Paysandú, Martes 17 de Mayo de 2016
Locales | 16 May La inseguridad, la educación, el gobierno del presidente Tabaré Vázquez, la economía y la infraestructura estuvieron sobre la mesa en el diálogo que mantuvo el senador nacionalista Jorge Larrañaga con EL TELEGRAFO. En una visita que realizó a Paysandú, el exintendente señaló que hace falta una política de seguridad nacional y pidió más firmeza con los delincuentes y narcotraficantes. A su vez, alertó por los últimos indicadores de la economía y por la emergencia que deberá afrontar el país luego de los temporales e inundaciones de este último tiempo.
Larrañaga reclama un diálogo sobre seguridad con todos los partidos políticos, que debe fructificar sobre la base de un cambio de las políticas de seguridad ciudadana. “El nivel de tolerancia de la gente es cada vez menor y el hartazgo es mayor. Lo fundamental es que el delincuente esté preso. Dejarnos de hacer lecturas filosóficas sobre cuáles antecedentes funcionan o no; algunos hablan de permisividad punitiva. Se asegura que el incremento de las penas no funciona. Sé que un delincuente no saca las cuentas cuando comete un delito. Conocemos cómo funciona la Justicia. Pero que (el delincuente) saque las cuentas cuando está preso”, dijo el senador.
Puso como ejemplo la excarcelación de los traficantes de drogas. Indicó que al que trafica cocaína le caen 20 meses de prisión como mínimo, mientras que el que lo hace con pasta base le corresponden tres años y su situación no es excarcelable. ¿Pero qué sucede?, se pregunta el excandidato presidencial. “Como el Instituto Técnico Forense no distingue la cocaína de la pasta base, se le aplica el mínimo de la cocaína. Proponemos que todo aquel que trafique drogas no tenga la opción de salir de la cárcel, que no pueda beneficiarse de la excarcelación”, argumentó.
El grupo de Larrañaga reclama una adecuación legislativa en la que también se incluya el incremento de penas para adolescentes infractores que cometen delitos “gravísimos”, como homicidio, copamiento, secuestro o narcotráfico. El senador nacionalista dijo que es importante seguir los pasos de una política criminal, como la prevención, la disuasión y la represión. “El mayor problema que tiene el gobierno es que confunde represión con dictadura, entonces ha habido permisividad en la aplicación de la ley”, aseveró.
EL EJEMPLO DE LA
GUARDIA REPUBLICANA
Entre las propuestas del exintendente sanducero, se encuentra la idea de que los militares colaboren con la seguridad ciudadana y, ante el desarrollo de la Guardia Republicana, cree que se le ha dado la razón, por más que el gobierno actual no quiere hombres de verde en las calles. “Tan equivocada no es mi idea, al punto que convirtieron a la Guardia Republicana en una guardia nacional y con un gran componente de militarización. Además, hay experiencias internacionales exitosas. ¿Cuál es la institución pública de mayor prestigio en Chile? Los carabineros; en España, la Guardia Nacional; y lo mismo pasa en Portugal y en Holanda. Entonces, ¿por qué esa resistencia?”, se preguntó.
“Durante el día del holocausto (celebrado el pasado miércoles 4 en el Comité Central Israelita en Montevideo), el presidente Vázquez me dijo que van a apoyar la iniciativa de sustituir por militares a 'la policía estacionaria' que está en edificios consulares, embajadas y entidades públicas. Sé que esta idea tendría resistencia (dentro del partido de gobierno). Ojalá que el presidente proyecte esa modificación, que puede liberar entre 500 y 600 policías que están parados en un edificio público y pueden ser incorporados a la lucha contra la delincuencia”, dijo Larrañaga.
Días pasados, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, subrayó que está de acuerdo con algunas de las propuestas que el sector de Larrañaga había presentado al gobierno con respecto a la seguridad. “El árbol habla por sus frutos y vamos a esperar qué contestación da el gobierno a nuestras iniciativas”, indicó el senador, quien destacó que entregó diez ideas para “colaborar en la construcción de una política de seguridad pública”.
“Es inconcebible que en un país de 3.000.000 de habitantes no podamos tener seguridad ciudadana. Es inaceptable. El país debe tener una reacción muy fuerte en este sentido. Y la fuerza política que gobierna tiene que sacarse la venda ideológica que le tapa los ojos y no le deja ver la realidad”, aseguró. “Acá en Paysandú se vio. Entre 15 y 20 efectivos de la Guardia Republicana generaron un cambio cualitativo en la imagen del Ministerio del Interior. Son hechos reales que indican que hay que cambiar la actitud frente a la delincuencia”, añadió.
LA EDUCACIÓN, EL
OTRO GRAN TEMA
Larrañaga destacó que el debate por la seguridad, como el tornado de Dolores y las recientes inundaciones, taparon el “tema gravísimo” de la educación. Un asunto que la administración de Vázquez no ha acometido con la suficiente energía. “El gobierno ganó la elección bajo el eslógan de cambiar el ADN de la educación. Pero las personas que trajo para hacer ese cambio ya no están más, renunciaron. Ahí tenemos un problema muy grave. Admiro el esfuerzo de maestros y docentes de todo el país que trabajan en la educación pública. Ahí tenemos una maquinaria de exclusión muy grande que, de alguna manera, tiene incidencia después en la situación de seguridad pública”, afirmó.
También dijo que los gremios de la educación, de alto protagonismo el año pasado con sus paros, huelgas y el rechazo al decreto de esencialidad, deben acatar las decisiones del gobierno y limitarse a opinar. Para Larrañaga, hace falta una política educativa que cuente con un blindaje político. “Esto fue lo que quisimos brindarle al gobierno de Mujica, cuando en febrero de 2012 todos los partidos firmamos un acuerdo nacional por la educación, que a los seis, siete meses se incumplió”, dijo. “No es posible que este país esté gobernado por los corporativismos. Es inaceptable. Respeto a los gremios, pero cada uno en su lugar. Los gremios no pueden fijar la política educativa del país. El gobierno ha resignado el poder de impulsar una política educativa que oriente al país hacia un horizonte diferente”, agregó el senador.
UN GOBIERNO FRÁGIL
Con relación al papel del gobierno de Vázquez, Larrañaga comentó que observa fragilidad en su actividad, tanto por la inseguridad como en la política exterior y en la educación. “Hay dos o tres visiones de casi todos los temas en el gobierno, entonces no puede construir mayorías parlamentarias. ¿Por qué el presidente a las recetas de la oposición sobre seguridad no las acepta? Porque sabe que su fuerza política no las votaría en el Parlamento”, subrayó.
Añadió que en materia económica existe una “gran incertidumbre”. “Uruguay enfrenta una gran emergencia productiva nacional, con consecuencias gravísimas en la baja del PBI, además de la incidencia de los temporales que puso al país en la antesala de un emergencia nacional para el sector agropecuario”, ahondó.
“Tenemos una economía estancada, más allá de que vengan a decir que creció un punto. Este año el déficit fiscal va a trepar alrededor de cuatro puntos del PBI. Esto torna la situación mucho más compleja. Ahora se empezarán a pagar las cuentas de los tiempos de bonanza, cuando no se guardó para estos tiempos de incertidumbre. Además, cayeron las exportaciones, y creció la inflación y el desempleo. Esto lo palpa el ciudadano común, no se necesita ser economista para darse cuenta de que anda menos plata en circulación”, aseguró Larrañaga. “El gran dilema ahora no será el incremento del salario, sino el mantenimiento de los puestos de trabajo que se están perdiendo”.
El senador no quiso dejar de comentar el “rezago” en infraestructura vial de Uruguay, donde el que sufre más sus consecuencias es el Interior: “Tenemos las peores carreteras de los últimos años. Un desastre en materia de vialidad nacional. No se aprovechó la bonanza para generar infraestructura”.
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
May / 2016
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
12
12
12
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com