Deportes | 04 May El Atlético de Madrid ganó la semifinal frente al Bayern Munich y clasificó para disputar la finalísima de la Champions League, pese a perder 2 a 1 y gracias a ese gol de visitante (se había impuesto en casa por 1 a 0 en el choque de ida), y espera por su rival, Real Madrid o Manchester City, que se miden hoy a partir de las 15 de nuestro país.
El equipo alemán, orientado por Pep Guardiola, tuvo la pelota --como era de esperar en este duelo de estilos-- y si bien pudo despedirse de la primera parte con clara ventaja en el tanteador, apenas se fue arriba por 1 a 0. El gol de tiro libre de Xabi Alonso a los 31’, luego de que la pelota se desviara en las piernas de José María Giménez, permitía al Bayern tener tranquilidad a medias ya que igualaba la serie.
El zaguero uruguayo se mostró nervioso durante varios minutos, al punto que cometió un penal que podría haber comenzado a liquidar la serie a favor de los teutones, pero Oblak, la figura del colchonero, se quedó con el remate de Müller cuando iban 35’ de juego.
Sin haber tenido el balón y sufrido demasiado en esa primera parte, el argentino Diego Simeone realizó variantes y la postura del equipo en la cancha, para intentar darle al madrileño mayores posibilidades.
Y le rindió, teniendo en cuenta que el Atlético mostró otra cara. A los 53’ llegó la igualdad, festejada por Griezmann tras recibir apenas adelantado un gran pase del “Niño” Torres, y definiendo ante la salida del golero.
El Bayern perdió la cabeza, y llegaron los mejores momentos de la visita. Para los alemanes todo pasaba por marcar dos goles, y poco a poco el equipo comenzó a soltarse. Lewandowski, a los 74, puso arriba al local en el tanteador, pero no alcanzaba.
El local apostó todo a la ofensiva y dejó espacios de mitad de cancha hacia atrás, lo que fue aprovechado por los colchoneros que tuvieron todo para liquidar la serie a los 84’ pero Torres, que fue derribado afuera del área, se encontró con las manos de Neuer al patear esa pena máxima mal cobrada.
Los minutos se fueron. Uno buscando el gol que le faltaba y el otro aferrándose a esa derrota corta que le permitía clasificar a la final de la Champions. El Atlético de Godín y Giménez alcanzó el objetivo, gracias a ese gol de visita.