Locales | 21 May Las últimas cinco viviendasde avenida Francia (Park Way) y Ledesma de otras tantas familias incorporadas al realojo de Jardines del Hipódromo (16 familias en total) fueron destruidas en la víspera por maquinaria de la Intendencia Departamental de Paysandú.
La destrucción de las viviendas en zona de realojos forma parte del proceso para evitar nuevos asentamientos. Al mismo tiempo, cumplida la etapa de demolición y retiro de materiales, el espacio libre queda disponible para la creación de espacios públicos.
El secretario general de la Intendencia, Mario Díaz, indicó que tal como se ha anunciado por el intendente Guillermo Caraballo, se aplicará una rigurosa política de control y fiscalización territorial. Como espacio público, se trabaja en un proyecto que permita a la zona tener un lugar de uso común adaptado a sus necesidades, probablemente un predio deportivo. Se piensa utilizar el Programa de Desarrollo y Gestión Subnacional (PDGS) que la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) instrumenta en forma conjunta con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), como soporte financiero. El proyecto deberá ser presentado en julio próximo.
"Hay mucho por hacer, hay que ir despacio, estamos ahora trabajando en lo que significan los realojos, por eso es que desde el gobierno departamental hemos expropiado dos terrenos", uno en la zona norte, en la misma área donde se concretó el realojo de Los Álamos y otra en la sur, cercana adonde fueron realojadas las 16 familias de La Chapita, en Jardines del Hipódromo.
Federico Pollini, secretario de Vivienda, indicó que "de La Chapita, de las 123 familias que originalmente integraban el programa de realojos, quedan entre 50 y 60 familias; estamos en la mitad del programa".
Por otra parte, "se va a trabajar también en el Bajo Curupí, también conocido como El Chañar, en una cantidad de familias aún no determinada, porque tras la reciente inundación no han retornado al lugar todas las familias, por diversas circunstancias". Para los realojos, se cuenta con el apoyo del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma).
En tanto, Claudia Moroy, encargada de la Inspectoría de Control Territorial, manifestó que la clave es la presencia en el territorio, para lo que ha sido dispuesto un cuerpo inspectivo que ya cumple funciones. La tarea consiste en primera instancia en recorrer el barrio, conocer a los vecinos y dialogar para lograr el consenso sobre qué uso les parece más adecuado para esos espacios que quedan despejados".
"Han manifestado ideas como la instalación de un espacio recreativo o una cancha para práctica deportiva. Tratamos de atender las propuestas y generar un mejor medio de vida para quienes todavía permanecen en el barrio. Por supuesto que nuestra función principal es vigilar que no se produzcan nuevas construcciones en los lugares que serán resignificados", agregó Moroy.
La Inspectoría tiene elaborado un protocolo de actuación y procedimientos en caso de comprobarse la existencia de construcciones no autorizadas en el lugar.
Se mantienen contactos con el jefe de Policía y el Poder Judicial para contar con el apoyo necesario si se da alguna situación de ocupación. Moroy indicó que, con una fuerte presencia en el territorio, estas situaciones deberían evitarse.