Paysandú, Sábado 07 de Mayo de 2016
Rurales | 05 May Si bien las majadas en gran parte del país han sentido el impacto de las importantes precipitaciones registradas durante el mes de abril --que en varias zonas del departamento de Paysandú superaron los 600 milímetros--, “en comparación a otros rubros, entendemos que no fuimos los más perjudicados”, manifestó a EL TELEGRAFO el doctor Adolfo Casaretto. El jefe del Departamento de Transferencia de Tecnología del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) explicó que el ovino “venía en muy buen estado por el verano, además del momento fisiológico en el que las ovejas son encarneradas, por lo que no tienen demanda sobreagregada que ocurre en la lactancia, en la parición o las preñez avanzada”.
De todas maneras, reconoció que “ha perdido algún punto en la condición corporal, lo que no es recomendable en el momento de la encarnerada, además de algún problema podal”, pero insistió en que, en general y por el estado que tenían, “no habrá serias dificultades en el sector por las inclemencias climáticas de abril”.
Entiende que puede llegar a registrarse un menor porcentaje de preñez, “y hay que estar muy atentos a la situación de lombricosis, porque en general las majadas están levantando su carga parasitaria, y algunos problemas podales que no necesariamente son pietín, pero están ocurriendo”.
Se refirió a las consultas que reciben habitualmente e indicó que los productores “están muy interesados en dosificar contra lombricosis, lo que es entendible, porque en estos momentos de finalización de las encarneradas no es conveniente que haya brotes parasitarios, y nos consultan sobre las drogas a utilizar”.
Para Casaretto, la mejor herramienta a utilizar es “el análisis de materia fecal. A eso hay que sumarle la aplicación temprana de drogas efectivas, porque “si hay brotes de lombriz del cuajo, puede afectar la preñez”. Agregó que hay que priorizar la majada de cría, “porque está con preñeces tempranas y la lombriz del cuajo puede causar pérdidas embrionarias”. La otra categoría fundamental a cuidar es la recría, “y en especial las corderadas de seis o ocho meses, porque son categorías particularmente sensibles”.
El profesional sostiene que hay que aprovechar este clima más seco y que no haya barro en los corrales “para hacer pediluvio o baño de patas”. Aclaró que “no necesariamente tiene que ser pietín, pero como las pezuñas estuvieron en un ambiente húmedo sostenidamente comienzan a aparecer otras afecciones podales”.
Sobre las encarneradas, dijo que lo más afectado ha sido la inseminación artificial, “ya que la gente tenía sincronizadas majadas para inseminar o incluso las inseminaciones con semen fresco o vía cervical, y lógicamente se han visto afectadas, porque requerían de una rutina de que las ovejas se encerraran en los corrales todos los días, Pero el grueso de las encarneradas en el país que son de monta a campo, con dificultades pero no afectará mayormente la vida reproductiva de los ovinos”.
Estos días frescos y secos ayudan al ovino a recuperarse, “y posiblemente asistamos a un preparto sin mayores inconvenientes”, señaló Casaretto.
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