Paysandú, Viernes 13 de Mayo de 2016
Rurales | 08 May Considerada la zafra “más dura en años”, con productores que optaron por no levantar la producción debido al alto porcentaje dañado en la soja, la zafra de recolección de cultivos de verano transcurre con serias dificultades y una merma aún difícil de estimar, pero que será de miles de toneladas por las intensas precipitaciones que en el litoral norte oscilaron entre los 600 y 1.000 milímetros en 20 días del mes de abril y dejaron inundadas miles de hectáreas en el Este del país.
“Todo esto ha sido muy duro y no hubo hasta ahora una zafra como esta”, sintetizó el ingeniero agrónomo Federico Nolla de la empresa Agrocentro a EL TELEGRAFO. “De Salto al norte y sur, los problemas de calidad son muy grandes. Hemos tenido chacras con 40, 50 a 60% del grano dañado, incluso no sabíamos qué hacer con esas chacras y algunos productores optaron por no cosecharlas, porque pagan muy poco por ese tipo de soja”.
Nolla indicó que en esos casos deberá utilizarse como expeller de soja “o estamos viendo qué solución se puede encontrar”.
Al tiempo que la empresa lleva cosechado aproximadamente un 80% del área en la zona, Nolla sostuvo que “en el norte deben ser cerca de 2.000 las hectáreas que ni siquiera se trillan. Están cosechándose las de segunda que están mejor, pero aquellas de primera que estaban prontas y les llovieron entre 800 y 1.000 milímetros en abril prácticamente no se cosechan”, acotó el técnico sanducero.
Asimismo, precisó que la logística funcionó bastante bien. “Se ha complicado un poco por la falta de gas en las plantas de secado, con plantas bastante demoradas en recibir el grano, que determinaron que chacras pararan las máquinas y no cosechaban por la falta de camiones, pero van sorteando esta problemática”.
En cuanto a los rendimientos obtenidos, en el norte del país oscilan entre 900 a 2.200 kilos. “Ha sido todo muy irregular y dependiendo del ciclo de la soja, si fue de primera o segunda”, aclaró. En el departamento de Soriano, hay chacras que “van desde 1.800 a 3.000 kilos, también depende de cuándo cayó el mayor volumen de agua y si es de primera o segunda”. En el Este del país la situación “está muy dura, con realidades similares a las del norte”.
RENDIMIENTO DE EQUILIBRIO
Vale recordar que el promedio país el año pasado fue de 2.300 kilos por hectárea, estimándose para esta zafra que la producción se ubicaría en el entorno de 1.800 kilos.
Para que a un productor le cierren las cuentas, en el caso de quienes arriendan el campo y alquilan los servicios, el rendimiento de equilibrio es de 2.500 kilos por hectárea. Quienes arriendan pero tienen servicio propio, es de aproximadamente 2.400 kilos por hectárea. Pero si es dueño del campo y la maquinaria, para que el negocio sea viable es de alrededor de 2.000 kilos por hectárea.
A esto se le debe aplicar los descuentos por calidad, que en el caso de dañado se ubican entre 10 y 12%. En general, los acopios tienen como base aceptar 8% de grano dañado, por encima de 8% descuentan 1% del precio por 1% de dañado. Por lo tanto si llega un lote con 12% de dañado, el descuento es de 4%.
De acuerdo con lo explicado por Federico Nolla, hay viajes que llegan con 40, 50 y hasta 60% de dañado, es decir, muy lejos de lo que se acepta como base, entendiéndose que las sojas con más de 20% de dañado se pagarán como otro producto, no como soja.
Para Nolla, deberá existir alguna ayuda para financiar préstamos o “quedarán productores por el camino”.
MUY DIFÍCIL
“Estamos superando el 60% de la cosecha con una operativa muy difícil a causa de las lluvias y el barro, con problemas para sacar la producción de las chacras y campos que han sufrido el deterioro por la cosecha”, indicó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Edgardo Nasta.
Actualmente los caminos y chacras tienen mejor piso y desde ese punto de vista no hay problema. “Pero sí persisten los inconvenientes de humedad, ya que prácticamente toda la cosecha ha ingresado con alto porcentaje, complicando la operativa en todas las plantas, porque se trabaja a un ritmo más lento por la necesidad de secar todos los viajes que entran”.
Recién el martes comenzaron a aparecer viajes que están dentro de las humedades de recibo, sostiene el integrante del departamento técnico de Copagran, “y a partir de la mejora en las condiciones de trilla podremos agilizar la operativa en las plantas”.
En cuanto a la calidad de grano, precisó que hay dos situaciones: “por un lado y respecto a la soja teníamos una expectativa inferior a la que estamos teniendo, no obstante la calidad de grano es mediocre, a consecuencia de las lluvias, con pérdidas de rendimiento, y la calidad está teniendo su importancia, con mucho grano ardido y dañado que afecta directamente la calidad y el precio”.
Sobre los rendimientos, explicó que “al norte del departamento de Paysandú se han visto más deteriorados, hablando de 1.800 a 2.000 y poco de kilos, siendo diferente hacia el sur, que presenta rendimientos de 2.500 y esporádicamente de 3.000 kilos por hectárea, por lo que estaremos promediando una zafra en el eje de 1.900 a 2.000 kilos”.
En cuanto a la operativa de secado, “tenemos una capacidad prevista a nivel regional que no supera el 50 a 60% de la cosecha, ya que se tuvo que cosechar todo e hizo que todo sea más lento que una operativa normal”.
Recordó que la cosecha “se está concentrando prácticamente en dos semanas cuando tendría que haber sido de más de un mes”. Aclaró que “hay capacidad de trilla, pero en el resto de la cadena hacia abajo no hay suficiente cantidad de camiones ni de plantas de secado para secar el grano con alta humedad”.
Dependiendo de la calidad de la secadora, “los equipos que tienen buena capacidad oscilan entre 80 y 100 toneladas por hora, con otras plantas que tienen equipos de 30 a 40 toneladas hora”, dijo sobre una de las principales limitantes.
SORGO
El sorgo, “ha tenido bastante problemas de calidad y se puede dividir casi que en tercios. Un tercio de buena calidad, otro de calidad inferior y muchos lotes con calidad muy mala, por lo que se está viendo cuál será el destino de esos lotes, porque tienen problemas serios de calidad”.
El sorgo quedó relegado para la cosecha “por más de una razón”, explicó Nasta, pero “al tiempo que se finaliza de levantar la soja, se inicia inmediatamente la cosecha de sorgo, destinándose los equipos de cosecha para esas chacras”.
SECADO
Los granos que llegan a las plantas de silos con un alto porcentaje de humedad y con la necesidad de secado para mantener la calidad del poroto han sido un factor clave en el atraso de la operativa y las complicaciones surgidas tras el “inicio” de la cosecha luego de las lluvias.
Pero sin dudas un factor que incidió es el conflicto del gas, que no permite realizar la operativa y ha tenido un efecto notorio en lo productivo, teniendo en cuenta que la cosecha de soja había comenzado complicada desde el punto de vista climático.
Aunque en esta zona del litoral el abastecimiento a granel de algunas empresas como Riogas está funcionando bastante normal, según un relevamiento de EL TELEGRAFO, en algunas zonas del centro podría existir alguna complicación con otras empresas.
Tal lo que acontece actualmente en Florida, con el funcionamiento de la planta de secado que está instalada en el departamento por falta de gas desde hace varios días, de acuerdo con expresiones de las últimas horas del gerente de la Asociación Rural de Florida, Horacio Tellechea. El dirigente gremial recordó que cuando se inició la zafra se contaba con media carga en los tanques y al solicitar un pedido, les llevaron muy poco y después de eso no han tenido más recargas.
MERCADO
Aunque en un escenario de volatilidad en Chicago, con el sector productivo local luchando para avanzar en la cosecha y apostando a que se consolide una mejora en el nivel de calidad, que hasta ahora es gradual, los futuros de la soja interrumpieron la tendencia alcista.
Hubo un fuerte ajuste negativo para la soja en Chicago este jueves, perdiendo más de U$S 7 por tonelada. A pesar de un muy sólido dato de exportaciones semanales en Estados Unidos, los rumores sobre posibles ventas de stocks de soja en China activaron ventas. La recuperación del dólar también influyó negativamente sobre el mercado de materias primas.
El clima dejó avanzar la cosecha en Argentina y Uruguay, pero hay dudas sobre la oferta y calidad. Falta ver cuánto de los problemas de producción en América del Sur han descontado los precios en Chicago y cuándo comenzará a jugar el clima en Estados Unidos.
El nivel de siembra de soja y de maíz está en línea con lo esperado, pero faltan los meses definitorios para el rendimiento. En el mercado local hubo referencias que pudieron superar los U$S 360 por tonelada, aunque este jueves los valores se ubicaron más sobre los U$S 350. Hay mucha cautela sobre el nivel final de producción y sobre si toda la oferta podrá entrar a la exportación. Si bien la humedad ha bajado, persisten problemas con el abastecimiento de gas en las plantas secadoras.
El nivel de comercialización es acotado, teniendo en cuenta los niveles habituales para esta época. Si persistiera el ajuste negativo en Chicago, resta ver qué sucederá con las primas locales. Hasta ahora no se formó un mercado fluido por la soja que no entrará en la exportación.
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