Policiales | 24 May Un hombre de 73 años fue conducido por la Policía y posteriormente puesto en libertad tras haber efectuado dos disparos con arma de fuego, en ocasión de una discusión con un familiar. Los disparos terminaron impactando en un automóvil de su propiedad, en un hecho registrado en la tarde de la víspera en las inmediaciones de avenida Brasil y Ledesma.
Según datos obtenidos, el problema surgió cuando el mayor le recriminó cierta actitud a un joven familiar que se encontraba cargando una camioneta con mercadería. Al parecer, la discusión comenzó a subir de tono y el septuagenario le habría indicado: “yo te voy a acomodar”. En ese momento, entró a su finca y extrajo un revólver calibre .38 con dos proyectiles. Al retornar, vio que el joven se había retirado y --a modo de “broma” (según relató)-- efectuó dos disparos hacia el rodado familiar, sabiendo que no había personas en los alrededores. Sin embargo, las detonaciones fueron advertidas por el otro protagonista, que dio aviso a la Policía a través del 911.
De inmediato se hicieron presentes móviles de la Unidad de Patrullaje y Respuesta (UPR) y de la Seccional Segunda, cuyo personal constató que un rodado Hyundai, con matrícula de Paysandú, que se hallaba estacionado junto a la acera norte de la avenida, presentaba a simple vista un orificio de entrada de un proyectil en su parte posterior derecha y otro en la parte superior delantera. En tanto, la Policía logró calmar al hombre y finalmente que depusiera su actitud. Así, los efectivos de la UPR consiguieron ocuparle un revólver calibre .38 sin provisiones y una caja Winchester con 7 municiones y varias vainas.
En tanto, en diálogo mantenido por EL TELEGRAFO con el denunciado, éste expresó que el arma y las balas datan de 1969 y que su acto se trató de “una broma”.
“Entré al cuarto, saqué el arma de la mesa de luz y empecé a buscar donde estaban las balas. Por allá encontré la caja chata. Le puse dos balas, había cinco, y regresé. Él no estaba (haciendo referencia a su familiar), se había ido. Estaba la camioneta blanca y para probar tiré un tiro y creo que le hice un agujero. Apunté para el mismo lugar y también tiré. Al rato se armó una pelotera, vino la Policía y me llevaron a la Seccional Segunda. Me sentaron en un banquito y les conté lo mismo. Esa es la pura verdad”, sostuvo.
De las actuaciones se dio intervención a la Justicia Penal, disponiéndose que el denunciado no fuera privado de su libertad y se emplazara a los protagonistas del hecho a presentarse hoy ante el Juzgado de Familia.