Locales | 08 May El diputado Walter Verri planteó, en la sesión del martes pasado en Diputados, que el realojo de inundados que residen en zonas no habitables debido a la baja cota --que hace que el río crezca con frecuencia y golpee sus viviendas generalmente precarias-- puede hacerse en contenedores habitables. Subrayó que el costo es “al menos una tercera parte de una vivienda tradicional de baja calidad, como las que lamentablemente se están entregando ahora como soluciones habitacionales, y pueden ser entregadas, colocadas y habitadas en muy poco tiempo”.
“Necesitamos soluciones definitivas”, dijo Verri. “Lo que pasó en Dolores fue una excepción, seguramente un extremo que no queremos volver a pasar, pero la creciente del río Uruguay y sus afluentes son permanentes. Lo vive Durazno, lo vivimos los que estamos sobre el río Uruguay, pero también los que viven sobre la franja de la costa del río Negro. Cada vez tenemos lluvias más abundantes, cada vez más los ríos se desbordan”, agregó.
“Es una realidad que se está repitiendo. Hace unos días hablaba con el intendente Caraballo y el Comité de Emergencia, y les comentaba que una vez más tenía que enfrentar una inundación y me dijo (Caraballo): ‘Llevo cinco y no llevo un año en el gobierno’”, subrayó el diputado colorado.
Verri aseguró en la Cámara de Representantes que “hay que ser pragmáticos, hay que afrontar las soluciones, aunque no sean ideales. Si no le buscamos soluciones definitivas, vamos a seguir gastando recursos una vez más en la próxima inundación. El Comité de Emergencia realmente hace un esfuerzo enorme. Lo integran muchos organismos. Solamente el Mides gastó en la anterior inundación casi 400.000 dólares en los cuatro departamentos afectados (Artigas, Salto, Paysandú y Durazno). Y el Fondo de Financiamiento de Emergencia Productiva otorgó microcréditos por aproximadamente 500.000 pesos”.
“Si uno suma lo que gastamos en afrontar la emergencia, es realmente una cifra considerable. Lo que es peor, el daño que se provoca sobre esas familias es irreparable, porque ven día a día cómo el agua va deteriorando, cuando no le lleva lo poco que tiene y que le costó una vida poder construirlo”, destacó Verri antes de hacer hincapié en la solución que propuso.
“Creo que ha llegado el momento de que el mismo esfuerzo lo hagamos para buscar soluciones definitivas, y las soluciones definitivas pasan por soluciones extraordinarias. Pueden no ser las ideales, pero las viviendas prefabricadas o las viviendas sobre contendedores son de buena calidad, de rápida construcción y solucionaría rápidamente el problema de miles de familias. Se estima aproximadamente entre 6.000 y 7.000 viviendas que necesitaríamos para sacar a las personas que están sobre el río Uruguay, por lo menos en la primera línea de inundación. Creo que eso es posible. Si no lo resolvemos, vamos a seguir gastando solo en las emergencias”.
De todas formas, para comprar todos los contenedores que se necesitan para todas las familias que están en zonas inundables, aproximadamente serían necesarios 50 millones de dólares, a lo que hay que sumar el aporte de las intendencias en tierras y servicios.