero entendemos que hubiese sido aún más complejo sin esta apertura de mercados, ante los vaivenes de los precios internacionales. Por eso debemos impulsar la integración latinoamericana a través del Mercosur”.