Opinion | 05 May Más de la mitad de las muertes en el tránsito son de motociclistas, sector al que el gobierno desde la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) propone desarrollar diversas estrategias para disminuir este riesgo en el marco de sus políticas de educación y difusión preventiva.
Junto a los peatones, los motociclistas integran los grupos vulnerables con mayor incidencia en las muertes en el tránsito: 256 fallecidos en el año 2015, lo que representa más del 50% del total de fallecidos en el tránsito a nivel nacional.
Por otra parte, según el Sistema de Información Nacional de Tránsito, 6 de cada 10 motociclistas que fallecieron en 2015 eran menores de 40 años, con particular incidencia del rango entre 15 y 29 años que sumó 104 fallecidos.
En particular, preocupa el sector de repartidores en moto, más conocidos como delivery, quienes muchas veces realizan su trabajo en condiciones de alta peligrosidad constituyendo un riesgo importante para la seguridad propia y ajena.
Por otra parte, cuatro de cada diez accidentes laborales de tránsito involucran motos y el ingreso de trabajadores de los delivery al CTI se sitúa diez veces por encima de la media de ingresos por accidentes de tránsito, según declaraciones del inspector nacional de Trabajo, Gerardo Rey, quien sostuvo que del total de accidentes de tránsito en el país, el 2,5% ocurren a trabajadores de este sector.
Las estadísticas también son preocupantes en lo que se refiere al promedio de días de inasistencia por internación en el sector, ya que mientras que los trabajadores en general tienen un promedio de internación de 22 días, los que se desempeñan en servicios de delivery tienen un promedio de 48 días de reposo al accidentarse.
A partir de una serie de controles realizados a impulsos de la Unidad Nacional de Seguridad Vial, se constató que el 40% de las motocicletas que se utilizan para reparto tienen defectos, incluso en los frenos y en su parte eléctrica.
Indudablemente el informalismo y disparidad salarial en que trabajan muchos de los repartidores, así como la competencia desleal entre las empresas que brindan este tipo de servicios, son factores que inciden negativamente en las condiciones de trabajo y contribuyen al aumento de de accidentes.
En este sentido, cabe señalar que según el inspector general de Trabajo, Gerardo Rey, entre el 60% y 70% de los locales de delivery visitados por dicha repartición tuvieron multas por incumplimientos a las normativas laborales. Por ejemplo, se comprobó que muchos de los trabajadores del sector no cuentan con cascos habilitados, que algunas empresas que los emplean no proveen ropa de trabajo y que hay muchos repartidores “en negro”. En las inspecciones realizadas se identificó que cuatro de cada diez trabajadores del sector tienen menos de 30 años y para seis de cada diez esta tarea es su única fuente de ingreso.
En el marco del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, celebrado el pasado 28 de abril, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social presentó algunas medidas que llevará adelante para formalizar y capacitar a quienes se desempeñan en este sector de actividad.
Las autoridades planean dar este año un impulso a la capacitación, tanto teórica como práctica de estos trabajadores, así como profundizar la inspección técnica de los vehículos.
En este sentido, fueron anunciados cursos gratuitos en el segundo semestre de este año, ya que se entiende que “no alcanza” con la libreta de conducir y es necesario desarrollar conductas seguras. En ese sentido, a través de Inefop, es inminente la realización de un llamado a profesionales del área psicológica y laboral, que desde un perfil preventivo se aboquen a la formación de los trabajadores de reparto en motocicletas.
Desde la Inspección de trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social se aspira a que la certificación que se otorgue a los trabajadores de reparto en motos sea un requisito para tomar empleo, lo que ayudaría a la formalización de este tipo de tareas.
A nivel de reglamentación, se estudia por ejemplo obligar a una identificación homogénea de la caja de carga que suelen llevar en las motos, lo que se estima tendrá un impacto positivo desde el punto de vista de la seguridad. La idea es que los motociclistas repartidores asuman su responsabilidad en el tránsito cumpliendo la normativa, formalizando su actividad y capacitándose para desempeñarla.
El problema es complejo e involucra distintos aspectos. Por una parte, es auspicioso que en el marco de un diálogo multisectorial y tripartito se trabaje en la puesta al día de la normativa a aplicar en el sector, pero resulta fundamental contemplar la alta informalidad que presenta , así como las malas condiciones de trabajo de muchos de estos deliverys, por lo que también hay que actuar sobre los comercios que los contratan.
En un mundo en que cada vez más queremos tener todo “ya” y al alcance de la mano, es de orden y justicia que quienes traen el pedido hasta la puerta de nuestra casa cuenten con los mismos derechos y obligaciones que cualquier trabajador.
Por otra parte, estas situaciones revelan claramente que también en los nuevos empleos el lugar de trabajo puede constituirse en una fuente importante de riesgos psicosociales aunque también en el sitio idóneo para tratarlos y proteger la salud y el bienestar de los trabajadores.
Es de esperarse que las herramientas que brinda la formación --que también debería realizarse en el Interior del país, donde la problemática es preocupante-- y la puesta al día de la normativa a las nuevas realidades laborales existentes desestimule el trabajo informal y contribuya a disminuir los riesgos de un sector en el que ocurren buena parte de los accidentes cada día. Porque el costo de continuar como estamos, de una u otra forma, lo pagaremos todos.