Opinion | 30 Abr El viaje de varios días de una delegación de siete legisladores y seis funcionarios a Zambia, encabezada por el vicepresidente Raúl Sendic, ha costado a los contribuyentes uruguayos unos 120.000 dólares, que es un monto que en el presupuesto de un país puede aparecer como menor, pero que es parte de una sumatoria que constituye el gasto excesivo y superfluo en el Estado, por decir lo menos.
Sendic, los senadores Ruben Martínez Huelmo, Ivonne Passada y Daniela Payssé, del Frente Amplio, y Luis Alberto Heber del Partido Nacional; los diputados Gerardo Amarilla y Gonzalo Novales del Partido Nacional, y Felipe Carballo del Frente Amplio, más un grupo de funcionarios del Palacio Legislativo, concurrieron a la 134ª Asamblea de la Unión Parlamentaria en Lusaka, la capital de Zambia. El vicepresidente se hospedó entre el 18 y 21 de marzo en una business suite por la que pagó U$S 2.610, pero pese a que se quedó tres noches debió pagar cinco, según informó el semanario Búsqueda en base a la respuesta de un pedido de informes que realizara el diputado colorado Fernando Amado.
Estas misiones parlamentarias cuyo mayor aporte para el país es alimentar el ego del participante, que se siente importante rodeado de tanto lujo y “representatividad”, aparece como un exceso y un gasto irracional en cualquier tiempo, pero mucho más lo es cuando el gobierno promueve la revisión del gasto público en general, incluyendo los presupuestos de los ministerios, debido al fuerte déficit fiscal --del orden del 4 por ciento del PBI--- y un estancamiento manifiesto de la economía.
En este caso, según la escala de viáticos de la Organización de Naciones Unidas, publicada en la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores, el viático para el Hotel Intercontinental de Lusaka donde se alojó la delegación encabezada por Sendic se estimaba en U$S 418 por día. Sin embargo, en el caso de Sendic el costo de cada día ascendió a U$S 522.
El senador nacionalista Luis Alberto Heber dijo que desconocía el precio pagado por el hotel, ya que lo decidió la presidencia y la secretaría del Senado. "Yo no sabía que se había gastado tanto, yo me vine antes, terminé y me vine (...) Me rompió ir a Zambia, fue un pelotazo. Si alguien cree que fuimos al Caribe, no fue así", dijo Heber a El Espectador.
Por si fuese poco, además de gastar por encima de la media Uruguay se dio el lujo de enviar una multitudinaria delegación, mientras que países mucho más grandes apenas si tuvieron representación. Por ejemplo Argentina, con una población 11 veces mayor que Uruguay, envió solo 2 representantes, lo que deja en evidencia la importancia de “la cumbre de Zambia”.