Locales | 20 Abr Las continuas lluvias de los últimos días, los fuertes vientos registrados en varias zonas del país, la inestabilidad climática generalizada en todos los departamentos, llevaron al Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) a decretar la alerta roja en casi todo Uruguay entre el lunes y ayer. Una advertencia que, por el momento, se desvaneció y que respondió al gran volumen de precipitaciones que se han registrado en los últimos días, aseguró a EL TELEGRAFO, Néstor Santayana, jefe de Pronósticos del Inumet. Agregó que, a la hora del pronóstico, se evaluó el riesgo.
“Se ponderó lo hidrológico. Se esperaban precipitaciones acumuladas superiores a los 100 milímetros. Una gran cantidad de milímetros de agua sobre un suelo totalmente saturado que podría traer daños. Al punto que ayer (por el lunes) teníamos más de 4.000 evacuados en 13 departamentos y ahora hay casi 8.000 en 18 departamentos. Se evaluó el riesgo. El riesgo que podría acarrear a los uruguayos que se encontraban en determinadas zonas y lo que podría desarrollarse en ese período. Eso se evalúa para todos los eventos”, explicó Santayana.
El comentario de ayer, entre la población, era de que se había fallado en la predicción con el alerta roja al no registrarse vientos huracanados o tornados como el que azotó a Dolores el viernes pasado. El meteorólogo aseveró que hubo “mucha manija” con los vientos y los tornados, y que se esperaban turbonadas en todo el país. “Toda esa situación previa” generó ese clima de expectación por lo peor. Pero lo cierto es que se emitió alerta roja “por el volumen de precipitaciones en todo el territorio. Tenemos rutas cortadas, ciudades que no tienen agua potable. Durante la madrugada cayeron 200 milímetros en Salto. Si estabas regalado, amanecías flotando”, agregó Santayana.
El experto también recordó los pasos que dan para evaluar una situación meteorológica. “Primero, analizamos si tenemos una situación sinóptica, que puede generar un determinado fenómeno: un viento fuerte, lluvia, tormenta, ola de calor o de frío. Luego de identificar la situación sinóptica y el fenómeno, hay que ver la intensidad del fenómeno. Luego de eso, se determina el espacio temporal y espacial, la duración del pronóstico y donde estaría comprendido. Es todo un proceso”, dijo. “Es un mecanismo que se utiliza en muchas partes del mundo. El sistema de los colores --verde, amarillo, naranja y rojo-- es una manera sencilla de presentárselo a la población”, añadió.