Locales | 04 Jun La marcha “Ni una menos” se realizó por segunda vez en Uruguay y se llevó adelante en varios departamentos, donde entre cánticos y pancartas, mujeres, niños y hombres caminaron por las principales calles, en contra de la violencia de género y generaciones.
Este año en Paysandú la movilización se efectuó bajo un clima de especial sensibilidad ante el último caso ocurrido en la madrugada del miércoles, cuando un hombre concurrió a la casa de su expareja e incendió la vivienda, donde --además de la mujer-- había cuatro niñas que murieron carbonizadas.
A nivel local, el Colectivo Feminista organizó la movilización cuya concentración en Plaza Constitución comenzó con la lectura de una proclama. En representación del grupo de reciente formación, Agustina Irigaray, resaltó la necesidad de estas convocatorias “para reivindicar los casos extremos de violencia de género que culminaron en feminicidios y que nos toca en Paysandú con otras víctimas”.
El colectivo se nuclea, además, bajo diversas reivindicaciones “a favor de la equidad de género, contra el sistema patriarcal y para hacer talleres basados en la sexualidad que se puedan volcar en la sociedad para debatirlas”, precisó.
Irigaray recordó que esta problemática preocupa ante un aumento de los casos en Uruguay. “El año pasado tuvimos cerca de 40 feminicidios, a los cuales les sumamos diez en los que va de este año”, remarcó.
En la proclama, leída por dos integrantes del colectivo, señalan que “los números nada dicen de los tiempos que separan de una que muere, de otra que morirá. Los números excluyen a las que abortan en situaciones clandestinas, a las que murieron en situación de violencia obstétrica, a las desaparecidas por las dictaduras genocidas, a las secuestradas para la prostitución, a las que doblegamos el cuerpo en la esclavitud de trabajos siempre menor pagos y siempre campo del acoso sexual, a las que no supieron cómo seguir y decidieron irse”.
El colectivo consignó que “los feminicidios no son realidades ajenas a Paysandú, es por esto que el grito colectivo debe expresar y denunciar cada uno de ellos”.
Durante la lectura, explicaron que “además de existir un feminicidio biológico, por demás cuantificable, existe un feminicidio cultural, que mata en términos culturales recluyéndola a una vida de nicho, una vida de reclusión en la cárcel de los estereotipos, una muerte al crecimiento cultural y a la liberación. Muchos de los discursos postmodernos, narrados en los lenguajes consumistas de los medios de comunicación, consagran a viva voz ese ideal de mujer de pensamiento superfluo, de gustos banales y servil al hombre, éste último propietario siempre de los medios de producción. En definitiva: una mujer para el hogar, como nos dice la prensa local a través del magazine, de la revista chic, de una insípida variedad informativa”.
Según el colectivo feminista, “estos discursos instituidos, no son más que una fórmula para que la mujer se domestique a sí misma: una muerte social, otra forma de feminicidio, de precariedad existencial, de precarización gubernamental muchas veces. Y los contextos mediáticos regulan esas disposiciones afectivas y esa diferenciación de vidas dignas y no, que culminan en esta violencia arbitraria que hoy nos convoca. Transformar la rabia, el duelo colectivo, los pensamientos, en organizaciones y acción, individual y colectiva. Paysandú con fuerza y organización crece al grito de ¡Ni una menos!”
Al finalizar la lectura, la marcha se desplazó por 18 de Julio hasta plaza Artigas, donde participaron organizaciones sociales y sindicales, legisladores del departamento, el intendente Guillermo Caraballo e integrantes del Ejecutivo departamental, además de familiares de las víctimas del hecho ocurrido el miércoles.