Locales | 23 Abr Veinticuatro de las veintiocho familias del barrio en situación irregular Los Alamos fueron autorizadas a habitar, desde la víspera, el barrio de relocalización, ubicado en el Curupí, aun cuando no se encuentran terminadas.
Los Álamos fue durante varias décadas un asentamiento irregular en paralela a Dr. Roldán al norte de Yapeyú hasta el arroyo La Curtiembre. Precisamente el anegamiento de este curso de agua, generalmente tras copiosas lluvias, hacía que los vecinos debieran abandonar apresuradamente sus viviendas para alojarse provisoriamente en carpas levantadas en la calle o trasladarse a la capilla María de Nazareth, en barrio norte.
"Es una cuestión de sentido común", dijo el intendente Guillermo Caraballo, quien al mediodía llegó al lugar de relocalización, donde lo esperaban los vecinos. "Las viviendas (en el asentamiento irregular) tienen las paredes rajadas; encontrar que tienen en tarrinas sus pertenencias porque viene el agua y se las lleva es algo movilizador", agregó.
Incluso cuando "habíamos asumido el compromiso que aquellas viviendas que estaban más adelantadas íbamos a entregarlas y realizar el acto de inauguración en el mes de mayo; ante los fenómenos que están sucediendo, la gente, entre vivir en ese lugar, corriendo una serie de riesgos y habitar en estas viviendas en obra que sigue construyéndose, donde riesgos hay, es un tema de sentido común".
"Le planteamos a la gente de (Departamento de) Obras reunirnos con los vecinos para entregar las casas ahora y que luego se irán terminando en su construcción. Ustedes pueden mudarse hoy mismo, después de firmar un compromiso donde queden muy en claro las responsabilidades de cada parte", dijo Caraballo a los vecinos, quienes reaccionaron con aplausos.
"Le damos más tranquilidad entre todos", aun cuando no están terminadas las viviendas --en general se encuentran en diferentes niveles de construcción, llevada adelante por los propios beneficiarios-- y no tienen conectados los servicios básicos de electricidad y agua potable. "Ambas se encuentran en el predio, pero como servicio de lotes en construcción", explicó.
"No será todo lo prolijo administrativamente, capaz que no, pero no se puede hacer política solamente con los papeles, hay que ver la cara de la gente", subrayó el intendente, quien estuvo acompañado por el secretario general, Mario Díaz, el director general de Obras, Gonzalo David de Lima, y el encargado de la Unidad Vivienda, Federico Pollini. También se hizo presente la diputada Cecilia Bottino.
"Es una gran alegría --dijo un vecino--, vamos a descansar y no vamos a estar pensando si crece o no crece (La Curtiembre), es horrible esa situación", expresó.
Los vecinos ahora tienen hasta el viernes 29 para retirar todas sus pertenencias de sus viviendas en el asentamiento, incluyendo las construcciones que entiendan convenientes. El resto "será demolido por la Policía Territorial, que para algo fue creada", subrayó Caraballo.
"Ambas partes asumimos compromisos, las obras continuarán y estaremos ayudando. Entendí que en este momento, donde para el fin de semana están previstas lluvias y esto va a seguir, dentro de muchas complejidades que tenemos en la ciudad y el departamento, si habilitábamos que se habitara, esta sería una menos y primó el sentido común. Esta acción quedará documentada al firmar los compromisos y obligaciones que cada uno asume", agregó.
"El saldo es muy positivo, hoy mismo la gente empieza a trasladarse. Los compromisos siguen intactos, hoy no estamos inaugurando nada, sí estamos habilitando la posibilidad de permitirles a los vecinos que si llueve mañana, si el arroyo crece, que ellos estén en lugar más seguro con sus familias", concluyó.
La piedra fundamental del barrio de relocalización de Los Álamos fue colocada el 10 de diciembre de 2013, en aquel entonces para 25 familias. El predio fue adquirido por la Intendencia Departamental de Paysandú mediante el mecanismo de expropiación. Las viviendas, con un costo de unos 50.000 dólares cada una, fueron financiadas a partes iguales por el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Terrritorial y Medio Ambiente y la Intendencia. El período inicial de obra fue determinado en 18 meses, pero han pasado 28 meses y todavía no han sido culminadas.