Paysandú, Martes 24 de Mayo de 2016
Rurales | 19 May Si algo le faltaba a los pequeños y medianos productores de la región, era conocer de primera mano cómo la producción ovina intensiva surge en la actualidad como una de las opciones más rentables para productores que necesitan de una complementación a la producción que ya llevan adelante, para mejorar los números de sus negocios.
Tal fue lo acontecido este martes, con la actividad desarrollada en Paysandú por el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), a cargo de Marcelo Grattarola, quien estuvo acompañado por el jefe del Área de Transferencia de la institución, Adolfo Casaretto, y el responsable de la sanidad ovina en el norte del país, Sergio Fierro. Pero además, se contó con la destacada presencia de Georgett Banchero, investigadora principal referencia del INIA La Estanzuela, quien además de brindar sus conocimientos desde la institución, comentó aspectos de la producción particular que realiza en su predio.
La jornada, que contó con un buen número de tamberos, granjeros y quienes ya realizan producción ovina en sus predios, comenzó con la exposición de Banchero, quien subrayó a EL TELEGRAFO que se trabaja para generar dinero, “pero si no se hace con pasión y amor, no es lo mismo”.
Banchero se mostró muy satisfecha por la presencia de productores lecheros y, entre ellos, los presidentes de las dos gremiales locales, Raúl De Orta por la Asociación de Productores de Leche de Paysandú (APLP) y Roberto Ceriani por la Asociación de Productores de Leche de Parada Esperanza (Aplpe), porque “proponemos una ganadería ovina intensiva, con mucha producción de corderos y el manejo de mellizos, en donde la comida es muy importante y en ese aspecto la lechería está muy preparada en el manejo de pastura y alimentación de la vaca, que perfectamente se puede transpolar al ovino”.
Lo interesante es que en “una invernada de corderos en una pastura en el año, se puede hacer dos ciclos de invernada con cargas bien importantes para ir empezando”, aunque aclaró que el negocio es aún mejor cuando “cada uno produce sus corderos, con una encarnerada previa, ovejas melliceras y terminar el cordero pesado antes de fin de año para no complicarse”. Acotó que la idea es tener “6 ovejas por hectárea, con 9 o 10 corderos destetados bajo esas condiciones”.
En cuanto a la alimentación, la profesional recomendó “la avena y el raigrás como cultivo de invierno, y después praderas sencillas, que pueden ser achicoria o cebadilla con rojo y también alfalfa”. Pero aclaró la importancia de llegar con el cordero junto a la madre “porque el destete trae complicaciones y la venta debe hacerse antes del 20 de diciembre para que luego la oveja se recupere en los primeros meses del año”.
Se refirió también a la trascendencia actual de los perros en los sistemas de producción. “Productores que tienen áreas importantes y usan uno o dos perros Kelpie o Border Collie, y también el Maremma como perro de guarda para proteger ante depredadores o el abigeato”.
MUY CONFORMES
“Estamos muy conformes por la presencia de productores de distintos rubros, especialmente porque concurrieron quienes no pertenecen al sector ganadero y se mostraron muy interesados por el rubro ovino”, dijo a EL TELEGRAFO el ingeniero Grattarola.
Reconociendo que “todos los rubros tienen dificultades”, aclaró que, “utilizando la tecnología disponible, se pueden lograr buenas cosas, ya que entre otros aspectos, está la posibilidad de producir corderos certificados para una zona, lo que sería un gran adelanto porque le estamos capitalizando 40 o 50 por ciento más del precio que del mercado de frigorífico”.
Destacó la presencia del ingeniero agrónomo Marcelo Buenahora, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, refiriéndose al programa “Más valor a la producción ovina”, en donde a través de un subsidio a la producción se puede implementar emprendimientos en pequeños predios de forma grupal, con innovaciones tecnológicas”.
De todas maneras, durante la actividad no se dejó de mencionar las limitantes que hoy tiene el sector, como el abigeato, la presencia de depredadores y la mano de obra, aspectos que son superables. Precisamente, en la recorrida por la tarde que se efectuó en el predio de la familia Bracesco-Gómez, los asistentes pudieron observar la presencia de “Lobo”, el perro Maremma que vive con las ovejas y que se ha convertido en un factor trascendental para la seguridad de la majada.
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